grinning soul

Capítulo VI - dance again

Dominic se alejó de Mike abruptamente, lo miró a los ojos, ya no sabía que decir.

- Jackson Parker, por fin nos conocemos.
- ¿Quién mierda eres tú y qué haces con MI novio?
- Creo que Allie no te ha dicho nada aún.
- ¿Allie?
- Mike, cállate.
- Debería saberlo.
- ¡Mike, nadie puede saberlo!
- Alguno de ustedes me puede explicar.

El menor suspiró.

- Jackson, tienes que irte.
- No me iré.
- Yo tampoco.
- ¡BASTA LOS DOS!, ¡Michael, ve al cuarto!, tengo que conversar con Jackson.

Mike sonrió y fue a la habitación, mientras cerró la puerta, Dominic arrastró a Jackson a la cocina.

- Jackson... es una larga historia.
- ¿Por él estabas llorando?
- Tienes que tener la mente abierta, ¿puedes hacer eso? - el chico esquivó la pregunta.
- Sí, creo que puedo.

El menor lo observó directo a los ojos, como inspeccionando si realmente estaba mintiendo, pero no había nada de eso.

- Ya sabes que escapé para venir aquí. Bueno... Lo demás es mentira. No escapé por mis padres, escapé porque... hice cosas muy malas.
- ¿Qué cosas?
- No puedo decírtelo. Pero lo que debes saber es que... me están buscando. No la policía, pero sí los tipos con los que trabajé.
- También los tipos que me están amenazando. - dijo Mike haciendo aparición.
- ¡¿Qué?!, ¿ellos también?, ¡pero yo no tengo nada que ver con ellos!
- Allie, ellos quieren lo que es mío. Quieren venganza.
- ¡Pero tú no hiciste nada!
- Allie...
- ¿Por qué volviste?, ¡creí haber dejado en claro que esto no estaba funcionando!
- Vine a advertirte, pero también vine a recuperarte.
- ¡No creo que haya nada que recuperar, Michael!
- Basta. - dijo Jackson. - Dominic, ¿puedes seguir explicándome?
- Michael, ve a la habitación.
- No. - cruzó sus brazos y sonrió.
- ¡Michael, ve a la habitación, por lo que más quieras!

Él movió los brazos en señal de paz y salió de ahí.

- Bueno... - suspiró. - La cosa es que tengo la sospecha de que... me encontraron. Ahora que salgo en cada maldito artículo de internet. Ellos saben que estoy aquí. Así que... tengo que dejar esta ciudad lo más rápido posible.
- ¿Por eso hay tantas cajas y unas maletas?, ¿por eso tienes un arma?
- Sí.
- ¿Por qué él te dice Allie?

El chico agachó la cabeza, miró hacia otro lado.

- Alexander es mi verdadero nombre. Todos me decían Allie.
- No es tan distinto de tu nombre de ahora. Dominic Alexander. Alexander. ¿tu apellido sigue siendo Cooper?
- No. Es otro.
- ¿Cuál?
- No puedo decirlo.
- Sí puedes.
- ¡Jackson, no puedo decirlo!, ¡ya te revelé muchas cosas!, ¡no sé si puedo confiar en tí!

Parker lo observó, aún ocultaba más cosas, lo sentía. Pero aún así, seguía siendo el chico que conoció. Sólo que ahora estaba demostrando su verdadero rostro. Su verdadera identidad.

- Puedes confiar en mí.
- No, no puedo confiar en nadie.

El chico se alejó, fue a la habitación y sacó a Michael de ahí.

- ¿Tuvieron sexo?
- ¿Te interesa? - dijo Jackson.
- Por supuesto que me importa, es mi esposo.
- ¿Qué? - el hombre quedó atento.
- ¿Ves el anillo en su dedo?, es mío, es mi esposo.
- Pues ya no. - dijo el chico, devolviéndole el anillo. - Michael, te amo, pero no puedo volver a Australia. No puedo volver a correr peligro, no puedo volver al lugar de donde escapé. ¡No puedo ver a mis padres!
- ¡Pero ellos te extrañan, yo te extraño!
- ¡Ellos están mejor sin mí!, ¡si estoy ahí, ellos corren peligro!
- Allie...
- Mike, lo siento. - el menor se acercó a su rostro, tocó sus mejillas y le dió un suave beso. - Tienes que rehacer tu vida.
- ¡Tú eres mi vida!, ¡eres lo único que tengo, Alexander!
- Entonces, se felíz porque aún estoy vivo. Si regreso a Australia, me matarán cuando de el primer paso en el aeropuerto.
- No digas eso.
- Es cierto, Mike. Lo siento, busca a alguna chica, haz tu propia familia, ¡ya vas por los cuarenta años!
- El tipo atrás tuyo ya tiene cuarenta y no le dices nada.
- Me veo más joven, ¿cierto?
- Jackson, silencio.