Little Fairy [BTS X Hoseok]

Cap. 19

Hoseok

La fiesta es en una casa de tipos universitarios por lo que hay hombres maduros y muy guapos dando vueltas por toda la casa con camisas apretadas y sudadas. No creo aguantar mucho con tanta testosterona flotando por el lugar.

-No se pierdan por mucho tiempo ni beban algo que ya esté abierto dice Yugyeom y asentimos. Sana está muy hermosa esta noche, su vestido corto de lentejuelas de tirantes se le pega a su curvilíneo cuerpo con fuerza.

-Sana, si hay algún chico que te interese aparte de mí, no dudes en ir tras él. Puedes escoger a cualquier chico como yo lo haré.

-Ten por seguro que lo haré. Aunque me debes una noche y pienso cobrártela luego. Ahora vamos a follar y emborracharnos.

-Así se habla- digo y paso una mano por mi cabello y empezamos a caminar hacia la entrada mientras evitamos chocar con las personas que están en el jardín delantero.

Mis tetillas rozan el material de mi camisa transparente lo que me hace excitar un poco. Cuando entramos a la casa supe que esta sería una de esas fiestas que terminan como "Proyecto X".

-Nos vemos en este lugar a las once, tienen tres horas para follarse a los que quieran- no respondo, solo alzo mis pulgares por la música a alto volumen y me dirijo a la mesa donde hay botellas cerradas de cerveza. Miro a mi alrededor para ver mi presa de esta noche, alguien no tan joven y con un cuerpo atlético.

Sé y siento las miradas que me dan los que me rodean y sonrío con mi ego por las nubes, me alejo de la mesa con mi botella mientras me muevo suavemente al ritmo de "The Weeknd". Voy hacia lo que se supone es la pista de baile y comienzo a mover mis caderas sensualmente de un lado a otro.

Llevo mi mano libre al comienzo de mi pantalón ajustado y comienzo a dar una vuelta muy lentamente con movimientos circulares de cadera mientras paso la lengua por mis labios y la mano con la botella la elevo sobre mi cabeza. Ya tengo muchas miradas y sonrío hacia un hombre que es mi tipo para esta noche.

Llevo la botella a mi boca mientras le miro y le guiño sensualmente para alentarle a que se acerque. Y creo que capta la señal ya se acerca hacia mí con su botella de cerveza. Necesito joder con alguien ahora mismo. El tipo es alto y se agacha para susurrar en mi oído.

-Tú y yo en el baño de atrás, jodiendo contra la pared.

-Vamos ahora- le respondo y él con una gran sonrisa me toma la mano y me lleva a través del mar de gente hacia un cuarto en la parte trasera de la casa. Me acabo la cerveza y dejo la botella en el piso antes de entrar al pequeño cuarto.

(...)

-¿Te gusta esta fiesta?- le miro mientras me abrocho mi pantalón y acomodo mi camisa.

-Sí, tienen buenas cervezas y todos son muy guapos.

Me veo en el reflejo del espejo y las marcas rojas que me hizo este chico son muy visibles. Fue un buen tipo a la hora del sexo, no fue infantil ni habló de más sobre cosas sin sentido. Me arreglo el cabello y me doy vuelta para llegar a la puerta.

-Soy el dueño de la casa y el organizador de esta fiesta, y a decir verdad no te he visto antes por alguna de mis fiestas.

-No voy mucho a fiestas de universitarios. Tengo diecisiete años por lo que voy a fiestas con chicos de mi edad- me apoyo en la puerta para mirarle.

-Wow, estoy en graves problemas. No quiero una denuncia por estar con un menor de edad.

-No te preocupes, las salidas y jodidas de una noche son porque quiero, así que no voy a demandarte ni nada por el estilo. Me voy, fue un gusto.

-Quiero verte de nuevo, reamente me gustaste mucho. Dime tu nombre o dame tu número.

-No puedo darte esa información, no va a haber una segunda vez, así que no es necesario darte mi nombre. Bye.

Salgo rápidamente del baño y voy hacia la mesa donde tienen las cervezas y algunas sillas, me siento y veo por toda la casa, la sala está llena de chicos casi cogiendo con sus parejas, otros tomando y riendo por cualquier cosa.

Abro mi botella y doy un gran sorbo para calmar mi sed, la música a todo volumen, las personas bailando y teniendo sexo con ropa no es nada nuevo para mí. No sé desde qué momento comenzó esto, ahora no puedo detenerme ni aunque quiera hacerlo. Estoy sucio pero no me arrepiento de nada.

-No pensé verte por aquí, Hoseok- maldita sea, Jay me mira casi furioso mientras se sienta a mi lado.

-Quise salir un rato, papá no estaba y tuve la oportunidad de hacerlo.

-Entonces no me contestabas por eso. Tu querido papi estaba en casa.

-Así es, no podía salir porque estaba con él y sus amigos.

-Ya que estamos aquí, sería bueno tener un momento único en algún cuarto de esta casa. Tengo los caramelos que usamos la anterior vez.

-Acabo de follar con alguien más. Deja que descanse un poco.

-No es problema que estés cansado, sabes que con dos caramelos se te llena el cuerpo de energía.

Suspiro y me acabo la cerveza en varios tragos y me pongo de pie. –Vamos, quiero bailar luego.

Me sonríe y me lleva de la mano casi corriendo por las gradas al segundo piso y nos encierra en una habitación. Enciende la luz y veo la cama, el escritorio, libreros, piezas de colección en muebles. Es el cuarto de un hombre.

-¿Tienes permiso para usar este cuarto?

-Sí, el dueño de la casa es uno de mis amigos más cercanos. Puedo usar cualquier habitación de esta casa.

Me acerco a la cama y me siento en el borde para sacarme los zapatos. Jay se acerca y su mano e pone delante de mi boca, la abro cuando veo la pequeña pastilla de droga, es la que se ha vuelto famosa en estos tiempos y todos as quieren usar. Me gustan y han sido muchas veces las que he consumido.

Jay se lleva una a la boca y luego saca otro tipo de droga que se pega en la lengua. No soy de los que combinan drogas por lo que rechazo la que me da. Me acuesto en la cama cuando siento los efectos levemente.

Siento sus manos quitarme la ropa lentamente y el mínimo roce provoca un escalofrío en todo mi cuerpo. Colores y más colores por toda la habitación. Sin duda amo hacer esto.