31 DÍAS DE JUEGO

12

Estas en graves problemas, Steven Universe...

-Te ves... cansado, ¿has dormido bien?- le detuvo para examinarlo con detenimiento. 

-Yo-- el tacto de la mano morena en su mejilla le hizo estremecer.- No pude dormir anoche- confesó. 

-¿Estabas muy emocionado por verme?- preguntó divertida la de cabello castaño. 

-Es bueno verte de regreso- tomó su mano con delicadeza y la bajo hasta tomar la otra de la misma manera. Le sonrió con una expresión fatigada. 

-Uy, que seriedad- se burló la chica y se adentraron más en la casa.- ¿Te desvelaste viendo películas?- intuyó al ver en la mesita de la sala la televisión y el reproductor de cintas. 

-No- apenas negó unas figuras conocidas hicieron su aparición en la sala. 

-¡Amatista!- la morena soltó las manos que le sostenían para correr con emoción a la mencionada. 

La de piel morada se quedó tiesa por unos momentos, se sentía como si hubiera invocado algún tipo de demonio por estar jugando a lo tonto. 

-Heeey... Connie- correspondió al abrazo con estupor.

-¿Qué tal?, ¿cómo han estado?-se separó para divisar a Garnet.

-No hay de que quejarse- bromeó la más alta.

-¿Estas bien, Amatista?, parece que hubieras visto un fantasma- la albina no dejaba de poner una expresión estupefacta, por su parte, Steven al notar aquello se puso tenso.

-Está tan feliz de verte que no sabe como expresarlo- la de afro le dio un codazo fuerte, debía hacerla reaccionar.

-Sí... Es que, hace mucho que no te veo, ya sabes, con Steven- escucharse a sí misma le hizo un nudo mental.- O sea, salir, nosotros tres- rio con nerviosismo.

-Pues ya estoy aquí, podemos salir cuando gustes- le dedicó una mirada comprensiva.

-¿No quieres quedarte al maratón?- el joven se adentró en la plática de golpe.

-¡Claro!- dio un pequeño brinco.

-Vamos por las palomitas, ya regresamos- antes de salir ambas gemas le miraron de manera acusatoria, podía sentirse juzgado con solo haber pasado a su lado.

-Oye... ¿Pasa algo entre ustedes?- Connie se aproximó al chico que aún vigilaba la partida de sus compañeras. 

-¿Eh?, no, claro que no- realmente estaba perdido en sus tormentos.

°

El maratón de películas transcurría con tranquilidad. La selección de las cintas no seguía un patrón ni preferencias, por ejemplo, la reproducción actual era sobre el género romántico. La morena se veía poco interesada en la trama, no era de su completo interés por alguna razón, lo que sí le extraño fue que el chico sobre quien descansaba su cabeza se hallaba totalmente desfallecido a pesar de ser una de sus películas favoritas, su cráneo colgaba sin soporte hacia atrás, saliva salía de su boca... En conclusión, había caído rendido por el sueño. Connie al notar la posición incomoda del otro, tomó un cojín sin dueño y lo puso debajo de su cabeza para compensar un poco, lo mejor hubiera sido despertarlo para llevarlo a su cama a dormir, pero, por alguna razón, quería compartir cada segundo que pudiera con ese chico estrella.