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Recuerdos de guerra 2

Me levanté de nuevo, era ya la séptima vez que me golpeaba realmente parecía no parar su incesante parloteo junto con sus golpizas.

- REACCIONA, ESTO ES UNA VERDADERA ESTUPIDEZ ¿ACASO NO CONOCES LAS REGLAS? TU DEBES CASARTE CON UN DIOS, SI SIGUES CON ESTO LA ÚNICA OPCIÓN QUE ME QUEDARA SERA ASESINARTE - Al final si había pasado que un Kaio se enamorara de alguien más, alguien ajeno a un Dios.

Flashblack

- Señor Daikishan, yo sé que esto no es lo correcto pero hemos decidido no mantenerlo oculto por el respeto que le tenemos a usted y a Zenosama - El señor Gowasu hablo por nosotros mientras Pire, Bardock y yo nos hallábamos a su diestra esperando lo peor.

- Las reglas son claras, pero, El señor Zenosama y yo hemos acordado una práctica solución, Dirijanse al planeta del que hubiese sido el esposo de Zamas platiquen o lleguen a un acuerdo con él, luego vuelven conmigo, la decisión que el tomé nosotros la aceptaremos sin interferir, también se la comunicaremos a los demás dioses de los otros universos - El señor Daikishan había tenido piedad, ya que antes menciono que el Kaio que no se casará resultaba inútil, al no ser de utilidad lo asesinaban pero en este caso había un gran potencial que el hijo de nosotros dos fuera poderoso, incluso podría llegar a ser un Dios, eso incentivo a ambos a tenernos  consideración pero aun dudo si el Dios que mencionan piensa igual.

- Se lo agradezco en sobremanera, nosotros le informamos al regresar - Sin más titubeos nos despedimos, luego nos teletransportamos directamente hacia el planeta del susodicho Dios, ahora que lo pienso ni se su nombre, luego de caminar un poco en segundos apareció él con su ángel.

- Por fin ha llegado mí futuro esposo, ¿Por qué han tardado tanto? - Según la tradición el Sayan era el primero en hablar así que Bardock así lo hizo.

- Señor Monak ha habido un cambio en los planes - El Dios con aspecto imponente lanzó una ingrata mirada hacia Bardock.

- ¿De que hablas? No es momento de mofarte, solo entregamelo y lárgate a ese planeta de monos que tanto aman ustedes los sayayines - Definitivamente no le había agradado lo que le dijo, El Dios no tenía mala pinta, su piel era azul brillante, tenía un cuerpo bien hecho sin llegar a excederse, sus ojos eran plateados y tenía la misma estatura de Bardock, pero aun asi yo no me sentía atraído hacia el.

- El hilo no está unido a usted - Con simples palabras causaba que Monak se enojará - Le mostraré - No tengo idea de cómo hizo aquello pero de la nada un hilo brillante de color dorado comenzó a aparecer en mí dedo e hizo su recorrido hacia que en principio parecía Monak pero luego dio una vuelta y termino en el dedo del único sayayin ahí.

- Imposible - Todos estaban atónitos, a pesar de nosotros saberlo, no lo habíamos visto, esto era prueba suficiente sin embargo Monak no parecía convencido - Me estás diciendo que le intentas robar el esposo a un Dios, tú, un simple sayayin - Se acercó intimidante mientras el hilo desaparecía.

- Si así es, yo no permitiré que esté Kaio se case a no ser que sea conmigo - Bardock, sabía que deseaba con todo su orgullo reírse en ese momento pero aun asi se contuvo, mientras el Dios se encontraba ya tomándolo de la camisa para propinarle un golpe.

- Tienes 10 segundos para pedirme perdón por tu osadía, o no tendré más opción que pelear por el Kaio - Aunque no lo había mencionado, yo poseía el poder de leer mentes, y su mente me mostró muchas cosas, que no me esperaba, en ese momento vi recuerdos, el había visitado el planeta sagrado y ya me había visto, por eso se había convertido en Dios, el se había enamorado de mí y al ser el Dios del universo 10 se casaría con el Kaio del mismo, yo era aquel Kaio, todo estaba planeado.

Con furia lo separe de Bardock y ahora fui yo quien lo tome de la camisa, lo levanté mientras levitaba queriendo explicaciones - Yo no me casaré contigo, no puedo creer que fui tan solo una pieza de puzle, planeaste todo -  Estaba realmente molesto, yo no le pertenezco a nadie para que el me crea suyo.

- Así que puedes leer la mente - Parecía ilusionado, no sorprendido - Solo retractate de está locura, no mereces a alguien tan simple como él, en cambio yo puedo hacerte el Dios más poderoso de todos, solo imagínate nuestros hijos, Por Kami, serían magníficos más con toda la belleza que tienes - Su mente me daba asco, aún sabiendo lo que había hecho seguía pensando que yo iba a decir que sí - Zamasu, yo no quise usarte, no lo veas así, solo, que sino lo hacía así, estaría cometiendo un crimen, no puedes casarte con alguien que no sea un Dios, tu lo sabes - Yo realmente quería golpearlo pero así no resolveriamos nada, el muy idiota me tomo de las manos, acercó su rostro y me beso, yo no podía safarme y el me seguía besando sentía como saboreaba mis labios.

- Sueltálo imbécil - Bardock quiso arrematar contra él pero fue detenido por Pire, yo como pude tomé fuerza y lo patié en su estómago tirándolo al suelo, y saben algo al diablo todo a este miserable le parto la cara, ya furioso me subí a el y comencé a golpearlo en la cara, tenía aún saliva de él en la comisura de mí labio pero eso no me importaba, yo solo quería matar a este tipo.

Fue así como comenzó una gran pelea, primero Bardock me quito de el,  Monak y él pelearon, pero el Dios quien contaba con más fuerza ganó dejando desmayado al sayan, el ángel uso un rayo que hizo dormir a mí maestro y a Pire, entonces ahí fue donde le hice frente a Monak.

Y bueno volvemos donde empezamos, ahí estaba yo tratando de seguir pero realmente no podía.

- Desde hoy has creado una guerra entre tu y yo - Era más que evidente que era cierto, como pude me dirigí dónde se encontraban todos y nos teletransporte hacia el templo de Zenosama mientras caía desmayado, si guerra quería, guerra tendría.


(Bardock x Zamas) Te amo y eso es lo único que tengo claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora