5.5

1.9K 158 95
                                    

"Steven, Steven, Steven"... 

Se oía repetidamente una y otra vez haciendo eco en sus oídos, era una dulce melodía que lo único que hacía era incrementar su excitación.  Sus manos recorrían aquella piel morena, lentamente por esa linea marcada en su espalda, descendiendo más y más. 

-Connie, Connie- susurró cerca de su oído perdiendo la cordura restante. 

Esas cuatro paredes se llenaban de ruidos y sonidos cada vez más constantes, la temperatura se elevaba, los gemidos eran cada vez más descontrolados, aquel acto estaba por finalizar. 

-Te amo, te amo mucho- al abrir sus ojos se cruzó con una mirada que contrastaba perfectamente con esa piel de tonos magenta.- Spinel- 

-Steven, ¿que es una pareja?- 

El chico de tez clara se despertó sudando en mitad de la madrugada, ¿qué había pasado?

-No puedo creerlo- 

"Otro sueño húmedo", pensó. 

Desde su visita al Planeta Madre no había podido mantenerse tranquilo, la pregunta le ponía nervioso, ese día había hecho lo posible para evadir el tema, sin embargo, ahora que Spinel tenía celular... Sí, Steven le había dado uno para que mantuvieran el contacto y no hubiera visitas sorpresivas. 

¿Cuanto tiempo más se la pasaría de esa manera?, estaba seguro de que Spinel en cualquier momento volvería a preguntarle aquello. 

Su teléfono empezó a sonar, ¿en serio?, ¿quién rayos podría ser a esta hora?

-¿Kofi?- su cerebro tardó en procesar. Resignado se dignó a contestar a la segunda llamada.- Sabes... el "a.m" no siempre aplica en el horario de disponibilidad- 

-Te recuerdo que aún desconozco muchas cosas- Spinel se hallaba del otro lado de la línea. 

-Bueno, de todos modos ese sueño me terminó despertando- se acobijó nuevamente aún con el dispositivo pegado a la oreja. 

-¿Qué estabas soñando?- preguntó la gema con interés. 

-Vacas... voladoras- la otra explotó de la risa por lo dicho. 

-¿De verdad?, tú si que eres raro- 

-Sabes, aún necesito descansar- le frustraba tener que decir ridiculeces para escapar de situaciones embarazosas. 

-Tú siempre necesitas descansar, que aburrido- sonaba divertida. 

-Soy mitad humano, no soy como ustedes- él por su parte se escuchaba fastidiado. 

-Eres un amargado, ¿te cuento que soñé yo?- 

-Vale...- era lo menos que podía hacer después de sus actos inapropiados. 

-Tu estabas en el, estaba sentada en tu regazo, no tenías ropa y-- el joven dejó caer el aparato al piso, ¿cómo rayos podía decirle aquello con tanta tranquilidad?

¿Ella había soñado algo parecido?, entonces, ¿quiere decir que también estaba durmiendo antes de llamarle?

No podía pensar con la mente acalorada, pero tampoco podía dormir. 

-Odio mi vida- cubrió su cara con la almohada. 

Malditas hormonas...

°°°

JA! Mentira 

Tururu~ 

Un extra en conmemoración de noches de insomnio(?

31 DÍAS DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora