XXIII

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Me hallaba sumergido en la absoluta negrura, era como una especie de mar en el cual mientras más intentaba nadar a la superficie, más me hundía, quedándome de apoco sin oxígeno, trataba de alcanzar la luz sobre las aguas, pero no sucedía, entonces lentamente fui cayendo en la profundidad ahogándome por completo, en el mismo instante en que abrí mis ojos de sopetón, encontrándome con una habitación que definitivamente no era la mía.

Todo era blanco, invadido por el olor a medicamentos, observé en todas las direcciones encontrándome con que era de día. La ventana entreabierta me permitía ver la ciudad desde lo alto, al parecer estaba en el hospital universitario Yonsei.

Me incorporé lentamente liberándome del agarre de , quien se había quedado dormida con nuestras manos entrelazadas, incomoda sobre el borde de mi cama. Al hacer mi movimiento brusco, se fue despertando perezosa, la observé de forma despectiva mientras me sonreía alegre de tenerme de regreso, me explicó que había terminado desmayado por agotamiento, y que Hoseok me había llevado a emergencias de inmediato, la fulminé con mi mirada cuando me sirvió un vaso de agua, informándome entre tanto que JungKook pronto llegaría con el desayuno, y que probablemente Hoseok vendría a visitarme más tarde.

Sin embargo, mis oídos no se molestaron en prestarle demasiada atención, al verla tan feliz no pude soportarlo por más tiempo, ni menos callarme la boca.

—¿Qué tanto me has mentido? —inquirí dejándola petrificada, cuando me extendió el vaso, con sus manos temblorosas.

—¿A qué te refieres? —sonrió levemente perdiendo todo color en su bello rostro.

—¿Sabías que Hoseok estaba vivo y no me lo dijiste? —farfullé inexpresivo, casi sin vida.

Le arrebaté el recipiente antes de que lo dejase hacer al suelo ante el colapso que tenía en su cerebro, por todo lo que salía de mi boca.

—Si —admitió cabizbaja.

—¿Cómo pudiste decirme que estaba enfermo y alucinando, cuando realmente era él todo el tiempo? —gruñí enfurecido como nunca antes, me sentía como un completo idiota del que todos se burlaban.

Sin poderme controlar lance aquel vaso contra la pared delante de mí, sobresaltando a Soyeon con mi ira desenfrenada.

—TaeHyung, escúchame.

—¡Pensé que éramos amigos, Soyeon! —grité bajo su mirada estupefacta—. ¿En qué demonios estabas pensando al ocultármelo?

—TaeHyung, no es tan simple de explicar.

—¡Inténtalo!

—Estaba haciendo un proyecto... —susurró desviando su rostro en otra dirección, mientras acomodaba un mechón rebelde de su corto cabello.

—¿Me usaste durante todos estos años para un proyecto de investigación? —bufé con mis ojos fuera de mis orbitas. Esto ya era demasiado—, ¡¿Me usaste sin mi consentimiento como si fuera una rata de laboratorio?! ¡¿En que estabas pensado?!

No estaba en mis cabales, no estaba ni cerca de mis cinco sentidos, así que podría decirse que fue un acto normal, que la agarrase con violencia de sus hombros sacudiéndola desenfrenadamente, mientras le gritaba cosas histérico con lo que había descubierto.

Ella rompió a llorar sin saber muy bien que excusa darme por sus actos, no sé si fue el escándalo, pero ya no importaría mucho si lo pensara detalladamente, pero antes de que le hiciera aún más daño a aquella mujer, JungKook entró en la habitación totalmente perdido seguido por un médico y una enfermera que corrieron apresurados hasta donde me encontraba.

—¿Qué sucedió? —preguntó JungKook ayudando a Soyeon ponerse en pie, en el momento en que por fin le dejé libre de mis manos.

—Necesita calmantes —escuché que anuncio el medico alarmado con mi estado.

UNKNOWN ROMANCE [VHOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora