Little Fairy [BTS X Hoseok]

Cap. 8 (+18)

Los muchachos estaban comiendo en una sola mesa mientras hablaban de las anécdotas de su juventud. Su padre estaba feliz hasta que nombraron a un hombre, su sonrisa desapareció y eso preocupó a Hoseok un montón, quién era el hombre que de tan solo mencionarlo cambió el humor de su padre.

Hoseok estaba ya cambiado, no aguantó mucho con la ropa mojada y fue hasta su cabaña por algo seco. Cuando se dio cuenta ya eran las siete y diez minutos y se levantó de la mesa con un vaso de sprite.

-Voy a caminar un momento, no me esperen aquí, voy a ir directo a mi cabaña después de esto.

-Te acompaño, quiero digerir la comida- dice Namjoon y antes de que le dijera no ya se estaba poniendo a su lado con una sonrisa. –Solo será un momento, luego iré a dormir.

-Claro- intentó sonreír y despidiéndose de los demás se fue junto con Namjoon. Cuando estuvieron por el sendero que estaba por un bosque de altos árboles Hoseok se detuvo.

Le miró directo a la cara y esperó un momento antes de hablar.

-Tengo que ir con Sana, así que aquí tomemos caminos separados- le dice y pasa por su lado para ir a las cabañas. Se sorprende cuando una mano se posa en su antebrazo y le impide seguir con su caminata.

-Lo siento, pero no vas a ir- su voz es muy grave y cuando Hoseok intenta zafarse, Namjoon la hala un poco y le apega a su pecho y le abraza con fuerza por la cintura para que no se vaya.

-No hagas esto, le dije que iría. No eres mi padre para que me impidas hacer algo. Lo que vaya a hacer con ella- queda a medio hablar ya que Namjoon lo interrumpió con un beso en su boca. El menor estaba muy sorprendido, no se movió ni pestañó hasta que Namjoon se alejó.

-Podemos pasar el tiempo que vas a estar con ella a solas, adueñarnos de un árbol y hacer lo que ambos queremos. Puedes dejar que yo haga contigo lo que ibas a hacer con ella- Hoseok jamás pensó que Namjoon iba a ser el que iba a coquetear, bueno, a ofrecerse sin filtros ni nada.

Eso logró hacer que el menor cayera ante sus encantos y asintiera ante la propuesta. Namjoon condujo a Hoseok fuera del sendero iluminado y lo llevó junto a un árbol inmenso donde estaba totalmente oscuro y lejos de todo el conjunto.

El mayor comenzó a besar el cuello de Hoseok y a desabotonar la pantaloneta para bajarla junto con la ropa interior del menor. El menor hizo lo mismo con Namjoon y ambos quedaron solo con sus camisetas puestas.

Namjoon acostó a Hoseok sobre los pantalones medios arreglados para que no tuviera contacto directo con la hierba. Con una sonrisa levantó la camisa del menor e hizo que la mordiera para mantenerla alzada.

Sus manos grandes y venosas comenzaron a pasearse por aquel pecho de piel leve y perfectamente bronceada. Sin poder contenerse llevó su boca a uno de sus botones y deslizó por allí su lengua. Hoseok gimió alto pero la camisa en su boca lo amortiguó y lo hizo sonar más erótico y sensual.

El mayor comenzó a jugar con ambos botones erectos hasta que estuvieron cubiertos por saliva y muy sensibles hasta por una mínima respiración sobre estos. Llevó dos dedos ensalivados a la pequeña entrada de Hoseok.

-Respira y gime para mí, bebé- introdujo dos dedos de un solo golpe lo que le sacó un grito al menor. Comenzó a moverlo con rapidez ya que quería follarse a aquel niño provocador, estuvo moviendo aquellos dedos mientras escuchaba los bajos gemidos de placer.

-No demores mucho- dice Hoseok mientras le ve con sus pupilas dilatadas y cubiertas por lágrimas que en unos segundos se desbordarían por el inigualable placer que le iba a dar.

Namjoon le sonríe y sin pensarlo mucho hace que Hoseok se coloque en cuatro, esa posición era la que más le encantaba, podía tener todo el control y disfrutar de una increíble vista. Llevó su miembro a la entrada del menor y se fue adentrando lentamente, quería disfrutar al máximo y solo lo haría si llevaba todo con calma.

-Sí, me-e... llen-a tan bi-ien- habla entrecortado por la penetración. Namjoon se empujó con fuerza hasta el fondo y Hoseok soltó un grito de fue interrumpido por una mano grande.

-No quiero que un guardia venga y nos vea así, vamos a ser silenciosos y disfrutaremos esto, cariño. Te demostraré que los adultos somos mejores en la cama que cualquier adolescente hormonal inexperto-

Hoseok asiente y pone su cabeza sobre el pedazo de tela. El mayor comienza a sacar su miembro y sin sacarlo completamente se hunde de nuevo con fuerza en aquella entrada que lo apretaba de maravilla. Comenzó a embestir con fuerza mientras lo tomaba de sus caderas y lo empujaba hacia adelante y atrás para mejorar la penetración.

El chocar de sus pieles hacía eco en aquel bosque y los gemidos bajos y soniditos que salían de la boca de Hoseok lo acompañaban en una sintonía que aumentaba el morbo. Namjoon comenzó a penetrarlo lento y aun ritmo que enloquecía al menor.

-Nam, Nam, Nam- repetía cada dos segundos mientras sus manos halaban el césped y sus ojos derramaban lágrimas de placer al ser tocado consecutivamente en su punto dulce. El mayor metía y sacaba su miembro sin descanso. Namjoon se detuvo un momento e hizo que Hoseok pegara su espalda a su sudado pecho.

Fue el menor quien comenzó a moverse para ser penetrado por ese gran miembro. Estuvieron así hasta que Namjoon llegó a su orgasmo dentro del menor con un gemido amortiguado por la mordida que le dejó a Hoseok en su cuello. El menor solo pudo gemir por el placer de ser llenado y por aquella mordida que le llevó a su orgasmo tan ansiado.

Ambos se quedaron agitados pero no se separaron ni un centímetro. –Eres tan malditamente adictivo que tengo miedo de o poder dejarte. Quiero poseerte hasta quedar inconscientes por el placer- le susurra Namjoon en la oreja mientras comienza a lamerla.

-Quiero que se repita, eres tan bueno en esto- Hoseok es quien se separa y gime cuando saca aquel miembro de su culo, se siente tan vacío y adolorido. Ambos comienzan a vestirse y regresas a sus cabañas a paso lento. Antes de ingresar a la cabaña Namjoon besa en la boca a Hoseok apasionadamente y luego se va.

Cuando Hoseok entra va directo a la ducha y luego a su cama y se acuesta para enseguida quedarse dormido por la actividad física recién hecha. Pensó que eso iba a ser todo por la noche hasta que sintió unas manos pasearse por su espalda y glúteos suavemente.