||Capítulo XXXII||

952 91 8
                                    

°Acampar°

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

°Acampar°

°Narradora°
-¡Más flores, más flores!- un cerdo corrió hacia el campo de flores que estaba a unos metros de la vivienda.

-¡Elizabeth, Dya, vengan!- gritó Diane con felicidad, ambas ojiazules caminaron hacia dónde estaba ella.

-¡Ya vamos Diane!- gritó el pecado mencionado.

-No importa cuántos años tengan, las mujeres siempre serán inmaduras~- dijo el de ojos carmesí al grupo de hombres.

-¡Yo también quiero jugar!- gritó el pecado de la lujuria y corrió hacia su amiga la platinada. Todos pusieron los ojos en blanco.

-Creo que les emocionan mucho las flores- dijo Gilthunder, su vista se posó a unos rosales púrpuras que estaban cerca. "A Margaret le gustarían estas flores" pensó. Luego miró entre tantos colores, una rosa blanca, la única distinta a todas, la tomó y sintió su olor.
Sus recuerdos hacia la de cabellos lavandas fueron interrumpidos por los gritos de los chicos que jugaban entre las flores.
La serpiente estaba formando un ramo de flores, la platinada de flequillo jugaba con el cerdito. En cambio, la segunda platinada comenzaba a amarrar las flores entre sí.

-¿Ya nos iremos? Me enferma ver este lugar~- dijo Ban.

-Sé paciente Ban- dijo Meliodas.

-¿Estás bien, Gil?- preguntó el de ojos púrpuras a su amigo el ojiazul. Él lo miró.

-Si... estoy bien...- regresó su mirada al pelirosa que le tiraba pétalos a la platinada mientras ella reía.
Y no era el único que concentraba una mirada fija hacia esa chica, pues también el peliazul estaba observando al dúo de pecados.

-¿En dónde está Merlín, capitán?- preguntó el hada.

-Dijo que quería hablar con Lady Naly- respondió.

-¡King, ven aquí!- gritó la pareja del hada.

-¡Ya voy Diane!- respondió y voló de inmediato hasta ella.

-Es un mandilón- dijo Meliodas cruzándose de brazos.

-¡Meliodas, ven!- gritó la platinada, todos miraron al rubio y este sólo puso los ojos en blanco.

El capitán tosió -Iré a ver que todo esté en orden- el zorro soltó una carcajada en burla.

Mientras tanto, por dentro de la casa.
-¿De qué querías hablar, Merlín?- preguntó la castaña.

-¿Observaste el poder de Darcy?- preguntó mirando la ventana.

-Si, es muy extraño, no puedo descifrarlo. ¿Por qué preguntas?- se recargó en una mesa cercana.

La pelinegra observó a la platinada a través de la ventana.
-Creí que trayéndola contigo podría comprender su poder- la castaña frunció las cejas confundida. -Sinceramente no puedo indagar una teoría sobre el origen de la mayoría de ese poder, es desconocido para mí-

"Odio"... ▪Nanatsu no Taizai▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora