Día Diez: Revelación (Segunda Parte)

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(Voz narrativa: Jung Kook)

Seok Jin se mesó el cabello, tratando de moderarse ante el enorme disgusto que tenía con todas esas fotos delante y yo, pese a la seriedad de la situación, no pude evitar ponerme a pensar en el tipo de champú que usaría

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Seok Jin se mesó el cabello, tratando de moderarse ante el enorme disgusto que tenía con todas esas fotos delante y yo, pese a la seriedad de la situación, no pude evitar ponerme a pensar en el tipo de champú que usaría. Ah, ¡yo también quería tener el pelo así de estupendo! ¿Y si me lo teñía de un color más alegre, como rojo? ¿O si me lo dejaba largo? Nunca había probado y ya, de paso, podría montar una peluquería que tintara mediante cascos de moto. ¡Sería una auténtica pasada! ¡Ahorraríamos un montón de tiempo a los clientes!

—Al principio me pareció un imbécil rematado, siempre tan considerado y cuidadoso con todo el mundo, como si debiera dar las gracias por respirar —continuó el doctor y, aunque estaba de lo más emocionado con mi nuevo invento y me moría por ponerme a diseñarlo cuanto antes, me esforcé por prestarle atención—. Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, su presencia me fue resultando cada vez más tolerable y empecé a quedar con él incluso cuando no teníamos que preparar partidos de tenis.

¡Uy! Cuando yo le conocí a mí me había dado miedo pero no había sido más que una neura tonta. El hermano de Yoon Gi era mega genial y ultra amigable, como un osito achuchable de las ferias que uno siempre desea tener al lado, y se preocupaba por mucho por las personas.

—Tiene huevos que me diera por pensar que yo le estaba manipulando a él cuando resulta que era al revés.

Mi psiquiatra meneó al cabeza a los lados con una cara de asco parecida a la que yo solía poner cuando mi madre me preparaba sopa de pescado. Arg, ¡pero qué mal sabía esa sopa!

—Ese niñato depresivo ha aprendido a hacerse la víctima a las mil maravillas y a desviar el foco de atención. —Señaló las fotos frente a él—. Si yo pude robarle las llaves de la taquilla y meterme en su casa, seguro que él también me lo hizo a mí y me metió toda esta mierda.

La imagen del súper héroe de la planta de Psiquiatría, deteniendo al médico enloquecido para proteger a su hermano enfermo me vino entonces a la cabeza. Sabía que yo estaba requetezumbado pero ese gesto, tan emotivo, no me parecía el típico de un asesin... ¡Ay! Ese día se había clavado un cuchillo adrede en la mano, ¿verdad? Ay, ay, ay. ¡Ay, Dios!

—La verdad es que tiene sentido que haya usado los antecedentes de pérdida del Señor Kim para cuidarse las espaldas. —El Gran Jefe, líder del Bien, se rascó la barbilla y se dirigió a una mujer de pelo recogido que estaba de pie a su lado tomando notas sin parar. ¡Guau! ¡Hasta tenía secretaria y todo!—. Llame al hospital para que trasladen a Min Jimin a infecciosos en calidad de detenido y... —Se interrumpió, presa de un ataque de tos que se me hizo eterno—. Cuando se despierte, asegúrese de que alguien le explique los cargos y le recuerde sus derechos.

DISOCIATIVO ² : Sociopático 《MYG》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora