XVII

224 31 21
                                    

SEGUNDA PARTE

...

Respiré profundamente mientras meditaba en mi fuero interno el café que debería llevar esta vez para Soyeon. Después de todo ese era el pago por mi consulta semanal, un poco de cafeína y algo de picar mientras charlábamos en su consultorio.

Jeon Soyeon, no solo era una vieja amiga de la universidad, si no que era también una reconocida Psiquiatra del hospital universitario Yonsei, el mismo en donde ahora yo trabajaba, después de casi siete años de intensos estudios, especializaciones, traumáticas residencias y sufrimiento constante, estaba allí de pie siendo lo que nunca pensé llegaría a ser, pero lo había logrado, era un reconocido oncólogo pediatra, eso a lo que tanto le había cogido amor con el paso del tiempo.

Tras una larga espera en la fila, me detuve frente a una de las hermosas chicas que atendían tras la caja registradora.

— Dame dos americanos, y dos trozos de tarta de limón —le pedí con una sonrisa, extendiéndole el dinero de inmediato.

— Sí, señor —asintió ella con una hermosa sonrisa, antes de que mi estruendoso celular en el bolsillo de mi bata comenzara a sonar.

— ¿Aló? —contesté de mala gana, sin siquiera fijarme en quien era la persona que me llamaba.

— ¿Cómo está el doctor favorito de mamá? —ronroneó una voz masculina al otro lado de la línea, y al ver que no daba respuesta alguna a su pregunta rompió a reír a carcajadas, como si molestarme tan temprano en la mañana fuese tan entretenido para su monótona vida de universitario.

— ¿Qué quieres, NamJoon?

— Recuerda que este es, ese fin de semana del mes.

— Lo sé —refunfuñé un poco enfadado con la demora de mi orden—, lo tengo anotado en mi agenda.

— Llevas sin visitar a mamá JunGah casi medio año, ¿sabe lo mucho que te extraña?

— ¡¿Cómo puedes ser un hijo tan ingrato?! —gritó la dulce voz de JiSoo, sobresaltándome de repente.

— ¡Eres de lo peor! —gruñó su hermano gemelo con el mismo desagrado, sacándome una leve sonrisa ante sus ofensivos comentarios.

— Vale, vale, cállense los tres, son muy ruidosos —bufé poniendo mis ojos en blanco por simple inercia—. Iré, lo prometo.

— ¡Lo has prometido! —gritaron casi diez voces al unísono, dejándome estupefacto de inmediato; ya que una de esas era la de mi madre.

— ¿Acaso estas en altavoz, NamJoon?

— ¡Si! —respondió el mayor de los chicos entre risas socarronas, a pesar de tener ya casi 18 años seguía siendo el mismo niño tonto que conocía.

— Mamá, prometo ir este fin de semana, solo que siempre que intento viajar salen nuevos casos, y no puedo hacer mucho, ¿comprenden?

— Si, si ya sabemos que eres un médico muy ocupado —cuchicheó HyunJoon fingiendo fastidio en su tono de voz.

— ¡Saludos a JungKook y Soyeon! —canturreó NamJoon con cierta emoción peculiar en su forma de hablar, en especial al mencionar el nombre de mi amiga.

— Iré con ellos este fin de semana, NamJoon.

— ¡Genial!

— ¡Lo dices porque te gusta Soyeon! —se burló YoonGi haciendo reír a más de uno en ese lugar.

— Por su puesto —admitió NamJoon como si no fuera la gran cosa, solté un largo respingo y finalmente, vislumbré como mi pedido se aproximaba.

— ¡Voy a colgar!

UNKNOWN ROMANCE [VHOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora