Interlude IV: baby of mine.

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La música resonaba en la habitación del piso de arriba.

- Dios mío, ¡Jack, lo está haciendo de nuevo!
- Déjalo, solo es un adolescente.
- Sí, y uno bastante problemático. ¿Cuántas veces nos han llamado de la escuela este mes?, ¡6 veces!, ¡y todas son porque ha molestado a varios chicos de la escuela!, ¡Y tú no le dices nada!
- Demian sabe porqué lo hace.
- Y al parecer, tú también, ¿no?
- Claro que lo sé.
- Trabajas todo el maldito día en la oficina y yo tengo que aguantar las barbaridades que hace nuestro hijo, ¡Es nuestro hijo!, ¡Yo jamás hice esas cosas de niño!
- Pero sí hiciste cosas como un adulto.

El menor lo observó a los ojos, reprochándolo.

- Sabes que no podemos hablar de esos temas, nunca más.
- Tú empezaste primero.
- ¡Te estás comportando como un niño!, ¿qué más quieres hacer?, ¿emborracharte con un montón de mocosos hormonados?
- Tal vez es lo que me falta.

Esta vez, Dominic no aguantó y lanzó el cuchillo que tenía en la mano en dirección hacia el hombre. Se clavó a un lado de su rostro y el mayor lo observó sorprendido.

- Me cansé de todo esto, me largo.

Con lágrimas en los ojos, el chico fue hasta su habitación, tomó una maleta y puso algo de ropa ahí. De todas formas, volvería a buscar lo que le quedaba cuando todo estuviera más tranquilo.

- Dom, no tienes que hacer esto.
- ¿Quieres ser libre?, ahora lo serás.

El mayor iba a abrazarlo, pero el muchacho fue más veloz, tomándolo del brazo y pegándole a la pared.

- ¡No te atrevas a tocarme, Jackson Parker!
- Mi amor...
- Me has estado engañando también, ¿no?
- ¿Qué?
- Revisé las cámaras de seguridad. Volviste con tu gusto a los rubios, ¿verdad?, ¡¿verdad?!.
- Dom...
- Dom, Dom, Dom, no es lo que crees, no es lo que estás pensando, es solo un compañero de trabajo, blah blah blah.

El menor lo soltó y aún sus lágrimas corrían por su rostro.

- Cuando... hicimos todo eso, hace unos años, pensé que de verdad había encontrado a mi alma gemela, pensé que... estaríamos juntos para siempre.
- Duendecillo...
- Cuida a Demian por mí. Sé lo que vas a hacer si me quedo contigo.

Dominic tomó su maleta y se fue. El hombre lloraba en el suelo, mientras que el joven Demian había apagado la música desde hace un rato, escuchando toda la pelea.

- Papá...
- Demian, por favor, ve a tu cuarto.
- Papá, todo esto es mi culpa, lo siento.
- No hijo...

El menor lo abrazó temiendo lo peor.

- Debemos ir a buscar a papá Dom.

Flashback:

La primera vez que fueron al orfanato, Dominic y Jackson no estaban seguros de como cuidar un bebé, mucho menos Jackson, quién ni siquiera le gustaban los bebés.

- Dom, ¿estás seguro de esto?
- Claro que sí, solo míralos, son unos angelitos.

Había un niño de dos años que se encontraba solo, no jugaba con ninguno de los niños. El mayor se acercó al pequeño y se agachó.

- Hola compañero.

Dominic lo observó a lo lejos.

- ¿Qué pasa?, ¿por qué no juegas con el resto de los niños? - el pequeño niño se había puesto a llorar.

Dom se acercó, viendo como Jackson no sabía que hacer.

- Ven aquí, bebé hermoso.

El chico le cargó en sus brazos y acariciando su espalda empezó a cantar.

"baby mine, don't you cry,
baby mine, dry your eyes,
rest your head, close to my heart, never to part, baby of mine.

little one, when you play
don't you mind what they say,
let those eyes sparkle and shine, never a tear, baby of mine."

El mayor lo observaba sorprendido, nunca lo había escuchado cantar antes y con tanto amor.

"if they knew, sweet little you,
they'd end up loving you too,
all those people who scold you,
what they'd give just for the right to hold you.

from your head down to your toes
you're not much, goodness knows,
you're so precious to me,
sweet as can be, baby of mine"

El niño se había calmado cuando el chico había terminado de cantar y ahora dormía en sus brazos.

- ¿Qué?, ¿nunca habías escuchado la canción de Dumbo?
- Nunca miré películas de niños.

El mayor le acarició la mejilla y sonrió.

- ¿Te he dicho que eres lo mejor que me ha pasado en la vida?
- Unas cuantas veces. - susurró.

Después de un mes, pudieron adoptar al pequeño Demian. El menor era un ángel, era muy tranquilo.

Cuando el menor llegó a sus vidas, ambos decidieron dejar todo lo que había pasado atrás.

- Jack, júralo, por tu propia vida, por nuestro hijo, que jamás, pero jamás nuestro bebé se va a enterar de... lo que hicimos.
- Duendecillo, te lo prometo, lo juro.

Fin flashback.

Ahora ambos se encontraban buscando a Dominic, Jack sabía que si su muchacho desaparecía, no podría hacer nada para encontrarlo, ya lo había hecho antes y solo un milagro ocurrió para que pueda volver a encontrarlo esa vez.

Pero... ¿por qué todo se vuelve cada vez más nublado?, ¿en qué momento llegó a un bosque?.

- ¿Dominic?, ¿Demian?
- Jack, despierta...
- ¿Otra vez?
- Despierta...
- ¿Cómo sé que esto es un sueño?

Una vez, todo estuvo en silencio, una sombra negra salió de entre unos árboles.

- Porque tú matarás a Alexander.

grinning soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora