40.- Tiempo

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—Hoy, hoy es un día muy especial hija, hoy te enseñaré a volar —Zarina chilló emocionada, ambos subieron a la torre, cinco guardias estaban abajo para prevenir accidentes.

—Tienes que sentir su movimiento y su función, ahora podrás usarlas, lamento no haberte enseñado antes, pero normalmente a tu edad es cuando las alas surgen en un draconiano normal, pero tú no eres normal mi niña, tú eres mejor —la ayudó a que subiera a la orilla.

—Tengo miedo —pronunció ella mirando hacia abajo.

—Tranquila hija, es fácil, sólo tienes que aletear, muévelas —Zarina las movió y poco a poco fue teniendo la confianza para usar más fuerza hasta que sus aleteos produjeron una pequeña corriente de aire.

—Ahora, ve —la empujó tomándola por sorpresa, ella aleteó por acto reflejo y logró mantenerse en el aire, se emocionó por haberlo logrado y se tomó un tiempo para acostumbrarse a la sensación, ella también se arrepentía de que no le hubieran enseñado antes.

— ¡Lo estoy haciendo! ¡Estoy volando! —exclamó emocionada, Astrel la observó dar vueltas hasta que llegó y aterrizó a su lado.

—Perfecto, ahora practicaremos tus habilidades en combate combinado con el vuelo —ambos bajaron de nuevo, Zarina estaba feliz por su nueva habilidad.

—Papi, ¿cuándo regresará mamá? —preguntó con inocencia, Astrel se mostró tranquilo ante su pregunta y le tomó algunos segundos idear una respuesta.

—Tu mami se ha portado muy mal y está castigada, por el momento no puede verte, corazón —respondió, la niña creyó en sus palabras pero algo dentro de ella le decía que su padre mentía y que su madre estaba pasando por algo mucho más grave que un simple castigo.

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— ¿Hoy no pondrá el puesto? —preguntó una mujer, Alex negó.

—Tengo algo que hacer, nos vemos —ambas se despidieron, Alex salió del pueblo hacia el bosque, al llegar se transformó en lobo y corrió hasta el territorio oscuro, Zerkanya la esperaba en el límite junto con Kru'Tsen, Zakarie y Tormenta, se saludaron y luego caminaron juntos por el territorio. Detrás de ellas, oculto entre los arboles, un espía de Klakham obtuvo la información que necesitaba, regresó hasta el palacio buscando a Astrel, cuando lo encontró entrenando con su hija, decidió interrumpirlo un poco, ambos se alejaron para hablar en privado mientras Zarina entrenaba sola.

—Señor, Zerkanya se encuentra en el territorio oscuro, una chica lobo del pueblo al este se encontró con ella en el límite, ella no la esperaba sola, tenía a una niña de unos cuatro años y a dos dragones con ella, creemos que ahí es donde se ha escondido todo este tiempo.

—En cuanto puedan tráiganme a esa chica lobo, necesito sacarle información —el espía asintió y se retiró dando por terminada su misión de ese día, simplemente le restaba dar el comando a sus compañeros.

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Mientras tanto en el territorio oscuro, Alex intentaba alimentar a Kru'Tsen pero el animal se rehusaba a comer, ella intentaba lidiar con ello mientras Zerkanya ordenaba los libros para intentar averiguar cuál era la continuación del antiguo que había leído, últimamente se esforzaba mucho en practicar magia, descubrió muchos nuevos hechizos.

—Vamos Kru'Tsen, sólo es un bocado, no te hará daño —rogó la albina por última vez, el dragón no parecía querer, no fue hasta que descubrió el poder de la fraternidad. Zakarie se acercó a ellos y tomó el pedazo de comida que Alex le intentaba dar, lo lanzó hasta que este quedó clavado en una estalactita, Kru'Tsen pareció enfadarse por esto y se lanzó a ella, al morderle suavemente el brazo ella chilló exagerando su reacción, el dragón se espantó y retrocedió asustado, Zerkanya se dio cuenta de esto y se acercó, comenzó a regañar al animal por lo que había hecho, mientras Zerkanya estaba ocupada, Zakarie se escabulló detrás de ella y subió a los estantes para lograr tomar un pedazo de carne, lo lanzó hacia afuera, Kru'Tsen se mostró intimidado y Zerkanya pensó que había aprendido la lección así que lo dejó tranquilo, la niña volvió a su lugar para que su madre no sospechara nada de su estrategia perfectamente planeada, ambos salieron y Alex los vio disfrutar aquel trozo de carne juntos, sonrió al notar su relación, nunca había pensado en ver a una niña y a un dragón comportarse como hermanos.

El acto fue interrumpido por Tormenta, quien rugía exigiendo la presencia de Zerkanya, al salir el dragón le informó que había un dragón causando el caos en la colonia, ambos acudieron al lugar, un dragón faery y un dragón de hielo peleaban.

— ¡Basta! —gritó, ambos detuvieron sus movimientos y voltearon a verla, el dragón de hielo se mostró amenazante y claramente enfadado.

—No eres el alfa de esta colonia, respeta tu posición y a Lula —al notar el tono de su ama, el inmenso animal bufó tranquilizándose, Lula, la dragona faery regresó a su puesto, Zerkanya se llevó una mano a la cara, el estrés la estaba consumiendo, tanto ella como Tormenta regresaron a la cueva.

—Zer, Zakarie está muy inquieta, no puedo tranquilizarla —la pelirroja gruñó y se dio vuelta para encararla.

—Pues deberías solucionarlo, eres su niñera —su tono fue más fuerte de lo que ella quería, Alex le pidió que se tranquilizara pero Zerkanya seguía soltando un insulto tras otro, al ver que no reaccionaba, Alex tomó aire y valor y la sujetó de las mejillas acercándose para callarla con un beso, la pelirroja sintió un escalofrío y de inmediato su humor se tranquilizó, no se movió al inicio, parecía hipnotizada por la sensación, terminó soltando su tensión y correspondió al beso de la albina, entregándose al momento, los gélidos labios de la albina parecían sentirse bien sobre los cálidos de la otra. Los sentimientos de Zerkanya se mezclaron, chocando con su razón, una sensación de calma la invadió y un revoloteo en su estómago la hizo sentir intranquila, se sintió bien, hasta que la culpa comenzó a invadirla y el blanco en su mente se tornó gris, obligándola a separarse de su compañera. Ambas se observaron a los ojos, en silencio, con las respiraciones alteradas, en medio de la calma algo sucedió, las dos pudieron sentir el latido de la otra, su conexión se hizo más fuerte, pero Zerkanya se negó a permitirse sentir algo por Alex, aunque su esposo se encontrara muerto, le tenía respeto a su recuerdo.

Alexandrya simplemente se dio vuelta y abandonó el lugar sin decir nada, congelando el suelo bajo ella, Zerkanya se sintió mal por verla marcharse y sintió deseos de detenerla y pedirle perdón, pero no lo hizo. 

Zerkanya y la rebelión de Varthrân【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora