32

2K 122 9
                                    

▪︎ Chloe James ▪︎

Levanto la mano en cuanto veo un taxi, frena justo delante de mi y me subo en la parte trasera, en cuanto me siento le doy la dirección de Reachell al conductor y apoyo mi codo en la ventana para mirar a través de la ventana. El día está soleado, hace un calor infernal, las calles están atestadas de gente que son más bien niños con sus padres, con un helado en la mano o jugando. Personas con trajes elegantes saliendo de los edificios, algunos con su teléfono pegado en el oído, otros corriendo con su maletín en mano.

Y yo arriba de un taxi rumbo a casa de Reachell para decirle finalmente adiós. Pensé mucho en lo que Liam me dijo a pesar de que fue una daga disparada justo a mi corazón, tiene razón. Todos tenemos problemas pero al igual que yo le brindaba mi apoyo ella podía habermelo dado a mi también. Ahora me doy cuenta de que cuando ella necesitaba a alguien venía a mi pero cuando no precisa nada ni siquiera me habla. ¿Desde cuándo nuestra relación había dado un vuelco? ¿Cuando nuestra amistad se fue al fondo del pozo? Hasta ayer estábamos espiando a Eros desde su auto y descubriendo que peleaba. Bromeando por los pasillos, riéndonos de cualquier cosa, discutiendo con Liam o aconsejandonos en camino al instituto.

>>Así que esto se siente acabar con una amistad de años. Pienso con tristeza.

El taxi comienza a disminuir su velocidad y me doy cuenta que ya nos encontramos enfrente de su casa, puedo ver a su mamá regando las plantas y a su padre ayudándola. Le doy el dinero al taxista y me bajo, ellos al sentir el portazo voltean y me sonríen enseguida dejando ver a la luz las arrugas de expresión de sus rostros.

— Chloe querida, hace mucho no te veíamos por aquí —La señora Miller me abraza amistosamente, es cierto que hacía mucho tiempo no los visitaba. Por lo general siempre iba Reach a mi casa.

— Lo siento, tengo unos problemas y no podía venir — El señor Miller también me da un corto abrazo.

— Cuanto has crecido, hasta ayer tenías pañales — Ríe y yo lo sigo.

— ¿Reach está? Necesito hablar con ella.

— Claro pasa, esta en su recámara haciendo su maleta.

Fuerzo una sonrisa y sigo mi camino hasta la puerta. Así que Liam tenía razón, ella se iría sin despedirse, sin dar ninguna explicación de nada, ni siquiera a mi y eso no es justo. No podía irse y ya, de la nada desaparecer.¿Mañana iría al instituto y no la vería? ¿Vendría y ella no estaría? ¿La llamaría y no contestaría? Trato de respirar profundamente y no enojarme. Es en vano porque no lo consigo, es imposible no enojarme con ella cuando me oculta las cosas, cuando me deja de lado y se va sin decir nada.

Toco su puerta y ella abre con la cabeza agacha pateando algo del suelo.

— Mamá ya te he dicho que estoy ocupada — Se calla abruptamente cuando me ve — Chloe.

— La misma, pensé que ya te habias olvidado hasta de mi nombre — Digo con ironía y seriedad.

— Pasa — Se hace a un lado y paso, su ropero esta abierto y hay dos maletas encima de la cama — ¿Qué te trae por aquí? No dijiste que vendrías.

— Quise darte una sorpresa, al fin y al cabo Liam me dio la noticia hace un rato de que te ibas — Las palabras arden en mi garganta, sé que me iré de aquí llorando. Reachell abre la boca pero la callo levantando mi mano — ¿Cuándo pensabas decírmelo?

— Iba a hacerlo — Dice y se acerca a mi, pero me alejo dos pasos para atrás.

— ¿Cuándo? ¿Cuando estuvieras en un avión rumbo a quién sabe dónde? — Reprocho — Se lo dijiste a Liam y no me lo dijiste a mi. A tu mejor amiga — Exclamo.

— Chloe las cosas no son como piensas. Necesito un respiro, necesito irme, cometí un gran error.

— Y prefieres escapar de tus problemas en vez de solucionarlos. Pensabas irte sin decirme nada, solo esfumarte de un día para otro. Yo también tengo problemas y no por eso me tomo un avión rumbo a la otra punta del mundo — Dije con rabia — En estas semanas eres a la persona que más necesito y no estás a mi lado.

