Capítulo XI

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"Un primer día de trabajo con mamá"

   Mientras una vida matrimonial con una
única hija, nombrada Jin Hi, la hija dora-
da, se iba desmoronando, aunque estaba
basada en mentiras y traición, e inicio so-
bre las bases de un matrimonio fraudulen-
to y una familia destrozada, al fin fue al-
canzada por el karma.

- " Ithan... por favor, escúchame " -.

- " Li Jia, vete... déjame en paz, vete a comprar " -.

- " Ithan...tu..." -.

- " ¡Deja de mentir, por dios! " -.

- " Ithan, todo esto debe ser creado por
esa puta zorra " -.

   Layla, la "puta zorra", dormía apacible
en su comoda cama. Y luego de una noche
tranquila, se despertó, fue a la tina, se dio
un baño, paso por una rutina de skincare
antes de ir a despertar a su pequeña hija.

- " Mi-Yon, es hora de despertar..." - le dijo.

- " Mmm " - rodó en los brazos de su ma-
dre - " Mami..." -, y se aferró al cuello.

- " Mi-Yon, princesa, hija, suelta a ma-
má..." - pidió.

- " Dormir..." - murmuró.

- " Pequeña, vamos. Hay que bañarse,
puerquita " - la levanto entre sus brazos y le hizo cosquillas.

- " Mmm " -.

   Y como la noche anterior, Mi-Yon se afe-
rró a su cuello mientras hacía su pequeña
rutina matutina. Se bañaron juntas en la
tina, se vistieron juntas, para ir a desayu-
nar, antes de ir a ponerla en la camioneta
Jeed que compro bajo el nombre de Amy,
para que su "buen" padre no pudiera ras-
trear su ubicación y la de sus pequeños hijos. No iba a dejarse caer en una tonta emboscada.

- " Mi-Yon, suelta a mamá " - pidió.

- " Mmmm " - se retuerce y la suelta, ador-
milada - " mmmm " - se acurrucó en su si-
lla para autos mientras su madre le coloca-
ba su cinturón de refuerzo.

   La camioneta jeed de Layla entro a la zo-
na antigua y tradicional de Seúl, ella se es-
taciono enfrente de una de las antiguas es-
tructuras enfrente de un viejo hogar de u-
na buena familia. Se estaciono junto a las
camionetas negras de los actores.

- " Mi-Yon, bebé, despierta..." - se desa-
brocha su cinturón de seguridad y se estira para despertar a su dormida hija.

  La pequeña se removió y de apoco fue a-
briendo sus lindos ojitos, con una carita a-
dormilada murmurando cosas sin sentido en voz baja.

- " ¿Mami?... mmm, awwwh ¿mamá?¿qué? ..." - preguntó mientras se frota su
ojo izquierdo mientras ve por la ventani-
lla un montón de autos aún a su lado, pe-
ro estos estaban quietos, como ellas lo es-
tán ahora.

La Emperatriz Del CINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora