Fin

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Ya era de noche, todos se fueron a dormir después de pasar todo este día tan agotador, Zamasu quien se encontraba en el baño alistandose para dormir se observaba detenidamente notando por fin que su cuerpo no era el mismo que recordaba tenía, él recordaba tener veinte años pero según le dijeron ya pasaron quince años desde eso, su rostro ya estaba cambiado, y si observaba con quietud se daba cuenta de marcas de dientes por todo su cuerpo, cicatrices de mordeduras, su pierna izquierda estaba llena de estas, al tocarlas un deyavu le recorrió el cuerpo como si de un escalofrío hablase.

El mayor dejó bien marcado donde mordió haciendo que sangre saliera incluso y sin demora siguió con su ritmo penetrando con fuerza, sus ojos se perdieron en los contrarios - No te atrevas a curarte esa marca - Gruñó acercándose y llegando más profundo para besarle y morderlo los labios.

Ya había estado en esa habitación observándose, lo recordaba.

- ¿Zamasu ya estás listo para dormir? - La voz de Bardock diciendo aquello también lo recordaba.

- Amor es hora de dormir -

¿Y si lo besará?¿Recordaría más? Son esposos después de todo.

- Salgo enseguida - Se vistió aún observándose a los ojos - Es tu esposo - Se dijo a su reflejo en un susurro para terminar de cambiarse y salir encontrando al Sayan sentado en la cama esperándole con aquella mirada perdida.

- Oh... Te enseñaré tu habitación entonces... - Dijo para levantarse cansado y aún distraído.

- Espera... Yo... Quiero dormir contigo esta noche... - Le interrumpió agarrándole el brazo, no quería alejarse.

- ¿Qué? No se si sea una buena idea... Yo aún sigo amandote y no sé si podría controlar el impulso de abrazarte o... Besarte... (Por no decir "querer hacerte mío") - Sorprendido y ya sonrojado apartó la mirada.

- No me importaría en absoluto - Le respondió tomando su rostro para que le viera notando en este un sonrojo, y con eso tomo más valentía para abrazarle de la cintura y ocultarse en su pecho.

- Z-Zamasu... Siempre has sido tan desvergonzado... Me pones nervioso... - Aún sin saber cómo reaccionar puso sus manos en los hombros ajenos tratando que el contrario se separé.

- Quiero recordarte - Suspiró para mirar sus ojos notando nuevamente una expresión de sorpresa, y con el poco valor que le quedaba se puso en puntillas para crear un suave roce entre sus labios, un suave y cálido beso, tan delicado como las flores en plena primavera.

Al separarse los ojos del mayor se miraban iluminados completamente hipnotizado por la dulzura de los besos de su esposo, cuando el contrario le besaba de aquella forma siempre terminaba rendido a sus pies.

Y Zamasu supo al instante que había caído ante su encanto, el recuerdo de cuando tuvieron su primera vez vino a su mente.

- Estoy asustado Zamasu, no quiero lastimarte de ningún modo - Sus manos temblaban sosteniéndole las caderas transmitiendo en su tacto todo el nerviosismo que tenía.

- Sé que no lo harás - Le besó los labios con dulzura para luego verle a los ojos - Confío en ti - Termino diciendo para estremecer al mayor.

Sus manos tocaron su pecho acercándose para besarlo nuevamente, sintió que el beso se profundizaba al ser tomado del cuello, el ritmo cambio de a poco a uno más veloz y las mordidas empezaron haciendo gemir entre el beso al Kaio sintiéndose tan bien en ser poseído como lo recordaba.

- Di que eres mío - Le gruñó extasiado por el placer mientras embestía con fuerza.

- S-Soy tuyo - Respondió en un hilo de voz jadeante por casi llegar al orgasmo entregado en su totalidad a su esposo.

- Ah - Se separaron jadeantes del beso sosteniendo su peso mutuamente recuperando el oxígeno.

Bardock le abrazo de la cintura para poder cargarlo y sostenerlo alrededor de sus caderas, era imposible no caer ante sus caricias y ahora mismo no le importaba aquello.

Se acercó con sutileza al cuello ajeno regalando suaves besos, recibiendo en recompensa un pequeño gemido que le estremeció, lamió su clavícula saboreando la cálida piel, quizás Zamasu sabía cómo tenerlo dispuesto pero en la cama él era el que dominaba y se iba asegurar que lo entendiera ahora mismo.

- Ya no hay vuelta atrás Zamasu, te marcaré de mi propiedad cuántas veces sea necesario para que me recuerdes - La voz ronca en su piel le saco otro gemido.

Estaba empezando a recordar, y aquello le ponía ansioso, ansioso por lo que venía, cada recuerdo le despertaba más.

- Te amo -






(Bardock x Zamas) Te amo y eso es lo único que tengo claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora