CAPITULO 81 FINAL

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El primer día que Any vio a Poncho, sintió algo muy especial, sintió ese famoso "click", seguramente muchos pensaran que no fue el encuentro más romántico del mundo, Poncho estaba borracho, tirado en un parque y fue un completo bruto. Y eso fue precisamente lo que a Any la volvía loca, no era el típico príncipe de los cuentos de hadas, no era el chavo que venía sobre el caballo para rescatar a la princesa. Era un chavo común y corriente, que demostraba su fortaleza, pero detrás guardaba a un chico lleno de miedo y con muchas ganas de salir adelante y ayudar a los demás.

Y a la vez eso cautivo a Poncho de Any, fue la primera y única chica que supo verlo realmente, fue la primera que le planto cara y no andaba detrás solo por conveniencia, fue real, se mostro tal cual, eso era lo único que él pedía...verdad.

Ambos se encontraron a temprana edad, no fue una búsqueda larga y llena de trabas...en realidad lo fue, tuvieron que enfrentarse a varias barreras, sus enfrentamientos cuando empezaron a relacionarse, Kevin, Mariana, el alcoholismo de Poncho, la bulimia de Any, la distancia y muchas cosas más, todo ello sirvió para formar a las personas que estaban en el presente, esos chicos llenos de sueños, con un futuro prometedor y con un amor incondicional.

Estaban en un momento de sus vidas, donde no tenían ganas de cuestionarse nada, lo que haya pasado en esos 5 años ya paso, tenían que vivir el presente y no había tiempo que perder, solo importaba el aquí y el ahora, todo lo demás era incierto y quedaba disfrutar cada minuto como si fuera el último, porque así debía de ser, hay que dar todo de sí, porque la vida no es segura para nadie y ellos dos lo tenían muy claro.

Any estaba dando vueltas y vueltas en su habitación, llevaba días queriendo hacer algo, pero quería hacerlo especial, esta vez le tocaba a ella jugársela y si bien no era tan creativa esperaba que le gustara lo que iba hacer.

Durante la tarde le envió un mensaje a Poncho, para que fuera hasta el edificio cerca de las 10 de la noche, diciéndole que necesitaba comentarle algo importante, lo primero que pensó Poncho fue que había decidido volver a Madrid, vivía todos los días ese miedo, pero luego pensándolo bien era imposible, ya tenía trabajo y sentía que las cosas entre ellos iban bastante bien, lo mejor era no pensar nada e ir a lo que sea que fuera a pasar.

Cuando llego se topo con el ya casi amigo guardia, que lo recibió con una sonrisa bastante picarona, siguió con su camino y al llegar a la puerta que daba acceso a la azotea se encontró con una rosa de color blanca, la tomo sonriendo y entro al lugar que estaba totalmente distinto a como acostumbraba. Colgaban luces en muchas partes, sin quitar el protagonismo de las estrellas que esa noche brillaban más que nunca, en las paredes había fotos de ellos, desde que se conocieron hasta la actualidad, formando una línea del tiempo y en la orilla sentada mirando hacia los otros edificios estaba Any, con un pequeño regalo entre sus manos.

Poncho: Buenas noches

Any: (girándose) Buenas noches, ven siéntate conmigo

Poncho: (así lo hizo) Que es todo esto?

Any: Hoy es un día bastante especial

Poncho: De verdad?

Any: Aja, no te culpo que no lo recuerdes, no tienes porque hacerlo, supongo que por ser mujer atesoro mucho mas esos momentos y nada quería celebrarlo de alguna manera

Poncho la miro enternecido y la tomo del mentón para darle un dulce beso

Poncho: Esto se puede quedar aquí si tu quieres

Any: (sonriendo) Lo recuerdas!?

Poncho: Claro que si, como olvidar que hoy se cumplen 6 años de nuestro primer beso

Te Quiero...FUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora