1. Atrapada

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—Buenas noches y que tengan un feliz fin de semana. El tiempo que le deparará a Londres constará...

Apago el pequeño televisor de mi salón y me levanto del sillón. Necesito relajarme.

Apoyo mi cuerpo en el marco de la puerta de la cocina y observo como mis padres siguen discutiendo. Diablos, ya ha pasado una hora y siguen igual.

Al parecer mi padre a gastado todo su dinero en bebidas alcoholicas y en invitar en sus amigos a cenar. Veinte amigos nada más y nada menos. Y sin el dinero de papá de este mes... se nos hará muy dificil la situación.

—Mamá, mamá... -levanto la mano e intento captar su atención, mi madre tiene toda su atención en mi padre y en gritarle-. Eou... papá -suspiro con resignación-, ¡Escúchenme!

Mi madre deja de gritarle a mi padre y me mira con una ceja alzada. Sé que no debería interrumpirles mientras hablan, o mejor dicho, gritan, pero si no le cuento que me voy a dormir sin cenar, se molestará al ver que me e ido y no le he dicho nada.

—Sabes que no deberías interrumpirme Marie.

—Lo sé, lo siento, solo te quería decir que voy a dormir, por si cuando terminen de hablar no sepas a dónde e ido.

Mi madre suspira y mira al suelo. Asiente.

—Buenas noches -murmura.

—Buenas noches, buenas noches a ti también papá.

Mi padre me sonríe y me saluda con la mano. Me doy la vuelta y subo corriendo a mi habitación.

Siempre es lo mismo, peleas y más peleas. Ya no se preocupan por mi.

Pongo una muñeca bajo mis sábanas y abro mi ventana para bajar lentamente hasta fuera.

Necesito relajarme.

—Cariño, ya voy a casa, el trabajo se me a complicado, déjame la cena prepa...

Un hombre pasa a roda velocidad por mi lado sin importarle empujar a alguien. Sonrío y niego con la cabeza mientras veo como un grupo de chicas lo fulminan con la mirada por empujarlas.

MIro al frente de nuevo y me meto por primera vez en una calle que no había visto en mi vida. Sonrío con diversión y cruzo la calle para inspeccionarla.

Veo edificios altos de colores. Me gustaría vivir sola. Asi no tendría que escapar. Buscar libertad.

Soy incontrolable. Indecente. Despreocupada. Y caminar sola sin pensar en nada me relaja.

Miro el semáforo y procuro mirar a ambos lados antes de cruzar la calle. Pero me pongo de cunclillas y me anudo bien los cordones de mis Converse.

Agua cae sobre mi cabeza por la gran velocidad de un coche al pasar por mi lado. Me enfado al instante y me levanto mientras intento quitarme el pelo de la cara.

- ¡Maldito se...!- Pero me callo al instante que veo a un hombre tras de mí con un pasamontañas.

-Vamos, dulzura.- dice con un tono frio que hace que mi piel se erice.

Antes de que pueda protestar, me cuelga sobre su hombro y pone un paño en mi cara.

Mis ojos van cerrándose.

Estoy Atrapada.

Stockholm SyndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora