Cojo el primer sitio que veo en la mesa del comedor y entrelazo mis manos nerviosamente.
Esto ha sido... raro.
Alguien pone una mano en mi hombro.
-¿Estás bien?- levanto lentamente la cabeza y me encuentro el rostro de Niall frente a mí.
-Si, solo hace un poco de frio.
-¿Quieres una chaqueta? Creo que tengo alguna en...- es interrumpido por el rostro serio de Harry entrado por la puerta.
-No hace falta que me dejes tu chaqueta, gracias - digo mirando en todo momento a Harry, que nos observa fijamente.
-De acuerdo - lo oigo tragar saliva.
-Niall, ayuda a colocar la mesa a las demás.
Harry aun lo mira, intimidante.
-Como ordene.
Niall me mira por última vez durante un segundo, y sale por la puerta.
Harry sigue mirando por donde Niall ha salido.
Después de un rato de silencio, decido romper yo el silencio.
-Em... señor, ¿quiere que lo ayude en algo?
Él vuelve la mirada hacia mí y tiemblo involuntariamente.
Con esa mirada me dijo las normas.
Espera... ¡las malditas normas!
•Flashback•
-Marie- toma aire- te diré las primeras normas que has de cumplir.
Dice, y mi cuerpo tiembla levemente.
-Nunca te refieras a mí como Harry, soy Tu señor.
Lo miro levemente y bajo la mirada de nuevo.
-Haz de hacer lo que yo te ordene, o si no, serás castigada.
Asiento después de volver a mirar sus ojos penetrantes.
-Y la última de las más importantes.- acerca tanto su rostro al mío que siento su aliento sobre mis labios.
-Nunca te acerques a los demás esclavos.
•Fin Flashback•
Mierda.
Levanto la cabeza lentamente después de mirar al suelo durante unos segundos.
-¿De qué hablabas con Niall?- me pregunta, aun serio.
-Eh... nada... solo... -suspiro- de que tenía frio.
No sé porque, pero me he puesto nerviosa.
-Vale.
Es lo único que me dice antes de salir por la puerta.
Yo no sé cómo reaccionar, lo único que puedo hacer es mirar mi plato y esperar.
...
Al menos el almuerzo no ha sido tan malo.
Amanda se ha sentado a mi lado y hemos hablado...
Puede que me haga su amiga, nadie sabe.
-¡Cállate!- oigo tras una puerta, la que está frente a mi habitación.
-Le juro que no he hecho nada...- oigo a alguien murmurar, su voz es jadeante.
-Como intentes algo con ella... ¡pasará lo de la última vez!- se oye un azote- Y ella acaba de llegar, ¡ni lo intentes!
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Stockholm Syndrome
RomanceMarie siempre a sido libre de hacer lo que quiera. A pasado toda su vida haciendo lo que quiere escapando de la vista de sus padres. Aunque tampoco es que fuera muy difícil por el simple hecho de que ambos trabajan dia y noche. Pero habrá un cambio...