❁ « Everlasting - Chaennie » ❁

•24•

—Buenas tardes señorita Park y Kim, venía a ver si SunYoung ya había despertado y al parecer sí, ¿Cómo está? ¿Se encuentra bien?—

—Mi cuerpo está postrado aquí y con un dolor de los mil demonios, disculpe la expresión, pero jamás me había dolido el cuerpo de esta forma, sin embargo, me siento positiva, agradeciendo la vida. —

Escuchar eso de mamá me hacía sentir tranquila, sé que no podía entender el dolor que sentía, tampoco lo difícil que será hacer ciertas actividades, pero aun así se encuentra feliz de estar viva. Siempre me gustó el cómo es que afrontaba las cosas, que para otras personas puede llegar a ser muy difícil de superar o al menos de analizar.

—Es normal que se sienta así, le traeremos dentro de unos minutos algo para aliviar ese dolor, sin embargo, traigo buenas y malas noticias, ya una de estas lo saben las chicas aquí presente, pero siendo de que estaba aún anestesiada, no lo pude decir, no sé si quiere un poco de tiempo o hacerlo de una vez. —

En ese momento miré a mamá, no quería que todo fuese un cúmulo de cosas para ella, a pesar de ello, se veía segura de escuchar lo que tenía que decir, no se iba a dejar vencer por aquello.

—Dígalo ahora, no hay problema. —

El doctor Kang se había sorprendido de escuchar aquello, al parecer no estaba acostumbrado a que las personas consuman sus palabras una vez que están conscientes, pero procedió a contarle todo lo que ya sabíamos.

Mamá escuchaba atentamente cada palabra que el doctor articulaba; su mano sostenía la mía, pero nunca se tensó o mostró signo de que tenía miedo o que algo le preocupaba, su cabeza asentía con cuidado sobre el frío almohadón que la sostenía. Quisiera poder tener sus capacidad de darle frente hasta a las cosas que podían afectar durante el resto que quedaba de vida y que de paso, siempre mostrarse con una sonrisa, con fuerza e incluso valentía.

Era algo admirable, pasaba más allá de mis entendimientos todo lo que hacía mi madre, su vida, no podía explicar la impresión que tenía hacía mamá, hasta me causaba escalofríos.

—Entonces, tengo una enfermedad posiblemente crónica, donde básicamente debo tener cuidado de cualquier cosa porque soy más frágil que un pedazo de vidrio —

—Se puede decir que sí, pero esto me lleva a la buena noticia, estamos haciendo una cierta cantidad de dietas especializadas basándonos en su situación, lo probaremos en los días que estará aquí y así ver cual le sienta mejor, también le seguiremos dando medicamentos para aumentar o mantener la fuerza de sus huesos y así evitar un estado más crítico, estamos dando todo lo que tenemos en nuestro alcance para que pueda mejorar, claro que necesitamos de su cooperación. —

—Creo que por nuestra parte, sin duda tendrá la ayuda que también necesite. — Mencionó mamá.

—Claro que sí, si haces algo sola sin recibir alguna de nuestra ayuda, me voy a molestar y te castigaré. —

Intentar hacer el papel de madre con mi mamá fue lo mejor.

—Ahora quien cuida a quien. — Contestó Jennie mientras soltaba una risita.

—Bien, lo importante es que se cuiden entre ustedes, pero también es importante que descansen, no es fácil tratar con esto, hay que tener el máximo cuidado y por cierto ¿Desea algo para comer? ¿Se siente cómoda? —