Capitulo 46

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Prologo – Maldad en la Noche de Luna Llena

La débil luz de la luna se filtraba por las delgadas nubes que cubrían el cielo nocturno.

Con la excepción de unas pocas estrellas que centellean aquí y allá, el sobrecargado vacío oscuro se sentía lo suficientemente amplio para atraer en sus profundidades a los espectadores que habitaban en la tierra.

La mayoría de las personas ya estaban durmiendo a estas horas.

En el medio de la ciudad, las tabernas estaban vivas con los sonidos de los Aventureros.

Sin embargo, en esta tenue zona residencial sonaban distantes.

Una chica permanecía en las sombras mientras se dirigía a uno de los edificios en su camino para reunirse con un Dios.

--Por favor, Soma-sama. Permite que Lily salga de esta <Familia>...

Su voz temblaba mientras rogaba.

El cuerpo de Lily estaba oculto por una desgastada túnica mientras se arrodillaba delante de él, con la cabeza inclinada. Sus redondos ojos color castaño estaban centrados en un punto en el piso.

El Dios con el que estaba hablando estaba sentado en silencio en un rincón de la habitación, sosteniendo sus rodillas contra su pecho.

Una nube se movió en el cielo nocturno, inundando la habitación con la luz de la luna a través de la ventana abierta. La luz ilumino una serie de estanterías que recubrían un lado de la habitación. Sostenían numerosas plantas en macetas, así como varias botellas de licor claro. Las dos figuras estaban en los aposentos privados de la casa del Dios de la <Familia Soma>.

Lily había venido aquí para pedirle a Soma directamente el permiso para salir de la <Familia>.

Todo esto era para que poder ser liberada de la maldición de la <Familia Soma>—para que pudiera estar al lado de Cris y los otros con orgullo. Había visto su oportunidad y la aprovechó para una audiencia personal con el propio Soma.

Dejar una <Familia>—eso implicaba la reescritura del <Estado> que incluso entonces estaba tallado sobre su espalda—requería el permiso de su Dios, Soma.

--Lily sabe que esto es repentino, y me disculpo por eso y por cada otro delito que he cometido. Pero, por favor, Lily ruega por tu piedad...

Ella no hizo contacto visual ni levanto la cabeza.

Los pequeños y temblorosos hombros de la chica indicaban cuanto temor hacia su Dios todavía permanecía en su interior. Lily no podía borrar la memoria del vino de Soma, la forma en que se retorcía, dominándola. Aquel que lo creo estaba sentado en la esquina de la habitación.

Pero el Dios no respondió.

Se parecía a un joven de estatura media. Su cuerpo y extremidades eran delgadas y casi delicadas en apariencia.

Llevaba una túnica holgada, las mangas y el dobladillo estaban sucias con tierra.

Soma estaba sentado en la esquina, mirando a la pared y murmurando para sí mismo.

--Regulación Operacional... Penalización... Mi pasión, mi razón...

El largo y descuidado cabello de Soma ocultaba parcialmente su rostro oprimido. Parecía estar envuelto en un miasma de depresión y desesperación.

No se movía, manteniéndose de espaldas a Lily.

Una nueva voz que no pertenecía ni a Lily o Soma llenó la habitación.

La Aventura De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora