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En medio de la penumbra, donde se apreciaba el inicio del anochecer, podía encontrarse a un chico solitario. Aquel humano se martirizaba pensando sobre su reciente comportamiento, el cual, tenía que admitir no era el más adecuado.

-¿Qué voy a hacer?- lanzaba al aire, esperando que una respuesta divina contestara a su tortura. 

Sabía que estaba mal encaminado en muchos sentidos, tenía que organizarse, tomar una actitud diferente. 

El guardaba cariño hacia su reciente compañera de juegos, quería protegerle, serle un apoyo cuando lo necesitara, deseaba poder hacer lo mismo que ha intentado con cada gema en el universo, un líder, un guía, un amigo en quien confiar. Sin embargo, ¿qué hacia que se aferrara a la idea de seguir manchando su honor de esa manera?, no era un sentimiento romántico. No tenía la misma idea ni percepción que cuando idealizó una vida al lado de Connie, no habían planes para un futuro juntos, además, retornemos, él ya tenía en consideración a la chica morena dentro de su plan de vida, ¿no?

-Tengo que acabar con esto lo más pronto posible- levantó la mirada y divagó entre imágenes mentales, aquellos momentos que compartía con su mejor amiga, los cuales ahora se podrían considerar traición.

°

Dejó transcurrir unos días para volver a citar a la chica pensada, necesitaba ser firme, estaba decidido a dejar las cosas claras, no dejaría pasar otro detalle por alto. 

-¡Steven!- el chico le había recibido en la cúpula. 

-Hola Spinel- sonrió tranquilamente mientras le guiaba hacia la casa de madera. 

-¿Qué vamos a hacer hoy?- al tiempo que se adentraban en la sala, la valentía inicial del contrario iba en un abismal decremento. 

-Pues... Hoy hablaremos, de un tema- quiso mirarle con seriedad, pero no podía mantener fija su vista en la contraria. 

-¿Hablar?- soltó algo parecido a un bufido.- Eso suena aburrido, y en cierta parte, ¿no estamos hablando ya?- trató de sonar divertida. 

-No, Spinel- giró la mirada, volviendo a tomar la postura inicial, paró la caminata, el ambiente se tornó pesado.- Es de algo serio- 

Su comentario pareció borrar la sonrisa de la gema contraria, ¿había hecho algo mal?, Steven no era de ponerse severo con ella, a menos que tuviera una recaída o fuera un acto meramente reprobable. No hubo dialogo, más que un "siéntate" de parte del chico de rizos, una formal invitación a lo que Spinel suponía era grave. 

Hubo un incómodo silencio, él no sabía por donde iniciar. 

-¿Qué pasa?- ahora ella se encontraba en el mismo plan que el joven. 

-Tú sabes que nosotros somos amigos, que te aprecio- lo último causó que la de tonos magentas se sonrojara notablemente.

-Claro- ahora su semblante formal se debilitaba. 

-Los amigos no se besan, Spinel- los ojos de la gema delgada se abrieron de par en par.- Hay cosas... que nosotros no deberíamos estar haciendo- pasó una mano por su cabello azabache. 

-¿Por qué no?- centró sus orbes en los del humano-gema, parecía querer perforar su alma.- Tú dijiste que te gustaba, ¿qué tiene de malo?- 

31 DÍAS DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora