Jackson Parker nació un primero de abril, algo irónico, ya que es el día de los inocentes. Algo que ninguno de su familia era.
Stella y Jesse Parker tuvieron a un hermoso niño, pero a ellos no les importaba mucho, solo querían tener a un heredero a quién dejarle todo lo que Jesse había construido.
Obviamente, como cualquier persona popular o famosa, celebraron los primeros cumpleaños del pequeño de ojos esmeraldas a los ojos de la luz pública, luciendo como una familia feliz. Una familia perfecta.
A medida que el chico cumplió los 6 años, le educaron en casa, con profesores privados, talleres de esgrima, defensa personal y, como no, con un sinfín de tareas y como manejarse en el ambiente empresarial.
El chico solo era un niño, quería hacer cosas de niños, jugar todo el día, colorear páginas enteras de dibujos, ir a un colegio como los niños normales.
Pero el niño iba creciendo y cada vez que iban a un evento público con sus padres, se sentía admirado, se sentía famoso, los flashes de las cámaras le hacían sentir que ese era su mundo.
A la edad de 15 años, Jackson se enamoró del hijo de su ama de llaves, sus padres se enteraron y despidieron a la señora. Jesse le pegó tan fuerte que casi tuvo una contusión en la cabeza. Stella no hizo nada, ninguno quería tener un hijo desviado, así que decidieron tener otro hijo.
Con esta decisión de los mayores, el menor de los Parker comenzó a tener instintos asesinos.
Cuando Stella tenía 4 meses de embarazo, Jackson la empujó de las escaleras. La mujer todavía estaba consciente, el chico se acercó a la cara de la mujer y dijo:
- Si dices algo de esto, te mataré con mis propias manos, tú misma causaste esto. Tú y Jesse.
La mujer fue encontrada inconsciente por la nueva ama de llaves. Llamó a una ambulancia y el señor Parker fue corriendo hacia la clínica.
Cuando Stella despertó, le dieron la noticia a ambos de que ella había perdido al bebé. Jackson sonreía internamente. Claro que tenía una actuación perfecta, él lloraba para no pasar como un sospechoso frente a su padre.
Jesse tenía sospechas de que el chico lo había hecho, pero no dijo nada.
Ahora Jackson tenía otros planes, si ambos le temían, él sería dueño de todo. Y si él era dueño de todo, él mismo podía controlar su propia vida.
El chico empezó a entrenar más duro, se manejaba con todo tipo de armas, cuchillos, incluso espadas. Su masa muscular había subido demasiado, y lo que quedaba del niño indefenso, ahora solo había odio y rencor.
A la edad de 17 años, Jackson le causó una contusión a su padre, le golpeó tan fuerte que el hombre quedó en coma, su madre asustada sabía que su propio hijo lo había hecho.
Y, ¿quién iba a sospechar del pobre hijo de ambos?.
Un día la mujer muy aterrada, llamó a la policía diciendo que su hijo quería matarla. En menos de 3 minutos, la policía llegó y lo único que encontró fue a Jackson estudiando en su habitación.
Como la mujer tenía un historial psicológico, era la excusa perfecta para que Jackson actúe.
- Lo siento mucho oficiales, mi mamá... aún se siente terrible con lo de papá y... no sé cómo controlarla. - el chico había comenzado a llorar. - Trató de ahogarme mientras dormía y... trató de apuñalarme.
El chico levantó su camisa y tenía varios cortes hechos por un cuchillo. Parker sabía que si lo hacía, su madre estaría internada en un hospital psiquiátrico. Lloraba sin parar y los policías se creyeron todo.
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grinning soul
Teen FictionDominic Cooper es solo un joven con una vida dura. Jackson Parker es un demonio, pero muy dentro, solo hace lo que piensa que es mejor. Lucifer con piel de oveja y solo un demonio se verán envueltos en una situación irremediable.