❁ « Everlasting - Chaennie » ❁

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He guardado este pequeño diario, esperando aquel momento de mi vida que tuviera algo de emoción y así poder escribir en ella.

Es raro, lo sé. En lo que va de mi vida he logrado gran parte de mis metas, mi trabajo es bastante bueno y mi casa está lo suficientemente cómoda para vivir, tengo grandes amistades como las de Lisa y JiSoo, mi familia está bien, pero a pesar de todas estas cosas buenas, no era algo que me llenaba del todo.

Y en caso de que estés leyendo esto, supongo que debo presentarme, creo que es lo más relevante para entender todo lo que viene después.

Soy Park ChaeYoung, una chica de 25 años y que después de años de indecisión, logré hacer lo que me gusta. Un dato curioso podría ser que tomo fotos a cada momento, solo para recordarlos cuando mi mente no sea capaz de hacerlo.

Ahora que saben un poco de mí, les diré por qué hago esto.

Este diario fue lo último que pude tener por parte de papá, cuando me lo regaló no entendía con qué objetivo lo hizo, pero con el tiempo lo hice y estoy agradecida con él.

En la noche de mi cumpleaños, me acompañó a casa. Sabía que lo hacía para pasar más tiempo conmigo ya que no nos veíamos tan seguido, por lo que lo invité a comer los rollos de canela que me había dejado como el primer regalo.

—¿Seguro que te quedarás un rato? ¿No es muy tarde? O sea, ya no estoy pequeña y podemos salir cuando quieras. —

Aquella pregunta lo hizo reír, el vernos un día de semana era extremadamente complicado y si fuese por él, nos hubiéramos visto todos los días.

—Siempre serás mi pequeña Rosie, pero quería darte tu ultimo regalo de cumpleaños. —

Realmente fue el último.

Recuerdo que tenía una pequeña bolsa que estaba parada en el pie del sillón en el que estaba, lo tomó y estiró su brazo para poder tomarlo.

Lo hice, lo abrí y ahí estaba, un lindo diario donde sus tapas estaban envueltas en una tela suave de color rojo y un plumón blanco donde en su tapa caía una cadena y dejaba ver un ala con detalles de pequeños diamantes; mi expresión al ver eso fue como la de Bart en aquel episodio navideño de los Simpson.

Papá soltó una risa.

—¿Recuerdas cuando de pequeña siempre pedías una libreta para poder escribir? Lo hacías cada mes y tenías los demás guardados, era impresionante el cómo lograbas llenarlos todos. —

Papá se levantó con un poco de dificultad y se acercó hasta sentarse a mi lado.

—Por todo lo que has hecho y lo que sigues haciendo, a veces tu mente colapsa y no da para más, me doy cuenta.—

No sabía que responder al respecto, tampoco podía negarlo. Solo esperé que siguiera.

—Usa este diario, para que escribas por todo lo bueno que pasaste y todo lo malo que aprendiste en tu corta vida, expresa lo que sientes y lo que no pudiste decir en aquel momento, aunque alguien, en alguna parte del mundo dijo que esto solo es para mantener vivo los buenos recuerdos, tanto tú como yo, sabemos que hay que pasar por malos momentos para llegar a los buenos, pequeña, estoy feliz de lo que has hecho y sé que mereces más que esto, pero en el fondo sabes que lo necesitas. Feliz cumpleaños, preciosa. —

En mi cabeza las cosas seguían siendo confusas y él había notado lo que yo no puede hacer, pero que siempre estuvo ahí.

Solo le agradecí y lo abracé, pude haber hecho más.

Y después de eso, decidí guardarlo para hacer lo que dijo.

Ese momento llegó muchos meses después y es por eso que estoy aquí.

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