Hablamos un rato sobre tonterías. Me mostró los números rasguños que Raspi le había hecho cuando trato de meterla en una de esas cajas de transporte. Era el diablo, no solo conmigo.
Cuando aclaramos todo, me preguntó cómo me había herido. Tuve que hacer el tonto diciendo que resbale mientras hacia tonterías. "Soy un torpe algo idiota" me reí para relajarlo, pero su mirada aún lucía preocupada.
Me separé de él para ir al baño una vez más antes de entrar a mi habitación. En el espejo vi en mi cabello teñido de blanco, la mancha de la sangre. Decidí que sería un buen momento de tomar un baño. Cuando estuve en privado, con mis gatos, claro, camine a la tina que caí en cuenta no había usado, ni la ducha en ya dos días. Ni siquiera anoche. Me sentí asqueroso. Que estuviera ansioso no era pretexto para ser tan descuidado.
Abrí la llave de la tina para dejarla llenar. Me senté paciente en el toilet. El sonido del agua me arrullaba pero también me hacia pensar.
El movimiento era brusco donde el agua golpeaba pero bastante más suave al otro lado de la tina. Ahora mismo me sentía como ese otro extremo del agua. El primer día fue horrible, pero con el paso del tiempo aquí, incluso la apatía se me ha ido acabando. Sentir a Samuel tan cerca, fue un shock pero también fue revelador. Me enseñó algo que no sabía de mi mismo. Eso me agradaba pero también me daba mucho miedo. Sentía que comenzaba a adaptarme
Por mi mente cruzó Mangel en un destello. Se supone que íbamos a vernos esa tarde. Pensé también en mi celular, pero según recuerdo, en algún punto de la cena la otra noche, Samuel me confesó que lo rompió por error al traerme aquí. Cayó por las escaleras del sótano y se destruyó.
Me preguntó si estaría buscándome. Me pregunté tantas cosas en ese momento, pero no tener la respuesta me volvía loco. Cerré la llave después de unos minutos, mirando aún el agua calmarse poco a poco. Me saque la ropa mirando en el espejo el collar en mi cuello, y bajando la vista para ver el otro par de brazaletes. Según dijo, podía tomar un baño con ellos. Dijo que eran a prueba de agua.
- Joder, macho.
Solté un profundo suspiro cuando tuve el agua hasta el cuello. Literalmente. El rostro de Samuel me daba vueltas por la noche anterior. Podía escuchar su voz. Si me concentraba lo suficiente podía sentir donde me había tocado. Se sentía caliente, quemaba incluso.
<<¿Que haces, cabrón?>> No puedo evitarlo. La curiosidad es peligrosa y claramente tenía un asomó de ella por volverlo a intentar. Volver a sentir lo de anoche.
Fargan dijo que el sexo embrutece. Seguro tiene razón en eso, pero esto es algo más. Es un sentimiento que había tenido muy bien escondido incluso de mi.
Decidí abrir los ojos. Pensar demasiado en ello no ayudaba. Volví a cerrarlos poco después para sumergirme un segundo, enjuagando mi cabello de aquella sangre. Mi rostro ya casi no dolía, pero ese color verdoso de los moretones no se iba del todo.
<<Lo moví>> recordé el tragaluz. De verdad lo había movido aún que sea un poco. Tendría que volver a intentarlo. Pero necesitaba más altura. Tal vez una silla del comedor o una de las mesitas de la habitación de la chimenea. Algo más alto. Y el momento perfecto.
<<¿Y que vas a hacer cuando estés fuera?>> Ir a casa, por supuesto. <<¿Y cuando estés en casa? Vegetta seguro irá por ti. Sabe dónde vives, sabe que estarás ahí, aún si es para volver a irte. ¿Y que harás? ¿Vas a llamar a la policía, lo acusarás abiertamente de secuestro y violación?>> Yo no quería causarle daño a Samuel. No quería que fuera a prisión, solo quería que esto terminara.
Llegar a casa y escapar de nuevo. ¿A dónde? ¿Con Mangel? Él no dudaría en llamar a la policía. Me convencería de hacerlo, pero no quiero eso. Él seguramente no pensó bien cuando hizo algo como ésto. Seguramente fue un lapsus. Desde que me dió mi habitación, ha respetado mi espacio, incluso podría decir que me ha cuidado.
No es que quiera quedarme aquí encerrado ni que lo justifique, pero francamente no creo que sea un psicópata. Podría arreglarlo. Podría convencerlo de volver e intentarlo como personas normales. No con este juego que parecía sacado de una novela de Stephen King.
<<¿Qué harás cuando llegues a casa? ¿Qué es lo que dirás? ¿Es tan buena idea escapar?Qué tal si en el fondo, realmente te gusta ésto. Tal vez, muy en el fondo por eso no luchaste lo suficiente>>
- Cállate. Yo luché.
<<¿En serio? Te he visto agachar la mirada más de una vez>> Es más fuerte que yo. ¡Eso no ha sido por gusto! <<¿Estás seguro? Por qué hasta donde puedo ver, es como si fueras dos personas diferentes. Tu boca dice "no" pero, ¿que tal tu cuerpo, Doblas?">>
Mi mirada bajó apenas hacia el agua, notando a través de ella mi entrepierna, despierta. Pegué un respingo en la tina antes de subir mis rodillas para cubrirlo, acurrucandome en ese sitio, vaporoso y cálido.
<<¿Se sentía bien, no?>>
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Micro nota del autor 3
Lamento haber estado tan dormida con las actualizaciones. Ha estado algo cansado entre el trabajo y los pendientes. Además, me cayó un resfriado de los mil diablos, pero esto está por ponerse muy intenso. De nuevo, agradezco a las personas que se detienen a leer, votar y comentar en esta historia.
Los adoro y sepan que espero no me odien por la ruta que pueda tomar todo ésto.
Gracias por su apoyo.
🖤
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Happy ending / Rubegetta
FanficEl amor. ¿Qué sabemos de él realmete? Sam siempre ha estado enamorado, profunda, pasional y violentamente. Siempre viendo por la ventana de sus sentimientos al hombre que irradia luz, que ilumina sus días aunque él no lo sepa. ¿Hasta donde eres capá...