24. Misión rescate.

1.9K 187 33
                                    

Stiles suspiró cansado, sentado en el césped de su patio trasero había intentado comunicarse con Chuck, pero nada. Lo llamó repetidas veces.

-Chuck, te necesito; Dios, quiero hablar contigo; Señor todopoderoso atiende a mis suplicas; Maldita sea Chuck de verdad lo estoy intentando.

Bien, quizá con la última era mucho menos probable pero ya estaba agotado de suplicar. Así que ahora, rato después, se encontraba viendo a sus amigos, los que se preparaban para una batalla horrible que nadie debería llevar a cabo.

-Oh Dios no... Hoy no.- Se quejó cuando cierto lobo llevó sus pasos a donde él meditaba. Al menos no llevaba un regalo extravagante como las otras veces.- ¿Qué quieres Derek?

-¿Vas a dármelo si te lo pido?- Rió el lobo gruñón. Stiles negó con una sonrisa, ahora sí que lo había visto todo, el lobo super amargado haciéndose el chistoso.

-Eso depende. ¿Quieres que mi novio meta una rama de acónito por tu trasero?- En ese momento la sonrisa de Derek flaqueó y sus ojos perdieron un poco de luz.

-No sabía que fuera tu novio.

-Si, tu nunca preguntas nada, pero me alegra que te estés enterando.- El joven se levantó del pasto y enfrentó al lobo.- Escucha Derek, tu y yo sólo somos amigos. Nada pasará nunca, sí me gustabas hace tiempo pero eso quedó en el pasado, mi prioridad ahora es Dean.

-Eso es lo que dices ahora pero...

-No hay 'pero' Derek.- Interrumpió el castaño.- No he querido ser grosero porque a fin de cuentas seguimos teniendo el mismo grupo de amigos, mas que eso somos manada, pero deja esto por la paz o me veré obligado a golpearte hasta que olvides mi nombre.

-Lo dices como si realmente pudieras hacer algo así.- Replicó el lobo con nueva confianza.- Tu jamás me lastimarías.

-¿Seguro que quieres probarme?- Gruñó Stiles con los ojos literalmente brillando, truenos comenzaron a retumbar en el cielo.

-Ya veo porque me necesitas.- Dijo otra voz. Toda la manada miró alarmada al extraño que había aparecido de la nada.

-Chuck.- Saludó Stiles con un suspiro, los truenos dejaron de sonar.

-Lamento la tardanza. Mis hijos tenían... preguntas.- Dios rueda los ojos y suspira.- Pero ya estoy aquí.

-Perfecto, necesito preguntarte varias cosas.- Sin molestarse en presentar a Dios con los demás, Stiles se llevó a Chuck por otra parte dejando a la manada confundidos y entrenando, ni siquiera los Winchester dijeron algo.

Pasaron varias horas antes de que cualquiera volviera a ver al castaño, que ya no estaba acompañado del extraño.

-Hola.- Saludó Lydia a Stiles, se había tomado un descanso de machetear árboles.- Estoy preocupada, Scott no ha llamado.

-Tranquila, debe de estar informándose de todo.- Respondió Stiles con un encogimiento de hombros.- No debe tardar en reportarse.

Caminaron hasta reunirse con los demás, todos descansando del duro entrenamiento, Stiles se acurrucaba entre los brazos de Dean, mientras las últimas luces del sol iluminaban, cuando su celular comenzó a sonar.

-Es Scott.- Avisó para que todos escucharan.- ¿Qué averiguaron Scotty?- Preguntó al responder dejando el altavoz encendido.

-Sabemos cuál es su plan.- Comenzó a decir Scott.- Los hemos escuchado, no planean invadir Beacon, sólo quieren algo del pueblo.

-Mejor dicho a alguien.- Corrigió Malia.

-¿Saben a quien?- Preguntó Dean que en su interior un presentimiento le estaba alertando de Stiles.

TENEBRIS || STEANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora