6. Un paseo

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Permanecí en mi habitación durante toda la semana.

Solo bajaba para comer y para que los demás supieran que seguía viva.

Al parecer, Harry ha preguntado por mí, según dice Amanda, pero que ha estado muy pensativo.

Todo ha sido mi jodido orgullo.

Yo tuve que no poder entregarle... eso y hacer que se enfadara porque no puede "satisfacerse" con una de sus esclavas.

Pero es su culpa, yo no pedí estar aquí.

Es más, ahora mismo podría estar de fiesta con mis amigos y conocer a más gente.

Al menos yo creo que me estarán buscando.

Creo.

Esperanza es lo último que se pierde.

-Marie...- oigo un susurro proveniente de la puerta.

Al girar la cabeza, veo a Amanda en el marco de esta.

Su cara me produce un ligero escalofrío.

-Él... el señor quiere verte vestida abajo en cinco minutos.

Yo asiento lentamente.

-¿Para?

-No lo sé, pero con lo raro que ha estado últimamente, yo que tú, bajo rápido.

-De acuerdo- le respondo.

Amanda ha cambiado a tal y como era antes, se nota que es una pija, "miss piggy".

Ella sale por la puerta y yo enseguida me visto con una camiseta suelta, unos vaqueros pegados, unos tenis nike y me hago una coleta.

Bajo las escaleras corriendo.

-¿Quería verme?- pregunto una vez que estoy abajo.

-Claro, siempre quiero verte- dice él, una sonrisa aparece en su rostro.

¿En serio?

-¿Quieres que demos una vuelta?

Lo miro durante unos segundos, fulminándolo con la mirada.

-V-vale señor- digo yo.

No puedo ocultar la sorpresa en mi voz.

El extiende su brazo hacia mí y yo le correspondo, saliendo juntos de la mano.

Harry coge un coche antiguo.

No sé nada de coches pero sé que es antiguo por su forma.

-¿Te gusta?- no me había dado cuenta de que lo miraba fijamente.- Es de los más valiosos, valen más de 10.000 dólares por ser tan viejo.

-Ah...- digo fascinada por lo que cuesta este trasto.

-Vamos- dirijo mi mirada hacia él y veo que sujeta la puerta para que yo pueda pasar.

-Gracias- digo al subirme.

Él rápidamente cierra la puerta una vez yo estoy dentro y se dirige a su lado del coche.

En el camino, yo solo observo el hermoso paisaje.

Los pájaros vuelan con libertad, pero los árboles o el viento los detienen en su tiempo.

Hay veces que es mejor dejarse llevar, que luchar por algo que es imposible.

A veces.

-Interesante paisaje- la voz de Harry me saca de mis pensamientos.

-Si, muy bonito...- digo con una sonrisa.

-¿Quieres escuchar música?

-¡Si por favor!- digo yo, entusiasmada por la idea.

Stockholm SyndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora