Capitulo 84

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--Haah... haah...

Wiene corrió.

Corrió por el pasillo, bajó las escaleras, y salió por la puerta.

¡Yo... yo...!

Las palabras que había escuchado durante la reunión secreta.

—Depende de nosotros tomar la decisión para protegerlo.

—Ella no puede quedarse con nosotros.

—Ella es... un monstruo.

La voz de la chica Hobbit la perseguían como una maldición, apuñalándole el corazón.

A pesar de ser un monstruo, también poseía un corazón sensible al dolor. Cada sílaba de las palabras de Lili cortaba profundamente en ella, al igual que esas aterradoras espadas a través de su piel.

¿No puedo estar con todos...? ¿No puedo estar... con Cris?

Su hermoso cabello azul plateado revoloteaba detrás de ella. La joya granate en su frente latía como si gritara hacia el cielo.

Lágrimas translúcidas caían de sus ojos color ámbar.

Cris. ¡Cris! ¿Dónde está Cris?

Ella quería que él lo dijera.

Que no era verdad

Anhelaba escuchar esas palabras una vez más.

"Todo estará bien."

Anhelaba ver su amable sonrisa, sentir sus brazos alrededor de ella.

Quería que la abrazara y pasara sus dedos por su cabello.

Para negarlo todo.

¡Por favor...!

Wiene buscaba desesperadamente al chico a través de sus ojos llorosos.

Ese deseo de verlo la llevó a huir del único refugio que había conocido.

Asustada por la presencia de personas en todo momento, retrocedió varias veces por los callejones y ocultó su rostro bajo la capucha de su túnica.

Se precipitó directamente a lo desconocido en una frenética búsqueda de la brillante sonrisa que se había grabado en su memoria.

***

--¿¡Wiene no está aquí!?

Cris grito en el momento en que lo escuchó.

Era justo antes del anochecer. La mente del chico había estado corriendo sin parar desde su encuentro con el Dios Ikelos. Después de que se apresuró a regresar a casa, sus temores se habían materializado, como para burlarse de él.

Todos los miembros de la <Familia> se habían reunido en el pasillo delantero, listos para partir en cualquier momento.

Cris esta quieto como una estatua. Haruhime se arrojó en una profunda reverencia en disculpa.

--¡No tengo excusa! ¡Fue porque ella dejó mi vista...!

--He buscado con mi Habilidad, pero no obtengo nada...

Lágrimas corrían por las mejillas de Haruhime. Mikoto estaba parada junto a ella, cohibida y frunciendo el ceño.

Su Habilidad, <Yatanokurogarasu>, le permitía detectar a los monstruos cercanos que había encontrado antes— pero Wiene no estaba en la mansión.

Ante la noticia de que el as en la manga proporcionado por el <Estado> de Mikoto era inútil, Cris podía sentir que estaban en un gran problema.

La Aventura De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora