Capítulo X: see u later

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Dominic tenía a una sola persona en su cabeza y esa era el mayor. Jackson.

Jackson, Jackson, Jackson, Jackson. ¿Qué estará haciendo?, ¿estará bien?.

El chico iba distraído por la calle, pero no tanto para no darse cuenta de que había un Toyota Hilux blanco detrás de él siguiéndolo.

- ¿Es él?
- Sí, vamos a matarlo.
- Espera, ¿no es muy peligroso?
- ¿Qué acaso no ves que está solo y desprotegido?.
- No lo sé, no me da buena espina.
- Entonces quédate aquí, gallina.
- No no no, está bien, voy contigo.

Ambos sacaron una pistola con un silenciador. Se bajaron del auto y siguieron al chico hasta un callejón dónde el menor se dirigía.

Claro que, poco sabían ellos que al entrar al callejón, uno resultaría muerto.

Una bala fue directo al cráneo de uno de los hombres y el otro recibió un disparo en la pierna. El chico sujetó fuertemente la pierna del herido haciéndole gritar.

- ¡¿Para quién trabajas?!
- Y-y-yo, yo... - El menor apretó más fuerte la pierna herida del hombre.
- ¡¿Qué sabes de Doddy?!
- ¡Está solo!, ¡Está solo!, ¡los has matado a todos y nadie quiere trabajar con él!
- ¡¿Por qué aceptaron entonces?!
- ¡Nos ofreció un millón de dólares!
- Doddy trabaja solo, manda a sus hombres a ablandar el trabajo y ¡luego los mata, maldito estúpido!

El chico pisó su pierna y se tocaba la frente.

- Dame tu teléfono.
- ¿Qué?
- Quiero llamar a tu maldito jefe, ¡Dame tu teléfono!

El hombre le entregó su móvil y Dominic lo tomó.

- Doddy no tiene esa cantidad de dinero, te puedo dar trescientos mil para dejar de trabajar con él, desaparecer y construir una nueva vida, ¿trato?

El hombre pareció pensar en la oferta.

- Tu única opción es aceptar, Doddy te va a matar de todas formas.
- Está bien.
- Nos vemos mañana a las 10AM en el centro comercial, ve al hospital y di que te asaltaron y que ya hiciste la denuncia.
- Está bien....
- Parker, señor Parker, para tí.

El hombre asintió y se levantó como pudo para llegar al auto.

Antes de llamar al mal nacido, llamó a uno de sus amigos.

- Sloan, ¿quién habla?
- Cooper.
- ¡Dominic!, mi hermoso niño, ¿cómo estás?
- Bien Phillip, pero... necesito un favor.
- El que tú quieras.

El chico le explicó lo sucedido y Phillip sólo escuchaba. Philip Sloan era como el equivalente a Jackson en Seattle, solo que Philip era mucho más amable y con más sentido del humor.

El chico y él se conocieron en un bar, obviamente Philip quería algo más la primera vez que lo vió, pero cuando ambos estaban en el apartamento del mayor, Sloan no pudo más que verlo como a un hijo, ya que el chico no hacía más que llorar por un tal "Jack".

Desde ese momento, ambos eran muy buenos amigos y Dominic en ningún momento mintió sobre él mismo, contándole sobre su pasado.

- Así que ese maldito ya llegó a Seattle, no te preocupes, bebé, yo me encargo del cuerpo. Tú ven a la oficina y de paso, nos tomamos un café.
- Está bien, Phil, nos vemos.
- Cuídate, amor, ¿sí?
- Sí, papá. - el chico rió y colgó el teléfono para buscar el número del desgraciado.

Tras tres tonos, él contestó.

- Snow, ¿ya tienes al chico? - se le oía agitado y a punto de volverse loco.
- Tic Tac, Doddy, al parecer estás solo, ¿me equivoco?
- ¡Maldito mocoso...
- Tic Tac, bastardo malparido.

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