Capítulo IV - humane and beautiful

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Dominic despertó antes que Jackson, lo observó dormir unos minutos y luego, se levantó. Se duchó y se cambió en el baño, sería demasiado vergonzoso.

Vistió de un crewneck (o polerón) con un estampado que decía "The Light Is Coming", un choker gris holográfico, unos jeans negros rasgados en las rodillas y unas converse blancas. También sacó una chaqueta de jeans algo más clara y un gorro gris, junto a su clásica mochila.

Le dió de comer a Clemence acariciándole, luego se lavó las manos y se dispuso a hacer el desayuno.

Jackson apareció vistiendo solo su pantalón del día anterior.

- Buenos días.
- Buen día, señor.
- Dom...
- Está bien, Jackson

El joven puso dos tazas y dos platos, uno para cada uno. Puso dos tostadas en cada plato, un vaso de jugo de naranja y sirvió café para ambos.

- Es primera vez que desayuno en mi propia casa.
- ¿Hablas enserio?
- Síp. - dijo bebiendo un sorbo de su café. - Siempre compraba un café para llevar y algo para comer.

Ambos desayunaron en silencio y dedicándose miradas. Jackson le observaba beber y no podía dejar de pensar en lo hermoso que es.

- ¿Quieres una foto? - dijo repitiendo lo que él le había dicho la noche anterior.
- Todavía me debes una respuesta.
- ¿Sobre qué?
- El tatuaje en tu espalda.
- Ya te dije, es una historia larga.
- Pero...
- Llegarás tarde al trabajo y ni siquiera te has duchado.
- Por si lo olvidas, soy tu jefe y dueño de mi empresa, puedo llegar cuando quiera.
- Si no lo olvido, tenías una reunión a las 9, ¿no?
- Si quiero, la cancelo ahora mismo.

El joven suspiró fuerte y agachó su cabeza, se levantó de la mesa dejando los cubiertos y la loza en el lavaplatos, ordenando también la mesa, hizo todo esto mientras Parker lo miraba atentamente.

- Ven acá cuando vuelvas del trabajo y te explico todo.
- ¿No vendrás a trabajar?
- Jackson, ya te dije...
- Está bien, no te obligaré. Pero... - el mayor lo atrapó abrazando su cintura cuando iba a pasar a su lado. - Necesito que me hagas un favor.
- Jackson Parker, ¿pidiendo favores a un simple chico?
- Está bien, me arrepiento.
- No no, dime. - rió el chico.
- Necesito un traductor. Y no hay nadie mejor que tú.
- Puedes conseguir a alguien en menos de 10 minutos.
- No hay nadie mejor que tú. - repitió.

El chico pareció pensarlo un poco y luego asintió.

- Pero...
- ¿Qué pasa?
- No quiero ir formal, no me gustan los trajes.
- Está bien.
- ¿Qué?, ¿así de fácil?
- Sí.

Dom movió los hombros y besó su frente como si fuera lo más normal entre ellos. Jackson se sorprendía cada día más con ese chico.

- Ve a ducharte que llegaremos tarde.
- Voy ahora, papá.

El mayor se duchó en tiempo récord y salió listo, le tomo la mano al chico y salieron del departamento. Pero Dom recordó algo...

- ¿Nos iremos en tu auto?
- Así es.
- Pero, la ventana...
- No te preocupes.
- Jackson...
- Dominic, tranquilo. Ya verás.

Ambos fueron en dirección al estacionamiento del edificio y ahí Jackson sacó sus llaves sacando la alarma del auto. Otro auto iluminó sus luces, era otro deportivo de color gris.

- Combina contigo.
- Jackson, eres un idiota, ¿quién...
- Lo mandé a casa anoche, después de que te perseguí.

Dominic movió su cabeza y se subió al auto, Jackson se veía tranquilo, ni siquiera se le veía preocupado por la reunión. Bueno, así era Parker.

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