Agacha su cabeza y juega con los dedos. Esta nerviosa, no sabe que decir, solo se sienta en la cama y tira su cabeza para atrás acariciando su cuello.

— Iba a decírtelo mañana cuando te viera — Resopla y vuelve a mirarme con sus ojos grises, aquellos que alguna vez tuvieron vida pero que en este momento están hundidos en la tristeza — En dos días termina el instituto, el sábado me mudaré a la casa de mi prima. Cuando me fui fue por eso, quería preguntarle si podía irme con ella durante todo el verano.

— ¿Por qué no me lo contaste? ¿Y todo lo que teníamos planeado? ¡Por dios Reachell! ¡iríamos a la misma Universidad juntas! ¡teníamos planes para este verano! — Alzo la voz más de lo debido, tanto que ya me encuentro gritando.

— ¡Te lo iba a contar! Y lo de la Universidad sigue en pie, Chloe tienes que entenderme — Se levanta y me encara — Estoy cometiendo muchos errores últimamente, necesito despejarme, no quiero cargarte con más problemas de los que ya tienes y disculpa si no he estado contigo en estas tres semanas pero todos tenemos problemas. No eres el ombligo del mundo y la única que tiene cosas que solucionar.

— ¿Y quién me entiende a mí? — Pregunto incrédula — Siempre tengo que entender a los demás pero ustedes no a mi. Ya sé que todos tienen problemas y aún así he estado contigo apoyándote, ¡nunca te deje tirada!

— Yo te entiendo, yo soy tu mejor amiga.

— No Reachell — Sonrío levemente —, lo eras, antes. Ya no más.

— Estas enojada, no sabes lo que dices — Niega con la cabeza — Tomemos algo y olvidemos todo esto — Intenta tocarme pero me aparto.

— No estoy enojada, ya dije todo lo que tenía que decir. Antes eras mi mejor amiga, cuando te conocía realmente, cuando eras Reachell y no una persona totalmente desconocida para mí — Lagrimeo un poco — No tomaremos nada, haz tu vida y sé feliz. Cuando comiences a dejar de actuar como una estúpida puedes buscarnos.

No dejo que responda y solo me voy dando un portazo. Bajo las escaleras con cuidado, mi vista esta nublada por las lágrimas y lo único que faltaría sería caerme y quebrarme algo. Paso por al lado de sus padres y me despido por última vez antes de salir corriendo para evitar incómodas preguntas.

Camino hasta una estación cercana de taxis y espero pacientemente uno, realmente no conocemos a las personas, no hasta que por últimas veces las vemos.

▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎▪︎

— Estuviste bien, creo que Liam también tiene razón, todos tenemos problemas pero así como tú has estado para ella, ella tiene que estar para ti — Opina Atenea — No estés mal tienes que estar feliz, tienes el derecho. Eros ha dado señales muy buenas y ahora sabemos que su posibilidad de despertar son más altas, ponte feliz. No arruinemos los momentos pacíficos y lindos que estamos teniendo últimamente.

Sonrío — Para la edad que tienes eres lista — Muerdo mi labio y lo suelto — Y con respecto a tu hermano... no sabes cuánto deseo que despierte de nuevo.

— Lo hará, solo hay que esperar. El tiempo sabrá cuando será el momento para que eso suceda, mientras tanto hay que mantenernos bien, hagámoslo por él y también por nuestra salud mental.

Acaricio su pelo que ya está comenzando a tener raíces, esta suave como siempre y algo enredado.

— ¿Por qué no me contaste lo que pasó con Reachell?

— No lo sé — Se encoje de hombros —, es tu amiga no se vería bien de mi parte hablarte mal de ella.

— ¿Tampoco te cae bien? — Río un poco.

— No te voy a mentir hay algo en ella que no me agrada — Se reincorpora del sillón y me mira — Siento como que quiere separarme de Liam.

— ¿Por qué dices eso? – Pregunto nerviosa, de seguro Liam le habrá contado.

— Porque ella — Hace una pausa —, ella me dijo que estaba embarazada de él.

— ¿Qué? — Entreabro los labios estupefacta.

AmaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora