La genio empresarial Song Ha Ni fue traicionada por su prometido y media hermana. Y el día de su boda se convirtió en su funeral. Pero también fue el día de su transmigracion, donde volvió a la vida como Layla Long.
Ahora Ha Ni es Layla Long y d...
Casa nueva, un buen nombre y el inicio de una nueva etapa...
Una divorcio "pacífico", algo fuera de lo común en Corea, Layla tomó a los niños, les dio un nombre, cambio el sexo que fi- guraba en su acta de nacimiento y en la documentación de su hija, y le dio su ape- llido de soltera a Mi-Yon, cumpliendo con la petición del abuelo Lee, dejo que su hi- jo menor siguiera con el apellido paterno, lo renombre Seok-Joon, en honor a Seok- Jin y Namjoon. Vendió la propiedad de ca- sada de su antecesora y comenzó su mu- danza del departamento de su hermano a la vieja casa que heredó de su difunta madre, Jane Ross, quien adquirió la pro- piedad en una subasta, siendo el mismo arquitecto un amigo suyo, de la universi- dad, quien era amigo de un amigo de su compañera de departamento. Jane había pensado en regalar la misma a sus padres para su jubilación, pero el señor Ross no acepto, no quería vivir en Corea del Sur.
La pareja de ingleses odiaban a su yerno y preferían vivir en Inglaterra lejos de su hija y sus nietos, antes de ver a ese hom- bre, a quien nunca pudieron ver con bue- nos ojos, después de todo vieron algo en él que no les gustó desde el inicio.
" Los comprendo, nadie quiere estar cerca de un yerno así "
Jane dejo atrás la propiedad para ser al- quilada y lo puso debajo el nombre de su hija, siendo suyo ahora, al ser heredada. Aunque la misma fue alquilada para ob- tener ganancias y recuperar las pérdidas.
" Una buena idea de inversión a largo plazo "
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El inmueble valuado en 4.9 millones de dólares, se mantuvo oculto de Ithan Choi- Long, desde su compra hasta ahora, y so- lo Jane, quien lo compró en una subasta, sus padres, quienes rechazaron vivir en ella, además Layla, quien acompaño a su madre durante la subasta y fue testigo de la compra, sabían sobre ella. Jackson se entero por ella cuando lo heredó, pero el inmueble quedo casi en el olvido, produ- ciendo dinero anualmente o mensualmen- te en el alquiler, aunque Layla mantenía la misma como antes, por su madre, tam- bién le dolía ver aquella propiedad.
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