CAPITULO 80

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Dos semanas después

Any estaba realizando una sesión de fotos, tal como le comento a Poncho decidió volver de manera definitiva a México, por distintas razones, era su país, su hermana y su familia vivían ahí, pero aun mas importante, Poncho estaba ahí. Fue difícil dejar su estudio en Madrid, estaba formándose una carrera, pero era lo que tenía que hacer, hablo con Magda, quien afortunadamente no se tomo mal la noticia, Any antes había hablado con un amigo para que le diera trabajo y así no dejarla desamparada.

Ahora le tocaba hacerse de un nombre en México, todo debía de partir de cero y estaba firmemente trabajando en ello, como también dedicada a Poncho, si bien no era un sacrificio para ella, le gustaba estar con él, pero ahora estaba dedicada a distraerlo, hacerlo reír y superar la perdida, como todos los días lo llamo para ir a almorzar, pero no le contesto, llamo a su oficina y la secretaria le informo que había salido a las 11 y no había vuelto desde entonces.

Any comenzó a inquietarse un poco, en esas dos semanas siempre le contestaba el teléfono y temía que ese día en que se iría a la mierda había llegado, al terminar la sesión de fotos salió y comenzó a pensar donde buscarlo, paro un taxi y le dio la dirección del departamento, hasta que a mitad de calle cambio de idea y le dio otra dirección.

Al llegar al edifico el señor de conserjería se sorprendió gratamente al verla, hace muchos años que no la veía por esos lados, cuando la tubo al frente simplemente le cerró un ojo y le permitió la entrada, eso confirmó las sospechas de Any, Poncho estaba ahí.

Al llegar a la azotea lo encontró sentado en la orilla con la mirada perdida en el horizonte y llorando, sorprendentemente estaba llorando, Any silenciosamente se sentó a su lado, le tomo la mano y apoyo su cabeza en el hombro de este. Luego de 10 minutos finalmente Poncho hablo.

Poncho: Gracias

Any: No hay nada que agradecer

Poncho: Estaba trabajando, organizando unas reuniones, cuando caí en cuenta que de verdad no estaría más, fue extraño porque sentí que me llamo, lo sentí decir Poncho y estúpidamente me levante en ese minuto buscándolo por todos lados, pero no estaba y entendí que tampoco estaría más, necesitaba venir y despedirme de él, no será definitivo, se que siempre estará a mi lado y en algún minuto nos encontraremos, quiero dejar la tristeza atrás, necesito seguir, se que así lo querría él

Any: Claro que si, sería el primero en regañarte por andar triste por la vida

Poncho: Pero ya esta, llore todo lo que tenía que llorar y ahora toca ser fuerte, me dejo una gran responsabilidad y la voy asumir con todo mi ser

Any: Y sabes que estoy ahí al pie del cañón

Poncho: Ehhh vamos almorzar, tengo hambre

Any: Pero que linda noticia (risas) quien lo diría, ahora soy yo la que se preocupaba porque tú no comías

Poncho: No juegues con eso

Any: Perdón

Poncho: (poniéndose de pie) Vente vamos

Afortunadamente entre risas fueron a comer algo muy contundente, luego de días sin comer Poncho tenía mucha hambre

Sesión de Fotos

Any estaba trabajando con unas modelos dignas de admirar, todas tenían una belleza que cautivaba a cualquiera. El tema de la sesión era el verano, por lo cual la ropa que existía era la mínima. Temprano Poncho había llamado a Any y ella le había dicho que estaría todo el día ocupada, pero que se vieran en la noche, antes se le hacía imposible.

Estaba muy concentrada tomando todas las fotos, cuando unas firmes manos la tomaron de la cintura y recibió un dulce beso cerca del oído.

Poncho: Si Mahoma no va a la montaña?

Any: La montaña viene a Mahoma (girándose) que haces aquí?

