—Buenas noches y que tengan un feliz fin de semana. El tiempo que le deparará a Londres constará...
Apago el pequeño televisor de mi salón y me levanto del sillón. Necesito relajarme.
Apoyo mi cuerpo en el marco de la puerta de la cocina y observo como mis padres siguen discutiendo. Diablos, ya ha pasado una hora y siguen igual.
Al parecer mi padre a gastado todo su dinero en bebidas alcoholicas y en invitar en sus amigos a cenar. Veinte amigos nada más y nada menos. Y sin el dinero de papá de este mes... se nos hará muy dificil la situación.
—Mamá, mamá... -levanto la mano e intento captar su atención, mi madre tiene toda su atención en mi padre y en gritarle-. Eou... papá -suspiro con resignación-, ¡Escúchenme!
Mi madre deja de gritarle a mi padre y me mira con una ceja alzada. Sé que no debería interrumpirles mientras hablan, o mejor dicho, gritan, pero si no le cuento que me voy a dormir sin cenar, se molestará al ver que me e ido y no le he dicho nada.
—Sabes que no deberías interrumpirme Marie.
—Lo sé, lo siento, solo te quería decir que voy a dormir, por si cuando terminen de hablar no sepas a dónde e ido.
Mi madre suspira y mira al suelo. Asiente.
—Buenas noches -murmura.
—Buenas noches, buenas noches a ti también papá.
Mi padre me sonríe y me saluda con la mano. Me doy la vuelta y subo corriendo a mi habitación.
Siempre es lo mismo, peleas y más peleas. Ya no se preocupan por mi.
Pongo una muñeca bajo mis sábanas y abro mi ventana para bajar lentamente hasta fuera.
Necesito relajarme.
—Cariño, ya voy a casa, el trabajo se me a complicado, déjame la cena prepa...
Un hombre pasa a roda velocidad por mi lado sin importarle empujar a alguien. Sonrío y niego con la cabeza mientras veo como un grupo de chicas lo fulminan con la mirada por empujarlas.
MIro al frente de nuevo y me meto por primera vez en una calle que no había visto en mi vida. Sonrío con diversión y cruzo la calle para inspeccionarla.
Veo edificios altos de colores. Me gustaría vivir sola. Asi no tendría que escapar. Buscar libertad.
Soy incontrolable. Indecente. Despreocupada. Y caminar sola sin pensar en nada me relaja.
Miro el semáforo y procuro mirar a ambos lados antes de cruzar la calle. Pero me pongo de cunclillas y me anudo bien los cordones de mis Converse.
Agua cae sobre mi cabeza por la gran velocidad de un coche al pasar por mi lado. Me enfado al instante y me levanto mientras intento quitarme el pelo de la cara.
- ¡Maldito se...!- Pero me callo al instante que veo a un hombre tras de mí con un pasamontañas.
-Vamos, dulzura.- dice con un tono frio que hace que mi piel se erice.
Antes de que pueda protestar, me cuelga sobre su hombro y pone un paño en mi cara.
Mis ojos van cerrándose.
Estoy Atrapada.
ESTÁS LEYENDO
Stockholm Syndrome
RomanceMarie siempre a sido libre de hacer lo que quiera. A pasado toda su vida haciendo lo que quiere escapando de la vista de sus padres. Aunque tampoco es que fuera muy difícil por el simple hecho de que ambos trabajan dia y noche. Pero habrá un cambio...