Capitulo 74

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Capitulo 04 – Amado Guardaespaldas

--Bienvenidos, valientes Aventureros. ¿Cómo podemos ayudarles hoy?

En caso de que los Aventureros pidan consejo sobre cómo mejorar la eficiencia de su exploración del Calabozo, las jóvenes mujeres responderían con brillantes y alegres voces.

--De inmediato, buenos señores. Informaré a su Asesor, así que por favor esperen en la sala de consulta.

Los ojos de las chicas brillaban con admiración cada vez que un Aventurero llegaba a reportar un <Aumento de Nivel>.

--Felicitaciones. Lv. 2... Tu ascenso a Aventurero de Tercera Clase ahora es oficial. Sigue con el buen trabajo y que la buena fortuna te sonría.

Si el verdadero motivo del Aventurero fuera invitar a una de las encantadoras señoritas a salir a cenar esa noche, sonreirían de oreja a oreja mientras lo rechazaban educadamente.

--Si no tienes una necesidad urgente, por favor permite que otros lleguen al mostrador.

Y cada vez que un Aventurero novato se paraba delante de la entrada del Calabozo por primera vez, las jóvenes mujeres los enviaban con una sonrisa.

--Bienvenido a la Ciudad Laberinto Orario. Nosotros, el Gremio, estamos aquí para ayudarte.

Las recepcionistas de la sede del Gremio.

Respondiendo a las necesidades de los Aventureros, eran las "flores" del Gremio.

***

La sede del Gremio estaba tan ocupada como siempre.

El vestíbulo de mármol blanco estaba tan lleno de personas que a veces era difícil respirar. Los Aventureros iban y venían sin parar, llevando armadura y armas de todo tipo atadas a sus espaldas y cintura, dándole al aire un inconfundible olor metálico. Los Elfos llevaban Báculos y Arcos; los Enanos sus hachas y martillos preferidos. Demi-humanos de todo tipo estaban equipados con las armas y armaduras que su raza era la más adecuada para manejar.

Los Aventureros se abrían paso a través del concurrido vestíbulo hacia uno de los muchos tablones de anuncios o hacia las recepcionistas que esperaban pacientemente al otro lado del mostrador.

--Buenos días, señor.

--Sí, con respecto a esa cuestión—

--La ley establece claramente que quien encuentre Ítems valiosos en el Calabozo tiene los derechos sobre ellos. Por lo tanto, es muy poco probable que sea devuelto...

Varias líneas estaban formadas delante de cada recepcionista. Cada una de ellas escuchaba atentamente los problemas del Aventurero frente a su ventana y trabajaba para resolverlos.

Cada una de las jóvenes mujeres, proveniente de una amplia variedad de razas, era extremadamente profesional.

Humanas, Dogman, Catman, e incluso algunas Elfas poblaban sus filas. Si las jóvenes tenían algo en común, era que cada una de ellas era increíblemente hermosa.

Las recepcionistas del Gremio cada una era una bomba en su propio derecho.

Los Aventureros que llegaban a la sede del Gremio casi siempre acudían primero al mostrador de recepción, así que decir que las recepcionistas eran su primera imagen del Gremio no sería una exageración. La opinión de un Aventurero sobre el Gremio, ya sea buena o mala, tenía un efecto directo sobre su eficiencia en el Calabozo— como cuántas Piedras Mágicas traían cada día. Por lo tanto, mientras que las habilidades y la personalidad eran consideradas durante el proceso de selección, el Gremio priorizaba la apariencia al contratar a sus recepcionistas.

La Aventura De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora