Steven se encuentra en una etapa de "crecimiento" muy peculiar, tiene una lucha constante debido a sus pensamientos "incorrectos".
En una de sus visitas a Ciudad Playa, sin quererlo, Spinel termina involucrada en la confusión de su joven amigo, arr...
-Steeeeveeeeeen- Blanco era la primera en dar la bienvenida al joven diamante.- Qué alegría verte por aquí-
Las restantes hicieron acto de presencia al escuchar a la más alta.
-Es un honor que vengas de visita, querido- Azul juntaba sus palmas recargando su mejilla en el dorso de una de estas-
-Hey- decía con cierto grado de incomodidad, aún no podía poner un pie en aquel sitio sin que se le llegara a atosigar de tanto "afecto".
-¿A qué debemos el honor de tu visita?- preguntó Amarillo mientras analizaba con curiosidad al chico, ella intuía que su invitado no estaba allí por gusto.
-Bueno, venía a ver a Spinel- se pasó una mano por el cabello debido al nerviosismo.
-¿Spinel?- la de cabellera larga y la más resplandeciente se miraron sorprendidas.- Está en la habitación de Rosa- explicó Azul.
-Gracias, iré a verla- rápidamente se dirigió a la ubicación de aquella gema.
-Claro, cariño- Blanco observó el rumbo del joven de chaqueta rosa hasta perderse en el pasillo.
A veces Steven podía ser muy desconsiderado con las tres líderes, quizá eran bastante empalagosas, pero también resentían su actitud gélida.
El de cabello rizado avanzaba por el corredor observando los detalles en las paredes, pasó unos minutos caminando hasta que llegó a su destino. Abrió la gran puerta de la habitación con uno de los típicos sensores.
La de coletas se hallaba mirando el exterior a través del ventanal, cuando se percató de la presencia del humano-gema no pudo evitar sonreír.
-Si viniste- a pesar de haberse visto hace poco sus ojos reflejaban regocijo.
-Me debes una explicación- le dedicó una sonrisa juguetona mientras se encaminaba a su lado.
-Aún recuerdo cuando Rosa me trajo aquí por primera vez, la vista es muy diferente ahora- su voz era tranquila y su rostro melancólico.
-Yo aún recuerdo la primera vez que llegué aquí, tenía mucho miedo- trataba de eludir el tema de su madre, le causaba malestar el solo pensar en su abandono.
-¿Miedo de qué?-
-De todo en general, primero porqué me iban a enjuiciar, luego me encontraba a punto de negociar con la líder más temida de toda la galaxia- soltó una risa amarga mientras se recargaba en la pared.
Spinel estaba consciente del historial de Steven, sabía que había pasado por mucho en tan poco tiempo, además de que Rosa le había heredado hasta el tope de problemas, por lo cual dio el tema por visto.
-Bien, querías una explicación, ¿no es así?- se estiró para de un tirón acabar al lado del de tez blanca.
°
Spinel le explicó a su compañero de que iba el asunto. Resulta que las diamantes notaban las constantes salidas de la pequeña gema, era claro a donde se dirigía. No querían ser tan posesivas como con Rosa; pero tampoco tan liberales como con Steven, tenían miedo de que Spinel tomara prioridad a una estancia en la Tierra en lugar del Planeta Madre. Ella era lo único que les quedaba de su "hermana" y ya se habían encariñado.
-Tuve que enseñarles a dormir y esperar el momento en que no notaran mi ausencia, para mi infortunio era de noche en tu hogar, sin contar que Amatista estaba por los alrededores y casi me descubre- relató la gema de tonos rosas recordando aquel momento.
-¿Por eso te metiste en mi casa sin avisar?- Steven le miró sarcástico, de igual manera rememoraba dicho día.
-Me sentía muy presionada, ¿sabes?, esa gema nos mira de forma rara- no le agradó la manera en que el joven se dirigió a ella.
-En realidad ya estamos actuando muy extraños- suspiró mientras recargaba su codo en la mesa que sobresalió del piso cuando se sentaron a charlar.
-¿Qué tan frecuente es ese ritual en tu hogar?-
-¿Ritual?- Steven dedicó una mirada cansada a quién tenía enfrente.
-Ya sabes, lo que haces conmigo-
El de cabello rizado se sobresaltó ante ese comentario, sus mejillas tomaron un evidente color rojizo.
-No es frecuente- sus ojos miraban en otra dirección.
-Con razón nos mira así- bufó al tiempo que se daba cuenta de la vergüenza de su compañero.- ¿Por qué lo haces conmigo?-
Aquello solo alteró el estado del humano-gema e incrementó su sonrojo.
-Creí que ya lo habíamos hablado, ¿no te gusta?- aún no era capaz de verle de frente.
-Claro que me gusta- esa respuesta provocaba algo extraño en el de chaqueta rosa.- Pero, ¿podrías hacerlo con alguien más, no?, ¿que tal Amatista?-
Era verdad, ¿por qué lo hacia con ella?, él tenía entendido que un beso implicaba sentimientos como amor y cariño, los cuales nacían de una relación que se daba con el tiempo. El ni siquiera salía con Spinel, hasta apenas unos meses habían moldeado una amistad estable, ¿cuando se saltaron hasta el tercer peldaño?
-¿Steven?-
-¿Ah?, ¿qué?- se estancó en sus pensamientos y dejó de prestar atención unos segundos.
-¿Con quién se supone haces eso?- la de corazón invertido también empezaba a frustrarse por la falta de respuestas concretas.
-¿Qué quieres decir con "eso"?- al parecer alguien todavía no estaba en la misma estación.
La de coletas se levantó estrepitosamente de su asiento, se aproximó al lado de Steven y colocó ambas manos en las rodillas del chico, inclinó su torso para quedar a escasos centímetros de su rostro.
-Me estoy cansando de tu indiferencia- su mirada fría se clavó en el contrario intimidándolo.- Te estoy preguntando que con quien se supone deberías hacer esto- con una mano lo tomó bruscamente de ambas mejillas y le plantó un beso rápido.
Steven tragó saliva y contestó un poco temeroso.
-En primera, "eso" es un beso; en segunda, eso lo hacen las parejas-
-¿Qué es una pareja?-
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