Capítulo IV

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" Una advertencia de Rowan Lee "

  Layla sintió su cuerpo pesar más que na-
da, y solo pudo mantenerse sentada por la incomodidad que sentía.

- " Es tan difícil vivir nuevamente " -.

- " Lay-Lay " - llamo a su puerta y la ob-servó mirar a través de la ventana - " Esun lindo día, ¿no es así? " - preguntó alverla distraída mirando por la ventana

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- " Lay-Lay " - llamo a su puerta y la ob-
servó mirar a través de la ventana - " Es
un lindo día, ¿no es así? " - preguntó al
verla distraída mirando por la ventana.

- " Amy... " - volteó y sonrió - " Es un lin-
do día " - respondió - " ¿Y Mi-Yon? " - le preguntó al no ver a su pequeña niña.

- " Con el doctor Chen " - se sienta a su lado - " Es lindo con ella, seria un buen
padre, ¿no lo crees? Y un gran esposo,
es guapo, y sexy. Si no lo tomas hay al-
go mal con tu visión " - bromeó.

- " Cállate " - la empuja y ríe - " es amigo
de mi hermano, solo es cortes " - le dijo.

- " Ay aja, y yo soy actriz de cine para adultos " -  rió.

- " No, eres muy falsa para ese género " - bromeó.

- " ¡Ey! Soy sexy, y natural... solo mi nariz es falsa, sabes muy bien que ca-
si no podía respirar antes, y por ello tu madre me dijo que esperara hasta los diecinueve y me opere. ¿Acaso no te acuerdas que no soy la única? Tu nariz
también es falsa, como la mía, no era
tan pequeña antes, ¿no te acuerdas o
te haces la tonta? Te rompiste tu nariz
cuando filmaste con Hiro esa película
japonesa-coreana sobre las " Mujeres
de Solaz " Ese bastardo japonés que te agredió fue duro " - le recordó.

- " Ni me lo recuerdes, vamos, ve a lla-
mar a la enfermera para que me quite
esto y trae a Mi-Yon, quiero salir a ca-
minar " - insto.

- " Voy, voy, ¿con quien me debo quejar
por tener una amiga tan mandona? Que mala fortuna la mía, la ayudo y me regaña " - rió.

   Bromas y días de sol, nublados y con llu-
via, las llevaron a convivir juntas y a ser
más unidas, como lo era con su anteceso-
ra. Pobre. Amy estaría destrozada si lo su-
piera, pero Ha Ni interpreto a la Layla a-
dolescente, que era entrañable para su a-
miga y para ella, por ser despreocupada y sonriente a pesar de todo.

La Emperatriz Del CINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora