•22•

299 37 0
                                    

Las horas que pasaron fueron eternas, sobre todo silenciosas, Jennie se quedó a mi lado, tomando de mi mano y quería decirle tantas cosas pero ni la fuerza ni la situación me hacían querer hacerlo.

Si acaso había pegado el ojo con suerte unas dos horas, que al final, se sumó como un dolor de cuello y también lidiaba con él.

—ChaeYoung, sé que debes estar preocupada, pero descansa un rato, te despertaré si pasa algo. —

— ¿Y tú? ¿No dormirás por mí? Haz pasado semanas diciendo que estás ocupada, te apuesto a que no haz dormido bien, eres tu quien debería dormir, yo he tenido tiempo. —

—Exactamente, haz tenido, pasado, por favor, no puedes enfermarte, no seas terca. —

—No soy terca, no quiero dejar a mamá. —

—Nadie dijo que la dejarás, estarás aquí, colócate en el sofá al menos, así no estarás tan incómoda y tal vez se te quite el dolor de cuello, Park ChaeYoung, por favor, si pasa algo te despertaré al momento.—"

Tenía sus ojos clavados en mí y el ceño levemente fruncido, sabía que si le seguía llevando la contraria, capaz y terminaba molestándose por completo y no creo que era la idea.

—Al menos déjame...—

Quería abrazarla, pero pensé que eso tal vez no era el momento.

— ¿Quieres que me vaya?—

—No, no, definitivamente no, solo iba a decir que me dejaras acomodar las cosas y así no tienes que hacerlo. —

—Chica terca, deja eso, yo lo haré, debes descansar. —

—Pero...—

—No pedí opinión, ChaeYoung, acuéstate. —

No tuve otra opción que hacerle caso, tenía la intención de arroparme ya que tomó la cobija que sobraba, se acercó y lo hizo, pero al final terminó cerca de mi rostro, algo que no pasaba desde hace semanas.

—Roseanne. —

— ¿Si?—

Descansa y recarga toda la energía que puedas, hazlo por tu mamá. —

—Lo haré. —

Fue increíble el cómo caí tan rápido en el sueño, pudo haber sido por los cariños que me brindaba Jennie o porque ya mi cuerpo no aguantaba más emociones.

De tantas situaciones, la que menos esperaba era esta, la cual me hizo pensar muchas cosas y cambiar ideas de otras, tal vez este sería el bajón tan repentino que siempre tengo justo cuando las cosas al menos están tranquilas.

Más que preocupada, estaba asustada, mamá podía tener aquella enfermedad, ni idea de si esto podría afectarle de otra manera o si quiera esto no le hará empeorar después de mejorar. Nada era seguro. Pero lo peor, era que existía una posibilidad que antes no era prioritario o que al menos no le hacíamos caso y es que se podía morir.

Era muy fuerte la idea que había tenido, más bien, el tener que afrontarlo, de admitirlo, el único lado que le podía ver de bueno, es que esta vez al menos tendré el tiempo de poner esa idea en mi cabeza como un hecho, no como sucedió con papá, que de la noche a la mañana el ya no tenía vida y sin darnos cuenta de lo que padecía. No debía pensar en ello, pero era más que difícil y cuando creía que por fin ese pensamiento pasó, justo veía aquellas baritas delgadas y frías que conectan con el brazo de mamá y su delicado rostro pálido.

Pero Jen estaba a mi lado y me daba la poca fuerza que perdía en ciertos momentos, aún me siento mal por llamarla tan de repente y hacerle venir tan tarde, pero era mi único apoyo en aquel instante, cosa que al fin y al cabo me hace sentir más agradecida de lo que ella aportó en mi vida.

—Dormilona, le haces carrera a tu mamá para ver quien duerme más, despierta, el doctor llamó diciendo que vendría para acá para decir los resultados. —

— ¿Por qué no avisaste antes?—

— ¿Cómo lo hubiese hecho si apenas me entero? Ve al baño, estás todavía en el sueño. —

La risa de Jen se hizo sonar, me sacó una sonrisa. Una vez fui al baño para echar agua fría en mi cara, pasaron como unos 15 minutos hasta que por fin llegó el doctor, mi barriga ya no aguantaba tanto revoltijo.

—Doctor Kang. —

—ChaeYoung, Jennie, un gusto verlas de nuevo, espero que hayan descansado o se hayan sentido cómodas. —

—Con suerte lo hicimos, Jen me comentó que ya tenía los resultados en mano ¿no?—

—Efectivamente, pero ¿su madre no ha despertado?—

—No, ¿eso es malo?—

—No, para nada, solo que preguntaba para así decirle también el resultado de estos, pero ya creo que es algo que tendrán que hacer ustedes, si es que lo quieren o al menos que les diga primero y ya cuando ella esté despierte, venir para decirle y de una vez hacer un pequeño chequeo. —

—Díganos a nosotras, ya luego viene. —

—Está bien, siendo esa decisión, les pido que se sienten. —

— ¿Es malo?—

—Pues, después de revisar los exámenes sin analizarlos a tal profundidad, es que efectivamente era lo que había pensado, su masa ósea disminuyó bastante y los huesos no habían estado recibiendo lo que usualmente recibe alguien de 50 para mantener la fuerza, sin embargo, se puede aplicar algunas dietas y medicamentos para ir viendo cual es el más apropiado a su condición, la osteoporosis es algo delicado pero también se puede tratar, no sabemos si esto puede durar algunos años o por el resto de lo que queda de vida, ya es algo que se verá a medida de que se le hagan nuevos exámenes para saber qué tanto a avanzado o si hay que hacer algún cambio que no está siendo efectivo.—

—Entonces, ¿qué deberíamos hacer?—

—Por ahora no mucho, cuando despierte SunYoung tendrán que ayudarla a moverse, entre otras actividades comunes, ya luego cuando sepa exactamente lo que debemos aplicarle, vendré a contarles y explicarles ya que esto se debe mantener durante el tiempo que sea necesario y no puede haber fallos en ello, ¿bien?, lamento mucho esto, pero haremos lo posible para que puedan salir pronto de aquí y con su permiso, me retiro, tengo otro pacientes que atender. —

—Gracias, doctor Kang. —

Una vez se cerró la puerta, abracé a Jennie.

Era mi fuerza.

❁ « Everlasting - Chaennie » ❁ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora