"Cumpleaños 25"
Megan es quién se encuentra frente a mí en la mesa, los sirvientes colocan los platos, y todo tipo de comida sobre la misma, como en todos los desayunos, esperamos a que Diablo llegué, y cuando lo hace se sienta en la cabecilla.
Su colonia a vainillas inunda mis fosas nasales, pero intento mantenerme rígida sin mostrar que tal aroma es una de las cosas que me resultan vulnerables por parte de él.
Empezamos a comer el desayuno, empecé por las frutas, mientras que Megan estaba devorando sus panqueques.
—Debo ir a la tierra, tengo unos asuntos importantes que resolver — dice Diablo, mientras corta su carne con una elegancia que solo es capaz de portar él.
—¿Tendremos que ir? — cuestiono mientras le doy un bocado a la fresa.
—Ustedes se quedarán, es más seguro si se mantienen aquí — asiento — y no es para que luego digas que eres una prisionera, te dejó aquí porque si vamos todos no podré estar al pendiente de ustedes.
Aclara y curvó una sonrisa a lo que parece ser un chiste por parte de él.
—¿Y estamos seguras aquí? — Cuestiona Megan, Diablo dirige su mirada hacia ella y asiente.
—Están seguras, y quedo más que claro después de lo que pasó en el darke, nadie las tocará, ni las humillara, ni se burlaran de ustedes, los demonios aprendieron esa lección.
Tragó en seco porque desde hace tres días que ha sido el darke, continúo sin saber realmente que es lo que ocurrió, y nadie ha querido decirme, o yo soy la que no ha preguntado, hasta Megan, quién es demasiado curiosa parece ahorrarse esas preguntas.
Diablo puede ser un excelente sanguinario torturador cuando quiere.
Tomó el postre sobre la bandeja que está más cerca de mí, y le doy un mordisco, que bajó con el vino de uvas, continuamos comiendo en silenció, y justo en el momento en que terminó el postre un dolor agudo se posiciona en las paredes de mi estómago.
Siento como cada músculo de mi cuerpo empieza a desistir cuando el dolor aumenta más y más. Mi garganta se contrae y siento que no puedo respirar.
—¿Amor? — escuchó a la lejanía, mientras que siento como todo se duerme, de repente siento un sabor amargo en mi boca —¿Amor? Joder.
Diablo se acerca a mí para sostenerme y escuchó el gritó de mi hermana a los lejos, siento que desfallezco, no puedo respirar, es como si algo se hubiese atorado en mi garganta dificultándome el aire.
—¡Maldita sea! ¡¿Cómo es posible que puedan envenenar la maldita comida en mi castillo?!
Veneno.
Eso es lo que me está acabando internamente, el veneno que seguramente provenía de aquel postre que saboreé.
Lo último que siento es cuando algo se desprende de Diablo, y la calidez de sus brazos me sostienen antes de que mis párpados se vuelvan demasiado pesados como para mantenerlos abiertos.
Mi mente se mantuvo completamente en blanco en los segundos que estuve consciente, pero la palabra "veneno" fue lo primero que me vino a la mente cuando parpadeé con dificultad.
Unas voces exteriores y lejanas se hicieron presentes, no las reconocía a todas, pero la voz de Diablo sobresalía, como sobresale en todo.
Intentaba despertar, pero los párpados me pesaban, así que solo parpadeé en intentos débiles. Fui viendo borroso hasta que mi visión se aclareció por completo.
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Diablo: Luzbel ©️✔️
AléatoireExiste una promesa en el mundo creada por el único ser que pone al universo a pecar, ella no lo sabe, pero esa promesa lleva por escrito su nombre y el autor es el mismísimo Diablo. El ser quién ella se niega a creer que sea del todo malo. ¿El Diabl...