Poncho: Que estés trabajando no significa que no puedas descansar y comer como corresponde (levantando una bolsa) así que hoy me convertí en tu delivery

Any: Pero y las fotos?

Poncho: Pueden esperar.....chicas atención todas! La fotógrafa se merece un descanso y ustedes igual, así que tienen 30 minutos y ya se verán aquí mismo

Any: Estas loco!

Las modelos al pasar junto a Any no quitaron los ojos del cuerpo de Poncho, pero Any se sintió inmensamente alagada, cuando noto que él solo tenía ojos para ella, a pesar de lo poco arreglada que estaba, para él no existía nadie más.

Cena de caridad

Poncho había organizado una cena con distintos empresarios, que enfocaban sus negocios en la ayuda de los demás, claramente esa noche de su brazo y muy orgullosa iba Any. A cada minuto que saludaban a alguien sus ojos brillaban cuando escuchaba las lindas palabras que le dedicaban a Poncho, definitivamente era una gran persona.

Poncho: Por qué me miras así?

Any: Así cómo?

Poncho: Con esa sonrisa que no logro descifrar?

Any: Es una sonrisa de orgullo, es muy lindo escuchar lo que opinan de ti

Poncho: Eso lo dicen porque yo estoy presente

Any: No, eso lo dicen porque es verdad y doy fe de ello, se la increíble persona que eres

Poncho: Incluso cuando te molestaba en la escuela?

Any: Eso era porque te traía loco

Poncho: Que presumida

Any: Realista, ya me lo admitiste una vez Herrera, no tienes porque negarlo

Poncho: (risas) Me encanta volver a tenerte cerca

Any: Y a mí

Poncho: Hay días en que no puedo creer que ya estés aquí...y conmigo, por qué estamos juntos verdad?

Any: Claro que lo estamos

Poncho: Te quedas conmigo esta noche?

Any: Pocho! (risas) la pregunta, llevo casi dos semanas durmiendo prácticamente todos los días en tu departamento

Poncho: Lose, solo quería ser caballero

Any: Una vez que me metes en tu habitación se te olvida todo lo caballero

Y así fue, luego de dos horas, se retiraron de la cena y fue nada más cruzar la puerta de la habitación de Poncho para que se olvidara de ser "caballero", algo que Any agradecía profundamente.

Poncho al lograr quitar el vestido de Any se quedo observándola fascinado, ante él tenía la belleza absoluta hecha mujer, la tomo de la mano y la guio hasta el baño donde comenzó de inmediato a llenar la tina, mientras tanto la acerco hasta él y la beso dulcemente, al tiempo que se quitaba su propia ropa. Una vez que estaban ambos desnudos Poncho guio a Any hasta la bañera y la guio para que se apoyara en él.

Con sus manos recorrió el torso de Any, deslizándole agua y masajeando sus pechos, Any por su parte tenía su cabeza hacia tras con los ojos cerrados disfrutando de las sensaciones que le provocaba, cuando menos se lo espero guio sus propias manos hasta su parte intima para comenzar a frotarse y emitir los primeros gemidos, aquellos que volvían loco a Poncho.

Poncho: (susurrando en sus oídos) No sabes como me calienta ver como te tocas

Any: Y tú no te imaginas como me calienta ver que me haces tuya

Sin preámbulos Any se enderezo y se sentó a horcajadas sobre Poncho, lo beso apasionadamente al mismo tiempo que se introducía su endurecido miembro, provocando con sus movimientos que se callera un poco de agua al piso.

Una vez que culminaron, siguieron juntos propinándose relajantes masajes por todo el cuerpo, cuando notaron que su piel se hacía arrugada salieron y solo secándose se fueron a la cama desnudos para continuar diciéndose cuanto se querían a través del más hermoso de los actos, ya al día siguiente se preocuparían de limpiar el baño como corresponde. 

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El siguiente sera el ultimo capitulo espero VOTOS y COMENTARIOS

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