XXI

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Te necesito

Su mirada estaba completamente ida, sabía que Zamasu estaría seguro con sus hermanos, ahora su mayor precaución era lidiar con la falta de memoria ¿Como podría acercarsele? Era un desconocido para él, incluso sus hijos eran unos desconocidos.

- Bardock... Ya ha llegado - Anunció con suavidad Gine.

- ¿Esta bien si lo recibo? - Giró en sus talones para observar con atención aquella entrada.

- Sería lo mejor, eres el más indicado para darle explicaciones - Sonrió con seguridad, conocía bien a ambos para opinar.

Mientras él suspiro tomando fuerza para enfrentar al amor de su vida, era difícil para él, pero ahora era el único que podía hacer algo... Devolver los recuerdos perdidos de su esposo sin perderlo en el proceso... No recordaba los últimos 20 años... Significaba que tampoco sabía acerca de sus hijos... Es como si el no hubiera vivido su propia vida... Era subreal... Miró con atención a todos sus hijos que recibían a Zamasu... Observó su rostro dulce de confusión al ver a tantas personas nuevas, su delicados labios curvados y lágrimas abordaron sin querer y el Kaio lo notó, ambas miradas se detuvieron en el contrario fundiéndose en un nítido deseo de necesidad, quiso correr a abrazarlo pero su cuerpo no reacciono, se quedó estático con las manos estiradas... El corazón de Zamasu latió con fuerza de una manera agradable, su instinto actuó y corrió con gran agilidad hacia Bardock, tumbandolo en un merecido abrazo, se refugió en aquellos grandes brazos, mientras se llenaba de su olor, se relajo ya sintiéndose a salvo por fin, desmoronando en lágrimas contenidas.

Sus cuerpos se sentían completos una vez más, sus corazones hacían melodía a sus mentes, recordándoles millones de baladas, respiraron profundo ambos aromas, sentían que no se alcanzaban para transmitir tantos sentimientos retenidos así que se abrazaban con fuerza buscando llenar el vacío de la ausencia que sintieron al separarse.

Bardock quiso besarlo, llenarlo de besos y caricias por todo el rostro, hacerlo sentir seguro, decirle al oído cuanto lo amaba, pero no lo hizo, simplemente no podía.

Se quedaron desahogandonse ahí en su propia calidez, mientras el deseo de necesidad parecía crecer.

Zamasu saco valor de lo más profundo de su pecho, evitó tartamudear en el proceso para declararle - Te necesito... De verdad eres mi alma gemela, sin ti moriré -




(Bardock x Zamas) Te amo y eso es lo único que tengo claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora