Las Dudas de una Peliazul

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—Sarah —el General le habló a la pelirroja, la cual inmediatamente fue hasta donde estaba su superior.

—Quiero que apoyes al coronel Champrouge a despertar a sus hombres, por favor —él le pidió amablemente mientras tomaba a los dos atacantes y miró a su nuera y a su hijo mientras hacia una expresión seria, indicando que algo no le parecía bien.

A Harcos no le convencía el hecho de que ellos supieran donde se encontraban y también le molestaba que al parecer les habían ordenado ejecutar al objetivo en caso de no poderlo recuperar y eso le frustraba, pues Volk ya les iba a contar el motivo de los posibles futuros atentados.

—Hijo, voy a ponerlos bajo custodia en Landavidis —Harcos les indicó a lo que Saulo y Sarah manifestaron que querían decirle algo de vital importancia.

—Padre ¿Vas a volver? —preguntó Saulo algo serio siendo secundado por su esposa

Harcos se llevó una mano a la barbilla, bastante pensativo. Sabía que tenía que apoyarlos en este desastre y también tenía que apoyarlos para evitar un futuro catastrófico porque sabía que todo el esfuerzo que él, su sobrino y sus antecesores habría sido en vano. Dante había hablado con él hace unas horas y le había contado el alcance real de la guerra contra Estados Unidos pero unas palabras dichas por Sarah, hizo que reconsiderara las cosas.

—Obtuvimos Inteligencia enemiga, la cual detallaba los planes para hacer de mi hermano un renegado. También que había un topo en el ejército, el cual le pasaba informes a uno de los mercenarios de Volk y también información sobre Gabriel y varios de sus amigos... es una suerte que Dante nos hubiera indicado a donde ir antes de ir por ese bastardo.

—Volveré al amanecer hijo —le afirmó el General con un tono serio mientras Horus aparecía y se posaba sobre su hombro—. Pero primero tengo que avisarle a David que tomare un par de días más y dejar a estos a resguardo de la unidad de inteligencia y cuidados intensivos para ver si pueden romper el código que mantiene a sus mentes cautivas —Harcos miró a su hijo y a su nuera de manera más relajada y esbozó una sonrisa cómplice

—Aunque creo que a David le va a fastidiar el hecho de que tome unos días más aparte de la apuesta que él perdió.

Sarah y Saulo negaron divertidos sabiendo cómo era la relación entre el General Brigadier y el General Supremo.

—Les sugiero que después de ayudar al coronel vayan a dormir, porque necesitaran fuerzas mañana —añadió Harcos aprovechando el ambiente del momento pero tanto Sarah como Saulo negaron con la cabeza.

—Ayudaremos a los agentes franceses con este desastre y a ver si averiguamos que sucedió por el Distrito XIV, ya veremos si nos tomamos una poción revitalizante o algo por el estilo en la mañana —comentó Sarah siendo respaldada por Saulo mientras este tomaba del suelo el estuche del Remington .45, provocando que el General asintiera no tan convencido.

Harcos le restó importancia y desapareció en un fogonazo, y unos instantes después Iron Man llegó a la zona, solo para ver a los agentes desmayados, a Volk muerto y al coronel francés en estado de alerta por algo que aparentemente había sucedido.

—¿Y ahora qué diablos hiciste Capinator? —soltó Tony mientras levantaba la máscara de su traje para observar al capitán.

Saulo negó con simpleza y miró con bastante seriedad al hombre de acero.

—Esta vez no hice nada relevante, más que noquear a nuestros amigos, a los que creíamos muertos, y a los cuales mi padre se llevó a Landavidis —comentó Saulo de forma sarcástica provocando que el extravagante millonario observara sorprendido al capitán del ejército landavidés.

Miraculous: La Increíble Historia de Ladybug y SpidermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora