❁ « Everlasting - Chaennie » ❁

•27•

Narra Jennie.

Me sentía mal por aquel show, intenté calmarme pero sentía que me desesperaba más y que no podía parar, maldita sea, ¿ahora qué haré? Quería llorar más cada vez que decía que no me iba a dejar sola, que todo estaba bien. Roseanne podía con cada parte de mi ser.

Después de que las cosas recuperaron la tranquilidad, volvimos a la habitación de SunYoung, he de admitir que de todas las personas que son mayores a mí, ella ha sido un sol, me preocupaba de que le pudiese caer mal, pero aquel momento, cuando entré no paraba de mirarme con una sonrisa, estaba inquieta, aunque no notaba algún tipo de sentimiento negativo en esa expresión.

Arreglé las cosas con ayuda de Chae, que por cierto, no paraba de escuchar su voz en mi mente diciendo "me gustas", podía aplacar cualquier otro pensamiento y dejarme atontada hasta que algo o alguien me hacen volver al mundo.

La rubia iba a sentarse en el sofá hasta que SunYoung le habló.

—Hija, ahora que Jennie volvió, puedes ir a casa y bañarte, lo necesitas. —

—Ay mamá, otra vez no, por favor, ya iré otro día. —

—ChaeYoung. —

Y se creó un silencio que fácilmente podía cortar el cuello de alguien.

—Está bien, ya vuelvo, Jen cuídala mucho, volveré lo más rápido que pueda, no me extrañen tanto, hay ChaeYoung para todas. —

Le lanzó un beso a SunYoung y a mi igual, salió de la habitación y aquí es donde empieza mi nerviosismo, era la primera vez que me quedaba sola con su mamá, pero al menos no tardó en hablarme.

—Entonces, Jennie, cuéntame de ti, realmente me sorprende que alguien que no es tan unida a la familia se quede aquí, no te lo juzgo, pero es curioso. —

—Pues, Roseanne es alguien importante para mí y no me cuesta nada brindarle apoyo, tanto a ella como para la persona afectada, además, eres su mamá, por lo que sé que necesita un apoyo y por el poco tiempo que llevo compartiendo con usted, puedo afirmar que es muy diferente a cualquier persona que he conocido, aunque pensándolo mejor tiene un aire a mi mamá. —

—Espero que eso sea de una buena forma. —

— ¡Claro! No lo dude, de verdad es muy cálida y la forma en la que trata a Rosie, me recuerda tanto a como soy con mamá, hasta hay veces que me hace sentir melancólica. —

—Pues, no te sientas así, sé que puedes extrañar mucho a alguien, pero en un cerrar de ojos, estarás de su lado y eso es lo que importa. —

—Lo sé, pero son solo unos malos ratos. —

—Estarás bien pequeña, pero cambiando de tema, ¿pues venir aquí? Siento que me quedaré sin voz. —

—Claro, claro, lo lamento, por un momento olvidé que no puede esforzarse mucho. —

A pesar de ello, SunYoung sonrió, coloqué la silla a su lado y me senté. ¿Me había calmado? Sí ¿Seguía nerviosa? sí, en cualquier momento podía decir algo que no sea bueno para ella y eso era lo que temía, pero al menos agradecía el hecho de que no deje que el ambiente se torne tan denso.

— ¿Te gusta Roseanne?—

Ahí es cuando casi se me sale el corazón de un solo latido, ¿cómo se habría dado cuenta?, ¿soy muy obvia?

—No te preocupes, no estoy en contra de que te gustan las chicas y tampoco te haré el papel de madre estricta y sobre protectora, solo quiero asegurarme de que lo que pienso es cierto. —

—Pues... Si es así, si, me gusta, pero es raro, porque es como si existiera algo más allá que nos une, como si ya la hubiese conocido en vidas pasadas y es una historia linda que se repite una y otra vez. —

—Eso es bastante lindo. De verdad me alegra que sientas algo por ella, espero que sea con una buena intención, claro, pero independiente de eso, te gusta una persona que da de todo cuando quiere algo o alguien y no lo digo por ser su madre, te lo digo como persona, que es alguien que no consigues dos veces y eso es extraordinario. Cuídala y ella hará lo mismo, apréciala, quédate a su lado y sin dudas sus días serán como ver un arco iris. —

—Pienso hacerlo, el tiempo que sea, incluso si no nos vemos durante años, pienso darle mi apoyo. Rosie ha he hecho mis días más llevaros y es increíble lo que me hace sentir, no lo sé cómo decirlo. —

—Inefable. —

— ¿Ah?—

—Es lo que sentí cuando me enamoré de su padre, no digo que estés enamorada, cada uno sabe cuándo lo está, pero lo entiendo y lo que define eso a la perfección, es eso, inefable. —

— ¿Qué quiere decir eso?—

— Que no puede ser explicado con palabras y viendo tus ojos, el cómo tienen ese brillo tan mágico, puedo asegurar que es así. — SunYoung toma mi mano, me sorprendió al sentirla tan cálida, cuando se supone que siempre están frías gracias al estar metida en un hospital. —Espero que puedan pasar el suficiente tiempo para poder apreciar cada sentimiento que tienen la una por la otra, incluso soy capaz de agradecer que esté clavada en esta cama por haber unido a dos personas para hacerse feliz, sí, es totalmente peculiar la situación, pero todo saldrá bien, tanto para mí, como para ustedes.—

—Gracias, no sé qué decirle, pero gracias. —

—No tienes que agradecer pequeña, solo sean felices y yo lo estaré. —

Después de ello, SunYoung y yo seguimos hablando, de su vida, de la mía, una que otra vez comentábamos sobre lo que veíamos y así íbamos, me sentí feliz de poder haber compartido ese momento con ella. Incluso sentí como la preocupación de ciertas cosas se esfumaban, me sentía segura. ¿Por qué no pudo haber pasado antes? ¿Por qué tardé tanto en venir?

Buscaré alguna manera de poder resolver todo y quedarme aquí, podría buscar una manera de traer a mi familia y así poder estar tranquila.

Ay Roseanne...

Y como si la hubiese llamado a través del pensamiento, pasó por la puerta, pero con alguien más.

—Volvió su persona favorita y con ella, buenas noticias. —