||Capítulo lV||

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•Una familia•

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•Una familia•

°Narra Darcy°
Seguía muy confundida, pero me reusaba a seguirles preguntando a los que estaban con Meliodas. Si vamos a Liones, tal vez ahí esté alguien que conozca, me quedé callada el resto del camino, mirando hacia una ventana de lo que parecía ser un carruaje. De vez en cuando me topaba con las miradas del de ojos rojos y el pelirosa, o con alguna sonrisa por parte de Meliodas.

-Llegamos- dijo Merlín, bajando.

-Bien, hay que salir- me dijo el pelirosa, Gilthunder. Yo sólo lo miré mientras me ayudaba a levantarme.
Intentaba evitar mi mirada y cuando me puse de pie nos miramos a los ojos, él se quedó estático, pude sentir como se tensó, yo sólo lo miré y empecé a caminar rodeándolo. Al bajar, miré el castillo, tenía algunos cambios. Entramos al castillo y empezamos a caminar por los pasillos, había un ambiente familiar, miles de recuerdos pasaron por mi mente.

-El rey Bartra de Liones- dijo un tipo, y nos acercamos a un hombre mayor, sus ojos, sus ojos eran como los de mi madre. Hice una reverencia a lo que ví cómo los caballeros que venían conmigo se sorprendieron.

-Lady Darcy- habló el mayor.

-Su majestad- dije seria.

-¿Cómo estás? Querida- me preguntó levantándose de su trono.

-Tengo un gran dolor de cabeza, ¿puedo quitármelas- le mostré las esposas. El asintió e hizo un ademán, el caballero Howzer se acercó a mí con lo que parecía ser una llave.
Antes de que llegara rompí las esposas por mi cuenta, haciendo que todos me miraran sorprendidos. -¿A qué se debe mi presencia aquí, majestad?-

-La familia hizo una promesa por tí, creo que sabes de lo que hablo, yo sólo quiero ayudarte, y así tratar de buscar una solución- dijo el mayor. Lo miré, bajé mi mirada y cerré los ojos.

-Nadie puede hacer nada, no tenía porque hacerme despertar, la deuda ya está saldada. Conmigo no tenían problemas- dije un poco molesta.

-Ella nos lo pidió, si no fuera por tí, el reino no estaría aquí- parecía tener buenas intenciones. -Puedes quedarte con nosotros aquí, te tratarán como alguien más de la familia- me sonrió.

-No estoy segura, ya estoy libre, puedo irme a dónde sea, ¿algún favor que quiera pedirme?- contesté, algo tramaba.

-Algunos demonios siguen estando en Britannia. La guerra acabó hace una semana, pero se acerca otra, peor a la que ya vivimos- miró a todos.

-¿De qué habla, su majestad?- preguntó el pelirosa.

-Él sigue vivo- dije con la mirada pérdida.

"Odio"... ▪Nanatsu no Taizai▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora