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Se cansó de los mensajes, pasó directamente a llamarle.

-¿Qué?- se escuchó del otro lado.

-Spinel, te he mandado mil mensajes, ¿por qué no contestas?- daba vueltas por la casa.

No hubo respuesta, simplemente le colgó.

-¡Ya fue suficiente!- aventó el teléfono y se dirigió al portal.

Próximo destino: Planeta Madre.

Algo sorprendente y de primera instancia, las diamantes no se hallaban en el salón principal como era de costumbre. Lástima que aquel adolescente no se percató debido a la furia concentrada.

Sin ningún cuidado ni permiso, entró de golpe en la habitación de la gema.

-¡Spinel!- la mencionada miraba por la ventana sin prestarle atención.

-¿Qué quieres?- preguntó sin voltearle a ver.

-¿Qué?, ¡lo que quiero es que me contestes cuando te hablo!- se aproximó a ella y le tomó de los hombros.

La de coletas por fin se giró a verle, de paso retiró las manos intrusas fuera de su espacio.

-¿A qué has venido?- estaba siendo seca con él.

-Me preocupas, no entiendo porque te comportas de esa forma-

-Estoy molesta, ¿no es obvio?- se cruzó de brazos y le miró fríamente.

-¿Por qué?- ambos se veían sin evadir.

-Puede que yo sea tonta, Steven, hay muchas cosas que no sé de tu planeta, pero se supone que para eso tu prometiste enseñarme- el joven diamante aún no captaba la idea.

-Lo sé, y estoy dispuesto a hacerlo- la de color rosa arqueó una ceja.

-Por mucho tiempo estuviste evitando algunas de mis preguntas, ¿acaso hay algo que no deba saber?- antes de que el otro hablara de acercó hasta quedar demasiado cerca.- Se sincero- otra vez le dedicó una mirada asesina.

Él tragó saliva, trató de pensar lo más rápido que pudo en algo.

-¿Te refieres a lo que te dije de las parejas?- la gema de corazón solo asintió.- Bien... Disculpa que no te haya respondido, es un tema complicado para mi también, ¿sabes?-

La chica no se veía muy convencida, sin embargo, esperó paciente que continuará explicando.

-No sé mucho de las parejas, nunca he tenido una, no soy como mi padre, él es todo un experto en el tema- trató de reír para aligerar la tensión.- Mira, hay cosas que también son desconocidas para mí, hasta cierto punto podría de decirte que me da vergüenza, muchas cosas de las que hemos hecho juntos... son una primera experiencia para mi también- eso pareció relajar un poco a su compañía.

-¿Estas diciendo que eres un completo inexperto en el tema?- el chico se sonrojo hasta las orejas.

-No, bueno, hay ciertas cosas que sí sé-

-¿Qué es una cita?- la pregunta le tomó por sorpresa.

-¿Una cita?, pues... Cuando dos personas salen, a comer, a pasear... A hacer algo juntos- le costaba no poner pausas.

-¿Nosotros hemos tenido citas?- su mirada era curiosa e insistente.

-P-pues... Técnicamente sí, pero no de pareja, son citas de amigos-

-¿Cuál es la diferencia?-

-No nos hemos hecho novios-

"Bingo", pensó la contraria.

-¿Y cómo se hace eso?- después de la película le habían quedado más incógnitas que respuestas, aunque eso no quería decir que no hubiera entendido varias cosas. Simplemente quería probar al chico.

-U-uno de los dos lo tiene que pedir- ahora la de coletas se deleitaba con el embrollo que era su amigo, una sonrisa pícara la delataba.

-¿Cómo?- su cercanía estaba por acabar con la resistencia del híbrido.

No, no podía mencionar esa pregunta, estaba entre la espada y la pared. Dos reacciones diferentes; una era que Spinel le estrellara con toda la fuerza y enojo (ciertamente ganados) contra la pared, la otra era completamente positiva, pero con problemas a largo plazo. Todo esto de acuerdo al criterio Universe.

-E-es que no puedo- apretó los ojos con fuerza esperando que se cumpliera una de sus hipótesis.

-¿Qué?, ¿por qué?- eso había desconcertado a la gema.

-Una relación romántica es algo complicado, ya te lo había dicho- esperó unos momentos el puñetazo que nunca llegó, luego prosiguió.- Quizá deberíamos pasar a algo más simple- no pensó mucho lo último.

-¿Cómo qué?- por alguna razón, la de tonos magentas se veía decaída, eso fue otra punzada que alertó el estado del joven.

-¿Amigos...- eso solo empeoró rápidamente a la otra, por lo que, ya no pensó correctamente lo que iba a decir a continuación.-... Con derechos?-

-¿Qué es eso?- la intriga volvía a ella. El chico Universe vio una oportunidad de despejar ese semblante pesado.

-Son dos personas que hacen lo que una pareja, pero no lo son, gozan de su libertad al mismo tiempo de que no hay compromisos de por medio- lo decía como si se tratase de un invento revolucionario.

Spinel trató de interpretar aquello como que el humano-gema se sentía un tanto incómodo con un "compromiso", quizá lo que necesitaban era tiempo para deshacerse de esos sentimientos de duda, por eso había que ser más "simples", eso pensaba ella.

-¿Qué opinas?- la pregunta la devolvió al momento.

-Con una condición- se acercó aún más al chico.- Quiero que seas sincero conmigo en todo lo que te pregunte a la primera, promételo-

No sabía que estaba cavando más profundo su tumba.

-Lo prometo- eso acabó con el ambiente pesado que se formó entre ambos.

Ahora se percataban de su extrema cercanía, inconscientemente era como un empuje, una fuerza extraña les obligaba a romper con la distancia.

Ahora se habían enganchado en un juego, uno que solo podían jugar ellos dos. Un tipo de contrato donde ambos ganarían algo, sonaba tentador, hasta que, donde las letras pequeñas hacían su aparición, no se percataron de los detalles... Había un tercer jugador en espera. 

Esa promesa les costaría a ambos en el futuro.

°°°

A todos los que comentaron en el capítulo anterior, sepan que tienen un lugar especial en mi cora, estoy contento de que les guste esta historia♥

Y como dije, sus votos me animan a subir más capítulos, lo prometido es deuda.

31 DÍAS DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora