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-Deja ser sincero a tu corazón- luchaba contra los sollozos que atacaban su estabilidad.

-No estoy seguro de hacer lo correcto-

Tan tonto, insensible y desprevenido... No se cercioraba de estar en un lugar ni en otro, de atender un asunto u otros. Lágrimas invisibles contorneaban sus ojos, engaño perfecto tras una falsa sonrisa.

Estaban perdidos en su dolor, lo conflictivo de su situación. Ella trató de regresarlo, dialogaron cosas sin sentido, carcajearon y bromearon, los minutos se esfumaron. Nada existía, solo era su gozó y alegría, fuera de todo ese enredo.

¿Cuándo se había complicado?

Aunque había estacionado el auto, el agradable ambiente no cesaba.

-Gracias Connie, de verdad eres una gran amiga-

Auch.

-Estaré cuando lo necesites, aunque te guste o no- le dio un ligero golpe en el hombro.

-¿Equipo mermelada?- le tendió una mano.

-Equipo mermelada- sus ojos se cristalizaron, correspondió a aquella palma fría.

°

La había pasado bien, necesitaba despejar su mente.

Había aclarado sus sentimientos, quería a Connie, le apreciaba, era su mejor amiga y compañera, únicamente eso, siempre fue así. Quizá con Spinel había iniciado como un juego, entró en confusión, pero ya lo tenía claro, no eran solo las hormonas. Compartían más allá de una simple atracción.

Repasaba cada facción de su rostro; sus muecas en diversas ocasiones; su sonrisa siempre deslumbrante. Sus diferentes fases... Una niña a la que le encantaba jugar, y al mismo tiempo, alguien con carácter y dureza.

Dos días pasaron volando, y él creía estar haciendo lo correcto, paso a paso... Debió solicitar más tiempo.

°

En casa le esperaba ese trivial saludo materno, sonrió con falsa bienvenida, en silencioso llanto se aproximó a su cuarto. Cerró la puerta, su espalda se deslizó sobre esta en derrota. Sentía malestar oprimir su pecho, necesitaba dejar salir su frustración, lastimosamente no podía, sus padres se preocuparían.

-¿Quién? ¿¡Quién!?- se cuestionó a sí misma.

Durante su partida pasaron cosas, era evidente, pero, vamos... ¿Tanto? Imposible.

No, no iba a tirar la toalla. Intentaría las cosas una vez más, si Steven no se daba cuenta antes, podía volver a hacerlo entrar en razón. Por el contrario, si no era correspondida, se daría por vencida.

°

El itinerario de hoy:

-Disculparse con Garnet

-Hablar con Spinel

-Hablar con Connie

Sonaba fácil, lo repetía una y otra vez en su mente.

El día era hermoso, pacífica mañana y armonioso despertar. Estaba enfocado, no perdería de vista su objetivo principal. No paraba de dar vueltas al asunto, por fin tendría que confesar su verdadero sentir, se hallaba nervioso.

Estaba a punto de salir, a punto de...

-¿Connie?- la morena estaba frente a él.

-Hola ¿Puedo pasar?- preguntó tímidamente.

-Oh... Claro-

Se sentaron en el sofá, la pierna del joven se movía en señal de ansia, no negaría que llevaba algo de prisa.

-¿Sucede algo?- no sería grosero, le atendería el tiempo que fuera necesario.

-Steven, aquel día que te besé al final de nuestra práctica- se detuvo un momento al observar como la mirada ajena se clavaba en ella, pero no, no iba a flaquear, sería directa.- Yo esperé que tú correspondieras, estaba arriesgándome a tirar nuestra amistad en caso de que no lo hicieras, pero para mi alegría infinita, no me rechazaste, creí que eso era suficiente para que pudiéramos iniciar una relación más madura, más romántica- tomó la mano contraria, acariciaba el dorso haciendo círculos.

Se acercó a él, quería probar.

-Te he guardado cariño desde hace mucho, con el tiempo me he sentido más apegada a ti- hizo una pausa para encararle más cerca.- Te amo- con esas últimas palabras el contacto entre sus labios se volvió tangible.

Era áspero, por más sentimientos que desbordasen de su interior, claramente no había un rayo de esperanza que le diera ánimos de seguir. Se separó a la brevedad.

-Pero... - confirmó sus sospechas, ya no existía ese amor que con tanto cuidado trató de intensificar.

Estaba a punto de continuar hablando, se pasmó cuando constató la presencia de una gema que los observaba.

Si hubiera sido Amatista... Perla... Hasta Garnet...

-Spinel- susurró con pánico el de tez clara. Al ver que la morena no continuaba con su discurso decidió enfocar su mirada donde algo parecía distraer su habla.

La de coletas estaba rígida, sus manos temblaban, sus ojos se cristalizaban.

-No, tranquila, no es lo qué estas pensando- el de pelo azabache se levantó inquieto, trató de aproximarse a ella, no fueron ni dos pasos cuando la otra corrió lejos de su alcance.

Le siguió, brinco a brinco, salto por salto, se perdió en la naturaleza.

¿Por qué ahora?

No quería que se hiciese la idea equivocada, era muy fácil malinterpretar.

Pobre iluso, no todo era borrón y cuenta nueva, no sabía a que se estaba enfrentando...

°°°

Les tengo una noticia... El capítulo siguiente es el final.

Yo, viendo cómo se preguntan con que pareja terminara esto

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Yo, viendo cómo se preguntan con que pareja terminara esto.

31 DÍAS DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora