Capitulo 10

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Mila Rinaldi

Había un sonido molesto que no dejaba que siguiera durmiendo. Suelto un suspiro abriendo lentamente los ojos, la clara y tediosa luz de la mañana atravesaba la ventana dificultándome la tarea de ver bien. El ruido vuelve a aparecer y, aun en la abruma de sueño, busco el sonido. Es mi teléfono, y la imagen de Emma tintinea en la pantalla. Lo tomo soltando un bostezo y contesto.

-Hola- contesto

-No voy a gritar de la emoción porque no sé si lo tienes al lado, pero amiga, estoy orgullosa de ti, -suena emocionada -pero tienes una junta de padres en la escuela de Alec, perdón por bajarte de tu nube.-Maldita sea lo había olvidado, soy una terrible tutora. Se suponía que no era obligatorio asistir, pero le di mi palabra a William.

-Gracias por ser mi agenda viviente. Te debo una

-Oh claro que no, me debes el chisme. Te veo en una hora -se ríe y finaliza la llamada.

Dejo mi teléfono de lado y me incorporo en la cama. Nikolai no esta a mi lado, ni siquiera hay rastro de que este por la habitación y sin caso, me encamino a mi ropa para poder irme. Me coloco el sujetador, los tacones y cuando tomo el vestido entre las manos, la puerta de lo que parece ser un baño, se abre. Nikolai aparece con una toalla en la cintura y con el pelo completamente mojado. Gotas de agua se deslizan por todo su cuerpo y aparto la mirada de su torso cuando se aclara la garganta divertido.

-¿Buscas esto? -Mi tanga negra se balancea entre sus dedos y puedo ver que está completamente rota.

-Creo que te la dejare de recuerdo- digo sarcástica.

-¿Ya te vas? -Pregunta yendo a su armario, mi vista se estanca en su ancha y trabajada espalda -¿No quieres desayunar? -Vuelve a preguntar mirándome por encima de su hombro.

Aclaro mi garganta.

-Llevo prisa, no podrá ser - me giro, para poner mi vestido - ¿puedes ayudarme con el cierre? -Lo provoco y en menos de un minuto lo tengo moviendo sus dedos sobre mi espalda.

Sus dedos se pasean por mi piel con tranquilidad, puedo escuchar como suspira mientras deja un beso en mi cuello. Mi piel se eriza y me encuentro inclinando mi cuerpo hacia él, aterrizando en su espalda.

-Tenemos una conversación pendiente, Mila.

-¿Sobre qué?

Nikolai me gira y sus manos sujetan mis caderas con posesividad. Ambos nos miramos a los ojos.

-Sobre lo que sucedió entre nosotros.

-¿Hablas de la acción que tienen todos los humanos en el mundo? -Me burlo, pero él tiene el rostro serio.

-Hablo de lo que pasará después de que abandones esta casa.

-¿De qué estas hablando?

No contesta de inmediato, lo cual solo ayuda a que mi nerviosismo se incrementarse, solo me mira serio y en silencio.

-Hablo de que cuando salgas de aquí, Mila, nada volverá a ser lo mismo. Te quiero en mi cama hasta que, esto que ambos estamos sintiendo cuando nos tocamos, se enfríe - lo dice tan serio que dudo si me esta mintiendo o no. Busco algo en sus ojos que me diga que es una broma, pero lo único que sus ojos transmiten es pura y exclusivamente determinada.

Vuelvo a pensar en sus palabras por un pequeño momento, sabia que lo yo podía decir a continuación podría arruinar el momento, volver incomodo todo, hasta podría arruinar la relación de trabajo que ambos tenemos y tanto quise cuidar.

-Bueno ... ambos la pasamos bien ayer - digo-, no creo que haya ningún problema en seguir con esto.

Parece complacido y aliviado, deja un beso en mi frente, que me deja descolocada, y asiente con la cabeza.

Nunca nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora