Capítulo XLVIII

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Abuela rica...

Hotel Alisha...

   Li Yini se encuentra en una pequeña ha-
bitación de hotel, en donde estuvo todo el
día con el teléfono en mano, intentando co-
municarse con su família, pero ellos no le
respondían. Desde su amable y dulce ma-
dre hasta su frío e indiferente abuelo le dieron la espalda. Y ella no sabía porque
le hacen esto luego de que se disculpara .

- " No hice nada malo " - busco fallos en
su comportamiento desde que dejó Seúl - " No hice nada... solo intente " - como un
recipiente de agua fría que se le arrojó, e-
lla despertó - " Será eso, ellos están eno-
jado por lo que le hicimos con Jin Hi a la
zorra Layla, ¿será que es eso?... Pero yo
no fui quien lo planeo. ¡Ash! " - se tiró en
la cama con enojo y confusión - 《 " ¿Por
que mi família se preocuparía por esa
zorra? ¿Por qué harían eso? " 》- hipó-
critamente creyó que era una víctima en la palma de la mano de Layla.

  Mientras ella recibe la espalda fría de su
família, la única a la cual conocía, y para
su mala suerte, estas malas acciones eran
retribuidas, y la persona que planeó esta
mala jugada se encuentra en un peor es-
tado. Ya que Layla volvió a aparecer por
segunda vez consecutiva en el hospital en donde está internada la anciana Long.

- " ¿Por qué la abuela la llamo?¿será
que ella va a heredar algo?¿qué hare-
mos si le dan algo mejo a ella? ¿qué va-
mos a hacer? " - le preguntó a su madre,
pues ella se cuentra muy incómoda y an-
siosa con esto.

Li Jia miró seriamente a su hija, no sabía
que decir para calmar su preocupación, pues si ella misma no puede con sus pro-
pias preocupaciones, todo esto se le va a
salir de las manos.

- 《 " tan sólo, si tan sólo hubiera dor-
mido con otro hombre rico, ¿en verdad
eso podría cambiar nuestra dura vida,
mi niña? " 》 - como toda mujer viciosa y
carroñera busca en su fatal error alguna
esperanza de vida adinerada, una vida en
la que no tenga ninguna preocupación ri-
dícula, como en donde iba a vivir, que co-
merán ella y su hija ese día, o cosas como
esas.

   Si ella tan sólo supiera que tuvo y tiene
esa capacidad, pero su avaricia la a estado
guiando por un camino muy equivocado.

- " ¿Madre? Madre, ¿estas bien? " - le
preguntó preocupada al ver sus ojos un tanto perdidos.

- " ¿Eh? Este... " - distraida con sus cosas
- Sí, sí, lo que tu digas, hija. Todo es cul-
pa de Layla, de esa maldita zorra... Es una zorrarpía, si... eso es lo que es..." -
comentó sin sentido, pero en verdad inten-
tó darle algún tipo de sentido propio.

   Jin Hi fruncio el ceño al oírla, pero lo de-
jo pasar, ella estaba muy preocupada pa-
ra estar viendo los cambios por las que es-
taba pasando esta madre suya, tenía que
conseguir dinero de parte de la anciana decrépita y con el impulsar nuevamente
su carrera o solo quedará en ridículo otra
vez. Y no podía volver a ocurrir. Ella no i-
ba a dejar a la vista que no era nada sin la
ayuda económica de su padre y la ayuda
social, publicitaria gratuita, del tonto de Li
Shin Hee, quien la a estado ignorando des-
de el juicio, en donde perdió mucho de su
patrimonio neto ante Layla.

La Emperatriz Del CINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora