(Bardock x Zamas) Te amo y eso es lo único que tengo claro

XVI

Hechizo

Su respiración menguaba y solo la poca luz de la desconocida habitación donde se encontraba le hacía sentir peor ¿Acaso había sido un sueño aquello? Había parecido tan real, pero ahora dudaba de todo lo que vivió.

- ¿Amor? ¿Estás despierto? - ¿Amor? ¿De quien era esa voz? ¿Que estaba pasando para que le hablara tan preocupado? Sus ojos se abrieron un poco, sentía un poco de mareos y náuseas, pero su respiración adolorida le hacía olvidar un tanto su malestar.

- ¡Zamas! Gracias a Kami que despiertas, estaba muy preocupado ¿Tienes sed? - El sujeto corrió a una mesa para tomar un vaso con agua, ya que se dio cuenta de que no podía con mí garganta.

Llego y me lo dio, yo enseguida me lo tomé todo, fue un alivio, ya sentado inspeccione la inusual habitación, nunca jamás en mí vida había visto tal lugar, pero un sentimiento de dejavú recorrió todo mí cuerpo.

- ¿Cómo te sientes? ¿Quieres que te traiga algo de comer? - Claro que tenía hambre, pero, ¿Por qué me ofrecía comida? Soy un extraño, bueno quizás me encontró en la calle cuando fui atacado por aquel misterioso sujeto y ahora se encontraba ayudándome, o talves él, fue el quien me lastimó y por eso se porta así, para que crea que él es el bueno - ¿Zamas? - ¿Pero como sabe mí nombre entonces? De seguro es un acosador, hace rato me dijo amor - ¿Te encuentras bien? - Bardock al notar como el contrario se encontraba perdido decidió acariciar su rostro, atrayendolo a la realidad de inmediato.

- ¿¡Cómo te atreves a tocarme!? Si ni siquiera te conozco - con esto me confirma que me quiere violar.

- Zamas, no bromees con cosas serias - Bardock parecía no comprender a cabalidad que pasaba realmente.

- ¿¡Bromear!? Yo no bromeo, no te conozco, nunca te he visto en mí vida - Su voz era sería y por más que deseara levantarse no podía el dolor no lo dejaba.

- ¿Que dices? Soy Bardock, tu esposo -

- ¿Mí esposo? Eres un sayan, y yo un Kaio ¿Cómo vas a ser mí esposo? - Demasiado descuerdo este asunto para mí - Porque no mejor me cuentas que me ha pasado, me duele todo y no conozco este planeta -

- Zamasu, alguien te golpeó, llevas una semana en reposo -

- ¡¿Una semana?! ¿Pero como así? - ¿Que demonios está pasando?

- Si una semana, y tal parece que perdiste la memoria, dime ¿Que es lo último que recuerdas? - Ese tal sujeto parecía igual de alterado que yo, aunque trataba de mantener la calma caminaba de un lado a otro en la habitación mordisqueando su puño.

- Y-Yo solo recuerdo... haberme desmayado... una silueta negra... Una dolorosa caída... Y bueno... Nada más -

- Esto está gravísimo, pero descuida, iremos con el señor Gowasu, una cara familiar te sentara mejor que mí topado nerviosismo - Su razonamiento me tenía atento, entendía más o menos que él estaba desesperado, veía como deseaba sacar un grito de angustia pura, pero, se contuvo, y más de eso ha mantenido los cabales, aunque es extraño y singular, también es alguien bien centrado.

- ¿Acaso me conoces? - No lo pensé, solo salió de mí boca como una respiración cualquiera, fue sorpresiva la pregunta incluso para mí.

- Zamas - inmediatamente se acercó a la cama mientras se arrodillaba para quedar a mí altura - Tú en este momento estás confundido, pero tienes que saber qué no te haré daño, créeme - ¿Cómo creerle a un completo desconocido? - mira, te conozco mejor que nadie, haber hazme cualquier pregunta, algo que nunca hayas dicho a nadie, o nunca hayas soltado en voz alta, cualquier cosa - ¿Cualquier cosa? Okey, debe haber algo.

- Bueno... Mmmm... ¿Que poder tengo? - Jamás le he dicho a nadie aquello, ni a mí propio maestro, y bueno ahora que lo pienso, he estado tan nervioso que ni me he acordado que puedo leer su mente.

- Lees las mentes - ¿Que ha dicho? Es imposible que sepa aquello, ni a mí propia sombra le he contado eso.

- ¿Acaso tu también lees las mentes? Es imposible que sepas eso sino - Intenté buscar en sus pensamientos y efectivamente decía la verdad.

- No, mí querido Zamasu, yo no tengo ese don, y es algo que nadie más sabe ¿Ves que no te miento? Puedes confiar en mí - De verdad que este hombre es muy intrigante.