Capitulo 97

25 1 2
                                    

--Dix, parece que los monstruos se están acercando a nuestra base.

Dix miró hacia el techo de losas de piedra una vez que escuchó el informe de Gran.

--Baroy o alguien no pudo mantener la boca cerrada... Me encantaría pasar mi puño a través de sus rostros, pero probablemente ya estén muertos de todos modos.

Sentado sobre una jaula pequeña y vacía, el hombre con gafas de protección comenzó a reír con alegre anticipación.

Luego miro a su subordinado y le arrojó algo.

El hombre grande atrapó el trozo de metal procesado, un orbe que cabía en la palma de su mano.

--Gran. Abre la puerta, ¿Quieres?

--¿D-Dix? ¿Estás seguro? Si los monstruos entran aquí...

--La <Familia Ganesha> no deben estar muy atrás de ellos. Sería realmente molesto si sospecharan, viendo un montón de monstruos dando vueltas afuera.

El hombre sonrió debajo de sus gafas de protección.

--Digo que les demos una invitación a los monstruos.

Una oscura y malvada sonrisa salió de su garganta.

--Cacemos en nuestro territorio.

***

--¡Gros!

--¡Llegas tarde, Lyd!

El Hombre Lagarto alcanzó a la Gárgola que lideraba el avance de los Xenos.

Habían llegado al extremo este del bosque. El final del Piso. Una empinada pared rocosa se elevaba hasta el techo frente a ellos.

No había forma de avanzar. El Piso no iba más lejos que esto.

Muchos Xenos estaban buscando pistas en la vegetación y en los pilares de cristal, buscando en la zona cualquier detalle menor que pudieran haber pasado por alto, sin dejar piedra sin remover.

--¿Qué hay de la puerta? ¿La han encontrado?

--¡¡No, no hay nada aquí!! ¡Nuestros camaradas no responden, sin importar cuánto llamemos!

Gros estaba ansioso. Lyd se unió a la búsqueda, con su campo de visión oscurecido por árboles o piedras en todas direcciones. Nada parecía fuera de lugar en el escenario repetitivo.

Tal vez habían sido engañados después de todo. Gros, Lyd y los otros Xenos luchaban por mantener la calma mientras las últimas palabras del cazador—¡No tienen uno, así que nunca entrarán!—resonaban en sus oídos.

-- —¡Lyd!

Ahí fue cuando sucedió.

Un Goblin de gorra roja lanzó un grito de sorpresa mientras señalaba.

La mirada de Lyd siguió al dedo extendido del Goblin.

--Eso es...

***

Cris corría a través de los árboles, saltando sobre las raíces que cruzaban el suelo como tentáculos gigantes, cuando de repente una sombra negra apareció a la vista.

--¡Fels!

--¡Cris Dragnel! ¡Has venido!

Con su larga túnica aleteando, Fels se unió a Cris para correr a su lado.

--¿Estás bien?

El Mago preguntó con un suspiro de alivio una vez que estuvieron hombro con hombro.

La Aventura De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora