Love is Danger

Packages

Louis se levantó al sonar de la alarma como todos los días y suspiró una vez antes de estirarse, notó que a pesar de recordar haberse dormido en el sillón ahora estaba en la cama, sonrió para sí y luego se regañó mentalmente convenciéndose que era mejor dejar de pensar estupideces y levantarse antes que Harry se enojara porque llegaba tarde, se puso su ropa de entrenar y salió, estaba acostumbrado a ver la casa obscura, siempre era el primero de los dos en estar de pie, pero no esa mañana, la silueta del rizado se encontraba sentado a la mesa, con todo el torso recargado en la misma, a su alrededor había montones de papeles y una pluma descansaba cerca de su mano. Louis se acercó lentamente, con miedo a recibir un golpe si hacía ruido demás se dispuso a dar un vistazo a los papeles que pudiera, la mayoría de ellos eran cuentas y más cuentas, él nnca había sido bueno con las cuentas, pero no era estúpido, sabia que los números con más de cuatro ceros, eran gastos muy grandes y la mayoría de esos papeles tenían cantidades así, por primera vez desde que vivía con Harry se preguntó realmente ¿cuánto dinero tendría el rizado? Tendría que ser mucho para poder pagar todo eso. El sonido de la respiración de Harry lo asustó y como acto reflejo se alejó inmediatamente de la mesa, cuando volteó el rizado solo se había acomodado y seguía profundamente dormido.

No descansó nada, pensó el chico de ojos azules y decidido a no molestarlo, salió y comenzó a ejercitarse por él mismo, cuando terminó su entrenamiento mañanero volvió a entrar en casa, Harry ya no estaba en la misma posición, ahora se encontraba parado en la cocina tomando na taza de café, la parte inferior de sus ojos estaba adornada con ojeras y tenía cara de cansancio.

- ¿Por qué no me despertaste?-dijo una vez que el chico había terminado de entrar

-Te veías cansado-respondió Louis alzándose de brazos- y pensé que no era... bueno que no era necesario despertarte, después de todo sé qué hacer.

El rizado suspiró, después dio un sorbo a su taza de café.

-Hoy no irás a la escuela

- ¿Cómo?

-Hoy no irás a la escuela- repitió girando los ojos- en serio te llevaré a examinar los oídos Louis.

- ¿Y por eso voy a faltar a la escuela?

-No seas idiota, no irás a la escuela porque tengo un trabajo para ti.

Tengo un trabajo para ti, la frase se le quedó en la cabeza por unos segundos, ¿qué clase de juego estaba jugando el ojiverde? Llevaba menos de una semana entrenando, Zayn llevaba casi un mes y Niall aún no lo había enseñado a disparar, ¿qué clase de trabajo podía hacer él? Ni siquiera estaba seguro de poder guardar la compostura si alguien que no fuera Harry le apuntara a la cabeza, de seguro solo se pondría a llorar y mojaría sus pantalones.

-¿Puedo preguntar qué clase de trabajo?-dijo finalmente

-Tranquilízate no vas a tener que matar a nadie, solo necesito que entregues un paquete, yo te llevaré y estaré cuidando que no corras peligro en ningún momento ¿vale?

-No tengo miedo- respondió el más pequeño sonrojándose- solo quiero... es decir... ¿por qué yo?

-Eres pequeño, tienes cara de niño y pasas desapercibido entre la multitud- contestó el rizado- pero necesitaré que uses algo en especial... lo dejé sobre tu cama, ahora duerme un poco, te levantaré cuando sea hora de trabajar.

Louis asintió, se metió en su alcoba y observó el traje que ahora descansaba en la cama, no era más que un uniforme simple de repartidor, una vez más se preguntó ¿por qué él? a Harry le molestaba la idea de que el pequeño formara parte de su grupo, pero ahora tenía la marca, quizá en un lugar donde nadie lo vería nunca, pero la tenía y era lo que importaba, estuvo en cama dándole vueltas a la idea del plan del rizado, hasta que un foco se prendió en su cabeza... Harry no lo creía capaz ni de entregar un paquete, el de rizos estaba seguro que fallaría en el intento y entonces podría humillarlo y tratar de hacer que regresara a casa, la sola idea de un plan tan elaborado solo para eso lo enojó a sobremanera.