Un gran mal se ha desatado en Britannia junto con el regreso de dos de los demonios más antiguos. Una maldición, un propósito, una guerra.
Advertencia⚠
○Esta historia contiene spoilers, más allá de la 3era temporada de NNT.
🚫No copias
🚫No adaptac...
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•Noche mágica•
°Narra Darcy° Desperté con una jaqueca terrible, comencé a buscar en mi armario algo de ropa casual, hoy mi día de trabajo empezaba hasta las 10:00 con el entrenamiento, debido a que el día de ayer Jericho y yo adelantamos el trabajo comunitario, para no estar atrasadas, lo que fué muy considerado de su parte, pues entrenar a los chicos me llevaba tiempo de más. Elegí un vestido color azul que llegaba por encima de mis rodillas, en vez de mangas tenía listones a los lados. Me dirigí al baño, pero escuché golpes en la puerta.
-¡Pase!- grité.
-Buenos días- miré al pelirosa que estaba en mi puerta.
-¡Hola Gowther! ¿Qué te trae por aquí? ¿Es por el desayuno?- pregunté alegre, a pesar de que mi cabeza estaba matándome.
-No fué exactamente por eso, sólo quise ver cómo te encontrabas- se sentó en mi cama.
-¿Puedes esperar unos minutos? Sólo me ducharé- asintió. Me dí una ducha rápida, cepillé mis dientes y salí ya vestida. Me dirigí al tocador, comencé a peinarme el cabello, pero mi brazo no llegaba hasta la punta de este, ya que era algo largo.
-Déjame ayudarte- dijo Gowther, asentí y dejé que me peinara, comenzó a trenzarlo, al terminar tomó los listones de mi vestido y los amarró en moños.
-Gracias- le agradecí, -Bueno el desayuno se sirve a las 8:00. ¿Qué quieres hacer ahora?- miré el reloj, 7:40 am, tenía tiempo.
-En realidad me gustaría aprender más sobre las mujeres, como sabrás, cada día descubro nuevas cosas que en la mayoría de veces no logro entender, tales cómo, ¿por qué las mujeres visten diferente y mejor que los hombres? Siempre me ha gustado, por eso trato de imitar ese aspecto- dijo sonriente, o espera... ¡el deber llama!
-¡Tengo una idea!- exclamé, comencé a buscar entre mi ropa, el conjunto perfecto, -Ven acá- le indiqué, se paró cerca de mí, -¿Cuál es tu color favorito?- pregunté.
-No creo tener uno favorito, ¿por qué?- contestó confundido.
-¡Vamos a hacer un cambio de estilo!- le mostré la ropa que tenía en mis manos. Sus ojos brillaron. -Pero necesitas bañarte- le dije.
-Oh, iré por mis toallas y...- lo interrumpí.
-¡Nada de eso! Aquí tienes todo lo que necesitas, los jabones están en el estante de arriba y el shampoo te encantará, es el aroma más delicioso que he sentido en la vida- lo empujé hacia el baño.
-¡No me tardo!- dijo y entró al baño, me senté en la cama mientras lo esperaba. Escuché un toque en la puerta, me levanté y fuí a abrir. -Buenos días, Eli- dije al verla.
