Todo permaneció en total calma por días, mi relación con Soyeon había vuelto a ser la misma de siempre, creía en ella, confiaba en ella tanto como para sentir alguna clase de rencor con lo ocurrido. Después de todo, cualquiera se podía equivocar, y yo no era nadie para juzgarla por sus decisiones, además sabía que las cosas se podían solucionar si ponía de mi parte, al igual que ella.
Mi estado mental gracias al cielo, había estado bastante estable los últimos días, ya que Hoseok había optado por dejarme tranquilo, no había aparecido ni una sola vez desde el incidente, así que había regresado a la absoluta paz de mi vida, salvo porque aún tenía que hacerme cargo de los internos, pero al menos ya comenzaba a acostumbrarme a ello.
Poco a poco la alegría volvió a mi rostro, dado que no le veía la cara a Hoseok cuando iba a la cafetería, ni mucho menos se dignaba a aparecer en el hospital solo para cabrearme, y tampoco se cruzaba en mi camino desprevenido. En pocas palabras el presidente del imperio Holden, había entendido que era hora de pasar hoja a lo nuestro, o eso era lo que esperaba que hiciera.
Aquel miércoles después de charlar con Soyeon en su consultorio, había logrado escabullirme de emergencias a tomar un breve descanso en las residencias. Me metí en una de las tantas habitaciones del edificio F, para acto seguido tirarme en la cama dispuesto a dormir plácidamente, sentía volar en mis sueños, y el viento despeinar mi cabello, sin embargo, escuché la puerta chirriar al abrirse.
Me desperté de sopetón encontrándome con Hoseok entrando de puntitas a la estancia. Intentó cerrar la puerta sin hacer mucho ruido, y en el momento en que me dio la espalda, me levanté de un salto para lanzarle uno de los libros que estaban sobre la mesa a su cabeza, dando en el blanco sin mucho esfuerzo.
—¡¿Qué demonios haces acá?! —gruñí histérico lanzándole todo lo que encontraba a mi paso, este intentaba esquivar mis ataques sin mucho éxito, quejándose adolorido cada vez que algo le caía encima.
—¡Oye! —rugió intentado aproximarse a mí, echando chispas por los ojos, levanté otro pesado libro dispuesto a lanzárselo a la cara, sin importarme en lo más mínimo cuando daño le hiciera, no obstante, él fue mucho más rápido. Me agarró de las muñecas, impidiéndome cualquier movimiento—. ¡Cálmate, solo quiero hablar!
—Entonces, ¿por qué entras como un ladrón?
—Pensé que estabas dormido, no quería despertarte... —susurró soltándome lentamente de su agarre con la esperanza de que no lo golpeara por enésima vez.
Lo escudriñé de pies a cabeza desconfiado de sus palabras, ya que esa sonrisa torcida sobre su rostro ocultaba algo, que sus ojos me confirmaron cuando los aparto en el instante en que se cruzaron con los míos—. Vale, solo quería estar un rato contigo, quería dormir a tu lado, ¿contento?
—Vete, Hoseok —refunfuñé señalando la puerta con uno de mis dedos, esperando que no pusiera resistencia a ello, o tendría realmente que sacarlo a patadas de allí.
—TaeHyung, por favor —murmuró con una expresión decaída, que me dejo sin respiración por unos breves segundos—, prometo no hacer nada que no quieras, sé que es difícil creer en lo que te digo, pero no volveré a hacerte daño. Confía en mí.
Me mordí el labio inferior nervioso de aceptar lo que me pedía, por mi cabeza vagaba todo lo que había escuchado en la grabadora de Soyeon, junto con lo que había leído y vivido en los últimos días, por lo cual era bastante confuso tomar una sabia decisión, una parte de mi quería echarlo y decirle que jamás regresara, pero otra más grande y obviamente más tonta, creía que Hoseok muy en el fondo cuidaría de mi como en el pasado.
Sin más opciones, dejé caer el libro que aun llevaba entre mis manos al suelo, y me metí de nuevo a la cama haciéndole un espacio para que se acostara junto a mí, pero de inmediato le di la espalda dispuesto a ignorarlo, sin embargo, él me rodeó con uno de sus brazos, apoyando su mejilla en mi espalda. Sentí mi cuerpo crisparse con su contacto, y los deseos fervientes de salir corriendo, pero me quedé hecho de piedra, con mi corazón acelerado, más por la sorpresa que por el miedo de que me hiciera algo de mal gusto otra vez.
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UNKNOWN ROMANCE [VHOPE]
Fanfiction¿Qué puedes hacer cuando un completo desconocido invade tu deprimente vida en menos de una semana? ¿Qué puedes hacer cuando un estúpido chico es quien te roba el corazón? ¿Qué puedes hacer cuando te enamoras en el momento menos planeado y de la pers...