▪︎Chloe James ▪︎
— ¿Nerviosa?
— Muy nerviosa — Digo mordiendo mi labio.
Hoy teníamos examen de matemáticas, nunca fui buena en esa materia así que mis nervios se notaban a kilómetros de distancia y envidiaba que mis amigas estuvieran tranquilas.
— No estés inquieta — Trata de calmarme Hanna, ella es una de mis nuevas amigas. Una rubia de ojos claros despampanante, muy diferente a Emy quien tiene el cabello azul y ojos marrones, ambas son hermosas — Todo saldrá bien.
— Si y después podrás contarle a Eros lo bien que te fue — Emy la sigue.
— No funciona — Resoplo —, me irá pésimo.
El timbre suena interrumpiendonos y vamos al salón enseguida para entrar primeras. A medida que el tiempo pasa se va llenando el aula y al final de todos entra el profesor, entregando las hojas y sonriendome en cuanto me ve. Viejo maldito, sabe que no podré.
Durante el examen Hanna y Emy me echan miradas preocupadas, yo solo digo en silencio "help me" pero creo que ellas están igual o peor que yo, aún así ellas salen primeras dando la hoja que seguramente esta en blanco y decido seguirlas, no porque trate de imitarlas, si no porque sería una pérdida de tiempo seguir ahí cuando no sé nada.
— ¡No entendí nada! — Gruñe Hanna.
— Las rubias son huecas — Bromea Emy.
— Por lo visto las peli azul también — Ataca Hanna con burla.
— Basta chicas — Suelto una carcajada —, las tres estamos huecas.
— ¡Creí que sería más fácil! — Chilla la rubia y Emy la mira mal.
— Ya deja de chillar, me dejarás sorda.
Esta era la relación de ellas, casi siempre discutían por tonterías pero realmente se amaban un montón. Las tres nos conocimos en el comienzo de clases y nos hemos hecho inseparables desde entonces. Nos apoyamos la una a la otra y estamos ahí cada vez que lloramos a moco tendido. Una llora y las otras dos también. Creo que este era el tipo de amigas que necesitaba en mi vida, desde que Reachell se había ido ellas pudieron llenar ese vacío.
— ¿Qué haremos hoy? — Pregunto comenzando a caminar y ellas me siguen.
— No puedo — Se disculpa Emy —, tengo tarea.
— Yo igual — Resopla Hanna — No sé si recuerdas lo de química.
— Es verdad — Murmuro. Lo había olvidado por completo, tendríamos que entregar una carpeta con un montón de hojas — ¿Mañana si?
— Sip. Noche de películas y muchas golosinas — Emy se frota la panza.
— Gorda — La molesta Hanna.
— Envidiosa — Se burla.
Y así siguieron en todo el camino hasta que me dejaron en la puerta de mi edificio.
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— ¡Y me fue pésimo! —Terminé mi discurso con ese grito de frustración. Eros se ríe al otro lado de la pantalla y solo me hace sonreír atontada.
— Tranquila, aún no sabes si te fue mal o bien. Hay que esperar los resultados.
— Sinceramente espero que bien — Hago una mueca — ¿Y tú? ¿Cómo te fue?
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Amae
RomanceLos Anderson son todo lo que aspiramos al pensar en querer formar una familia; buena posición económica, hijos ejemplares y mucho dinero. Pero detrás de ese dinero, detrás de su gran perfección ¿qué son tan capaces de esconder? ¿Cuantos secretos de...